Análisis de Uncharted 3: La traición de Drake (PS3)

Como Indiana Jones
Como comentábamos antes, la "fórmula Uncharted" se amplía con nuevas facetas. A las secuencias de plataformas y tiroteos se añaden ahora mayores posibilidades de sigilo, un sistema de combate cuerpo a cuerpo ampliado y mejorado, y partes de exploración más acentuadas, además de puzles. La faceta de exploración del juego nos ha encantado. No convierte a Uncharted en una aventura gráfica ni nada por el estilo, pero nos obliga en ocasiones a examinar el escenario en busca de pistas, no solo para resolver puzles, sino también para saber por dónde debemos avanzar. Drake lleva un diario en el que va anotando lo que va encontrando, y para descubrir los misterios de los lugares que visitaremos tendremos que recurrir a él de vez en cuando, para así ayudarnos a descubrir qué esconde el escenario. Esto nos ha recordado mucho a Indiana Jones y la Última Cruzada, lo que solo puede ser bueno.

Estas partes de exploración pueden suponer una contrapartida para los amantes de las emociones fuertes, pero no son excesivamente largas y difíciles, por lo que resultan muy amenas, y además potencian la inmersión del juego y que nos impliquemos en los misterios que esperan a aquéllos que quieren encontrar la ciudad perdida. Los puzles propiamente dichos no son muy numerosos, pero sí ingeniosos e interesantes, usando también el diario de Drake para intentar desentrañar su solución. Contribuyen también al ritmo equilibrado de la aventura.
Las partes de plataformas son de largo lo mejor del juego. Naughty Dog se ha vuelto a superar a sí misma y ha vuelto a crear unos escenarios muy bien diseñados por los que saltar, trepar y escurrirnos para llegar a donde queremos. A veces, como en el juego anterior, las plataformas se romperán, exigiéndonos reflejos para salir con vida de situaciones peliagudas. Como en el juego anterior, las mejores situaciones son aquellas en las que suceden muchas cosas al mismo tiempo y tenemos que movernos a toda velocidad de plataforma en plataforma, a la desesperada, poniendo al límite las habilidades de Drake y las nuestras con el mando. Hay algunas situaciones particularmente memorables, y este apartado vuelve a cumplir con creces; pocas veces se mezcla con otras partes del juego, salvo algunos tiroteos esporádicos entre plataforma y plataforma, en los que podemos disparar estando colgados de un saliente.

Combate con más opciones
El combate es la otra vertiente mayoritaria en Uncharted, y aquí tenemos algo más que decir. De algún modo, el sistema de tiroteos de Uncharted ha envejecido un poco, y ya no resulta tan gratificante como en juegos anteriores; algo que, de hecho, empieza a ocurrir con otros juegos con la misma fórmula. Como si Naughty Dog también lo percibiese, han enriquecido el sistema de combate y disparos con muchas más opciones. Los tiroteos son más dinámicos y suceden en escenarios más abiertos, reduciendo los tiroteos de pasillo al mínimo, y apuntar con precisión ya no es tan importante como en los dos juegos anteriores. Además, se han añadido más movimientos y opciones de sigilo, y los escenarios están diseñados para que al menos podamos matar así a dos o tres enemigos antes de que se arme la marimorena y comience una batalla campal. Se ha ampliado el repertorio de armas, y se han añadido opciones interesantes y divertidas, como la posibilidad de devolver las granadas.

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