Análisis de Ratchet & Clank Trilogy (PS3)
Tras Jak y Sly, llega el turno a la tercera saga de acción y ligeras plataformas de PlayStation 2 de maquillarse para la alta resolución, Ratchet & Clank. Creada por Insomniac Games cuando el estudio decidió dejar la saga Spyro –que Activision continuaría editando, pero con menor fortuna- y tras el proyecto abandonado de nombre provisional A Girl With A Stick, la pareja galáctica consiguió convertirse en uno de los primeros clásicos de los 128 bits de Sony, codo a codo con la creada por Naughty Dog.
Como es habitual en la mayoría de remasterizaciones, no han sido los padres de la colección quienes han trabajado en retocar el código y hacerlo funcionar en PlayStation 3. En esta ocasión, esta tarea recae sobre Idol Minds, un estudio no demasiado famoso, pero ¿y si nombramos Cool Boarders 3 y 4, el éxito de PSN Pain o el prometedor Warrior's Lair de PS3 y PS Vita? Su trabajo aquí ha estado a la altura de lo esperado, en línea de lo visto por Blue Games con God of War Collection o el de Mass Media con Jak & Daxter HD Collection –y por tanto lejos del desaguisado de Silent Hill HD Collection, sea la culpa de quien sea-. El resultado es que Ratchet & Clank Trilogy cumple todo lo que se espera de él, mejorando la nitidez de la imagen y la tasa de imágenes por segundo e incluyendo compatibilidad con imagen estereoscópica 3D. La simpleza del decorado delata en todo momento su origen, pero gracias al estilo limpio y colorido de esta serie los años no han sentado tan mal como a otros lanzamientos, mantiene el aspecto a dibujo animado tridimensional.
Los juegos incluidos en la trilogía son los tres primeros, Ratchet & Clank, Ratchet & Clank: Going Commando (Totalmente a Tope) and Ratchet & Clank: Up Your Arsenal (Pon tu Arsenal a Tope), tres buenos títulos de acción que recibieron puntuaciones entre el notable y el sobresaliente. Tres juegos llenos de frescura, humor y buenos gráficos –en su tiempo- cuando aún se encontraban lejos de la sobreexplotación que han sufrido estos personajes durante los últimos años; precisamente hace poco hemos sabido que hay un nuevo proyecto en marcha, Ratchet & Clank: QForce, que intentará recuperar el prestigio de las mejores entregas tras el bache de Ratchet and Clank: Todos para uno, el cual se alejó del género tradicional para centrarse en el multijugador.
El primer Ratchet & Clank mostró su inclinación por la acción desde un inicio, mucho más que Jak & Daxter. Somos Ratchet, un lombax mecánico que tiene como amigo a Clank, un pequeño robot que ha ido ganando protagonismo a cada secuela. Un nuevo peligro acecha a la galaxia en forma de villano sin escrúpulos que desea crear un planeta perfecto para su raza a partir de retazos de otros, algo que no sería maquiavélico si no fuese porque en el proceso liquida mundos, cosa que no hace mucha gracia a sus habitantes. Así que los dos héroes intentarán conseguir la ayuda del Capitán Qwark, un superhéroe de la televisión, para evitar males mayores. Por supuesto, al final serán Ratchet y Clank quienes tendrán que aliarse y acabar con la amenaza.
En esta aventura conoceremos las que han sido las bases de la mayoría de Ratchets, cámara en tercera persona, ligera exploración del escenario recolectando tuercas y uso de armas y artilugios, de ahí que la mayor parte del tiempo estemos disparando o golpeando a corta distancia y no saltando sobre los enemigos como sucede en la mayoría de juegos de plataformas. Para añadir más profundidad, en el recorrido encontraremos unos terminales en los que comprar munición o más armas con los objetos recogidos tras acabar con las criaturas o destrozando cajas del escenario. Insomniac consiguió un buen balance en la jugabilidad para que los tiroteos no necesitasen de mucha precisión y así ser aptos para los más jóvenes, lo que no quita que haya muchos combates y explosiones. Además se introdujeron secciones de otro tipo, como en las que llevamos a Clank, capaz de controlar a otros robots gracias a su sistema de control remoto, por no mencionar su colaboración cuando se trata de planear entre grandes distancias.
La originalidad y cantidad de armas es uno de los sellos de los Ratchet, y ya desde este título de 2002 queda claro que en este apartado la imaginación no falta en el estudio –Resistance también destaca por las armas especiales que podemos usar-. Lanzallamas, rayos láser, guantes especiales, bombas, el gritófono, una ganzúa que da acceso a un minijuego… Ratchet & Clank, aunque muchas veces mal encasillado en el género de los plataformas, fue una de las mejores opciones en cuanto a acción desenfada para todas las edades, y por algo mereció contar con una extensa lista de secuelas.
