Análisis de Virtua Tennis 4 (PS3, PC, Xbox 360)

Como el propio deporte en los últimos años, primero bajo el reinado de Federer y luego bajo el de Nadal, los juegos de tenis han sido prácticamente un monólogo de la serie Virtua Tennis durante la pasada década. La recreativa original de Sega, lanzada en 1999, se convirtió en un fenómeno en los por aquel entonces numerosos, aunque ya lánguidos, salones recreativos, y sus posteriores adaptaciones a Dreamcast y PlayStation 2 aseguraron un referente en el deporte de la raqueta durante años, estatus que repitió la segunda parte del título. Sega, simplemente, había hecho el mejor juego de tenis hasta ese momento, con permiso de Pong.

Smash Court Tennis, de Namco, y más tarde Top Spin, han intentado disputar el dominio de esta saga, y solo el segundo, con la tercera entrega y especialmente con la más reciente, ha logrado establecerse como una alternativa clara al veterano arcade de tenis de Sega. Esta cuarta parte de Virtua Tennis, quinta si tenemos en cuenta la edición 2009 lanzada hace dos años, intenta reverdecer los laureles de la saga y de nuevo es obra de sus creadores originales, Sega Japón, tras su paso por las manos británicas de Sumo Digital en su anterior entrega. No lo consigue, pero sigue siendo un juego divertido.

Virtua Tennis 4 no es una reinvención de Virtua Tennis, sino una evolución natural de sus mecánicas, que han permanecido prácticamente inalterables durante años. En esta cuarta parte cambian un poco, pero no lo suficiente como para no resultar tremendamente familiares tras tan solo unos minutos jugando. Las principales novedades a la hora de jugar son la introducción del supergolpe, una característica que dará que hablar entre los seguidores de la saga, y el hecho de que ahora es un pelín más simulador a la hora de golpear la pelota; no tendremos que complicarnos la vida colocándonos antes de los golpes como en otros juegos, pero sí que existe un riesgo de que la pelota se salga fuera de los límites del campo o golpee en la red, algo realmente novedoso para la saga. Este pequeño detalle ayuda a compensar el giro arcade que da el juego al introducirse este supergolpe.

Se mantienen los tres tipos de golpes de toda la vida, el normal, el cortado y el globo, y se añade un "supergolpe" que podremos realizar cuando se llene la barra de energía de nuestro tenista. Cuando no tengamos la barra llena, realizaremos un golpe normal y corriente, por lo que el golpe liftado parece que una vez más no ha pasado el corte.

El supergolpe cambia bastante las cosas. Como ocurre en juegos como Mario Tennis, este tipo de golpes son prácticamente imparables, y le da al juego un nuevo componente táctico. Por una parte, dependiendo de cómo golpeemos la pelota la barra subirá antes o después -depende del tipo de golpe que realicemos-, y por la otra sabremos cómo de llena está la barra de nuestro rival en todo momento, por lo que sabremos cuándo dispone de ese supergolpe, y así podremos pensar cuándo llevar a cabo el nuestro.

Al realizar el supergolpe, el juego adquiere un toque cinemático, haciendo zoom en nuestro tenista y representando a cámara lenta su golpeo, mini-escena tras la cual veremos cómo golpea de forma normal y la pelota sale dispara desde su raqueta hasta el campo contrario. Este efecto, el cinemático, no corta demasiado el juego y no llega a cansar, como podríais sospechar, sino que está bastante bien implementado y además concede al rival un par de segundos para prepararse para el "misil" que va a encajar. Estos golpes no son imparables ni mucho menos, pero sí más rápidos de lo normal, por lo que estar lejos de la trayectoria de la pelota nos hará perder el punto casi con toda seguridad, y no lo devolveremos como una bola normal, sino como si fuese un saque más potente, concediéndole por lo tanto una vital ventaja al rival, al que le será fácil rematar el punto a continuación.

La introducción de este supergolpe es algo que gustará a algunos jugadores, mientras que otros lo aborrecerán. No hay mucho espacio para términos medios en este sentido, ya que cambia completamente la forma de jugar. Los "puristas" dirán que adultera el juego y acordarán, en partidas de dos jugadores, no usarlo. A otros les gustará este giro de tuerca arcade y el toque táctico extra que le añade a los partidos. La cuestión, además, es que no solo hay que calcular cuando usarlo y usarlo bien, sino que hay que ser hábil para llenar la barra de energía antes que el rival. Al contrario que los ataques ultra de los Street Fighter, el estado de la barra se mantiene en cada punto, por lo que los supergolpes pueden "ahorrarse" para el siguiente punto -aunque durante un tiempo limitado-.

La forma de llenar la barra más o menos rápido es curiosa. Cada tenista tiene, como en anteriores Virtua Tennis, un estilo de juego particular, lo que en antes le daba cierta ventaja en algunos golpes o situaciones. En esta cuarta parte, en cambio, nuestro tenista no solo es mejor en ese tipo de golpes, sino que además la barra de supergolpe se llena antes cuando juguemos con el estilo de nuestro tenista. Esto, de algún modo, nos obliga a conocer el estilo de nuestro tenista y, como los mejores golpes de nuestro tenista son aquéllos en los que es experto, nos hace jugar mejor también.