Un año más tarde, en 2003, el estudio completaría Ratchet & Clank 2: Totalmente a tope, que sigue con las andanzas de la pareja tras los anteriores acontecimientos. La historia comienza cuando nos encomiendan buscar un experimento secreto, y a partir de ahí veremos giros en la trama y mucho humor, como es costumbre. Pequeñas mejoras gráficas y un nuevo sistema de experiencia para las armas –se añadieron más- fueron lo más celebrado, mientras que se criticó la excesiva continuidad del juego, siendo casi más una expansión que un salto importante. Esto en su momento era un punto negativo para su compra como novedad, pero ahora que forma parte de la trilogía puedes disfrutarlo justo tras terminar el primer Ratchet como si se tratasen de más niveles tras el final del original, pues es igual de divertido.
Consciente de las críticas, Insomniac se propuso hacer algo nuevo para el tercer juego, Ratchet & Clank: Pon tu Arsenal a Tope, lanzado en 2004. Y lo hizo incluyendo un modo multijugador –que no era aún muy común en PlayStation 2- aprovechando la fuerte inclinación por la acción que tenía la saga. En su parte offline, encontramos una nueva historia, más artilugios y armas y en general una mejora de las ideas ya vistas en anteriores entregas. No demasiado rompedor pero por otra parte daba los pasos esperados de la mayoría de secuelas, hizo el control más ágil y cómodo, introdujo más vehículos, mejoras para la armadura, más personajes en pantalla, escenarios más grandes y la presencia de Quark como héroe controlable en fases de jugabilidad 2D.
Como pequeña revolución, es el primero de la saga en contar con modos multijugador para ocho usuarios online como en la misma consola para cuatro jugadores a pantalla partida. Dos equipos se enfrentan en los típicos modos competitivos como mantener la base, captura de bandera o deathmath en diez mapas diferentes. En PlayStation 2 el motor gráfico necesitaba hacer algunos recortes, como en la fluidez –que bajaba a 30 imágenes por segundo-. En la remasterización esto se ha mejorado y con la mayor definición es más cómodo utilizar esta opción ya que aprecias mejor los detalles en cada porción de pantalla, que imaginamos será de mayor tamaño que la que podías tener hace diez años.
Ratchet & Clank Trilogy es un recopilatorio recomendable como la mayoría de los que se han lanzado, siempre pertenecientes a sagas consolidadas de calidad demostrada. Tiene sin embargo dos barreras para su compra, una la de siempre: si posees los juegos en PlayStation 2, la mejora es sólo gráfica –que no es poco si piensas jugarlo en una televisión de alta definición-. A esto se suma otra propia de Ratchet & Clank, y es que PlayStation 3 no anda escasa de entregas propias de la serie con gráficos pensados para esta plataforma, a diferencia de lo que se podría alegar con Jak o Sly –al menos, hasta la llegada de Ladrones en el tiempo-. Además que la tendencia continuista de Ratchet hace que cada entrega no tenga una personalidad demasiado destacable que lo haga brillar sobre el resto, es decir, que normalmente cada secuela recoge lo de la anterior y lo mejora un poco.
La alta resolución sienta bien al juego y ahora podemos disfrutar mucho mejor del apartado artístico de la saga. Lo único que no ha sido restaurado son los vídeos pregrabados que mantienen su proporción 4:3 –aparecen unas bandas en los laterales- y han sido escaladas con un ligero efecto de suavizado para disimular su origen. Este defecto se puede ver en cualquier otra remasterización similar y la única solución, que entendemos que no estaría en la mano de Idol Minds, sería regrabar todas esas escenas con el nuevo motor y realizar un nuevo montaje de música y doblaje. Como resultado, las secuencias en tiempo real y durante todo el tiempo que jugamos se ven más claros que los vídeos introductorios o los que ocultan las cargas. A estas alturas en ningún momento abrirás la boca ante lo que veas en imagen, a pesar del esfuerzo técnico que supuso en PlayStation 2 con sus grandes escenarios, la multitud de piezas saltando por los aires y los tiroteos constantes con muchos enemigos simultáneos.
En su paso a PlayStation 3 se ha contemplado la compatibilidad con 3D estereoscópicas, que siempre es un extra interesante si cuentas con un televisor de este tipo. Los originales no estaban pensados ni remotamente para esta tecnología, así que no esperes ningún efecto específicamente trabajado para ello –el Ratchet más reciente de PlayStation 3, Todos para uno, sí que añade partículas en suspensión y otros trucos que dan más profundidad-. Por lo demás, mantiene la misma música y el brillante doblaje al castellano de su momento –con opción a escuchar otras voces, como la inglesa- y se añaden los trofeos, con platino para cada uno de los títulos.
Conclusiones
Ratchet & Clank Trilogy es un recopilatorio sin grandes sorpresas, positivas o negativas, que servirá para descubrir el origen de la saga si te has apuntado a ella durante los últimos años, o eres muy aficionado a estos personajes y deseas tener una versión actualizada de estos tres clásicos de PlayStation 2. Su valor, independientemente del nostálgico, es algo menor a otras colecciones por las cuestiones citadas anteriormente, y es que las entregas nativas de Ratchet en PlayStation 3 resultan más completas a todos los niveles, especialmente Armados hasta los dientes, Atrapados en el tiempo y En busca del Tesoro –salvo por su corta duración-. Eso no quita que, sin entrar en comparaciones, estemos ante la revisión del legado de una de las sagas más carismáticas de PlayStation 2.