Por supuesto, otra gran novedad del juego está en la detección de movimiento. Virtua Tennis 4 puede jugarse con los nuevos Kinect y PlayStation Move, aparte de con Wii MotionPlus. Ya os hemos contado cómo es jugar con Kinect en Xbox 360 y lo haremos también cuando analicemos esa versión del juego, pero por el momento solo hemos podido probar la versión final con PlayStation Move, y nuestro veredicto no difiere mucho de lo que os contamos hace unas semanas. No es que el juego pueda jugarse siempre con Move, es que hay un modo especial para jugar usando la detección de movimiento, donde podremos jugar partidos de exhibición y también a dos jugadores -pero no en dobles-. En vez de convertirse en una forma de jugar más en sí misma, Move funciona como modo extra para pasar un rato intentando ser un tenista de verdad.

El juego adopta una perspectiva en primera persona en la que vemos la silueta de nuestra raqueta, y el movimiento, como en Wii Sports, es automático. Virtua Tennis 4 hace un buen trabajo detectando nuestros golpes, así como el efecto que les queremos dar, y el modo ofrece unas horas -o minutos, dependiendo de lo que uno se canse- extra de juego, además de un minijuego más, que nos permite jugar en la red. Un añadido curioso que no se ha integrado en el resto del juego, lo que es un acierto, porque los golpes, evidentemente, cambian. Con Kinect el resultado es muy similar, detectándose nuestro movimiento sin necesidad de un mando, y limitados a los mismos modos de juego. Como en el caso de Move, es un añadido más, un modo extra que nos hará pasar unos minutos entretenidos, pero nada que cambie radicalmente el juego o la forma de jugar.

Aunque Virtua Tennis 4 no cambia demasiado la forma de jugar, más allá de la introducción del supergolpe, donde sí mejora considerablemente es en el modo carrera. Esta modalidad, inventada por el primer Virtua Tennis, de hecho, nos permite crear a nuestro propio tenista y convertirlo en el número uno del mundo jugando diferentes torneos que siguen un calendario, lo que hará que vayamos ascendiendo en el escalafón mundial y también mejorando nuestras habilidades.

Para darle un nuevo aire, se ha cambiado por completo este modo de juego, organizándolo como un juego de tablero que abarca cuatro temporadas -cada una de ellas centrada en un gran torneo, a lo Grand Slam-, y por el que tendremos que movernos usando tickets. Estos tickets nos permiten movernos por un número de casillas, y tendremos que calcular qué tickets usar para poder llegar más tarde a la casilla que más nos interese. También existen bifurcaciones en las que tendremos que elegir por dónde continuar. En cada parada de este juego de tablero tendremos diferentes enfrentamientos, torneos y otros eventos, aparte de minijuegos y sesiones de entrenamiento para que nuestro jugador mejore. Los minijuegos vuelven a tener una gran variedad y a darle ese toque tan especial a Virtua Tennis. En conclusión, este modo carrera puede gustar más o menos que la organización clásica, pero tiene algo más importante: es novedoso, diferente a lo habitual en el modo carrera cuya fórmula estableció el primer Virtua Tennis hace ya once años.

Junto con este modo carrera, se incluyen otros modos de juego más sencillos, como la posibilidad de acceder individualmente a los minijuegos, partidos de exhibición, un modo arcade -torneo- y, por supuesto, el modo online, que ha retrasado la publicación de este análisis por causa de los problemas de PlayStation Network (hemos probado finalmente el online de Xbox Live). Funciona bien, sin problemas, aunque donde el juego brilla es, como siempre, a varios jugadores en la misma habitación, destacando los memorables encuentros de cuatro jugadores a dobles. El repertorio de tenistas oficiales es adecuado, con las grandes figuras de hoy en día y algunas leyendas del pasado como Boris Becker, aunque si se intenta homenajear a los grandes del tenis, todavía hay unas cuantas ausencias inexcusables que esperamos ver resueltas en el futuro. Estas estrellas clásicas son exclusivas de la versión PS3.

A nivel técnico Virtua Tennis 4 cumple, con unos buenos gráficos, que han mejorado considerablemente respecto a la edición 2009, y donde se nota el cambio del equipo de desarrollo. Sin llegar a lucir tanto como otros juegos deportivos, los tenistas tienen una gran animación y un gran parecido con sus homónimos reales, además de un buen repertorio de animaciones faciales para expresar su estado emocional durante los partidos. El sonido hace honor a la saga con melodías instrumentales ambientando los partidos, pocos comentarios del locutor, y meramente informativos, y unos buenos efectos de sonido.

Conclusión

Virtua Tennis 4 es una buena secuela de una saga ya establecida, cuyos fans muy probablemente estuviesen esperando una nueva entrega, aunque queda algo lejos de las expectativas que había generado. No cambia la fórmula de anteriores juegos, y sigue sin tener diferencias entre tipos de superficie, pero añade el supergolpe, lo que hace que sea mucho más arcade... algo que a algunos les puede gustar como novedad, pero que otros seguidores aborrecerán. En cualquier caso, se reafirma en su apuesta por la diversión sin demasiadas complicaciones, desmarcándose de su rival, Top Spin 4, que se ha establecido como el simulador de tenis de referencia. Con una buena cantidad de modos de juego extra y un renovado modo carrera, es una compra recomendada para los seguidores de esta saga... si aceptan el supergolpe.