Análisis de Dark Sector (PS3, PC, Xbox 360)
El agente Hayden Tenno está a punto de descubrir que su nueva misión cambiará su vida para siempre.
Ramón Varela ·
Actualizado: 21:31 17/8/2020
GRÁFICOS
8.5
SONIDO
7
NOTA
8
DIVERSIÓN
8
JUGABILIDAD
8
Análisis de versiones PS3, PC y Xbox 360.
Dark Sector no pretende revolucionar el género, pero no decepciona a los seguidores de la acción sin freno con pequeñas dosis de gore. Si buscas diversión directa y sin complicaciones, este nuevo título te ofrecerá más de lo que esperas.
Lo que no mata te hace más fuerte
Como os contábamos en nuestro avance, la historia de Dark Sector se remonta a hace tiempo antes de la presentación de las máquinas actuales. Desarrollado en un principio para PC y las que serían las sucesoras de PlayStation 2 y Xbox, Dark Sector se mostró como un primer acercamiento a lo que sería el nivel gráfico de la por aún entonces desconocida nueva generación. Eso si, poco de aquellos vídeos ha sobrevivido tras la evolución del juego, que cambió su aspecto futurista (pasillos de una nave espacial, enormes robots) por algo más tétrico y no menos oscuro, como indica su título.
Tras el cambio por el que es ya el aspecto final de Dark Sector, el jugador comprobará que Digital Extremes ha optado por una mezcolanza de ideas tomadas de los principales juegos de acción de los últimos años, entre los que cabe destacar Resident Evil 4 y Gears of War (que a su vez tomó algunos aspectos prestados del juego de Capcom). Un buen apartado técnico, una historia simple pero efectiva y acción sin mucha complicación, tomando como referencia grandes juegos el resultado difícilmente puede ser malo, pero ¿está a la altura de las expectativas creadas?
La trama comienza con la misión de Hayden Tenno, un agente de la CIA normal y corriente, en el país imaginario de Lasria. Su objetivo es investigar que operaciones hay en este lugar y acabar con la vida de un personaje, una tarea sencilla que servirá de prólogo para lo que se avecina a continuación. Tras acabar con un primer jefe (un helicóptero), el encuentro con un misterioso personaje y una extraña criatura mutante acaba por infectar a Hayden con el virus Technocyte, un arma biológica (¿alguien ha mencionado el Virus T?) capaz de convertir en monstruos a quienes han sido expuestos, pero que en el caso del protagonista, resulta ser casi un golpe de suerte. Su brazo desarrolla algunos poderes y trae consigo un poderoso regalo, el glaive, una especie de disco/boomerang con cuchillas capaces de dañar y seccionar a enemigos, y servir como arma corta en los encuentros a corta distancia. Hayden podrá seguir usando una pistola con el brazo izquierdo, y completar sus ataques con los ataques aéreos del brazo derecho, para convertirse en una auténtica máquina de matar que liquida todas las amenazas que se cruzarán en su camino, que no serán pocas. La historia es una misión de supervivencia contrarreloj frente las hostiles tropas de la zona, las criaturas mutadas y el propio virus en el cuerpo del protagonista.
Con estas particularidades, Dark Sector se perfila, por un lado, como un juego de acción de disparos convencional en la estela de Gears of War o Uncharted: Drake´s Fortune, haciendo uso de un sistema de cobertura que poco a poco se va imponiendo en el género de los juegos de acción en tercera persona. Los enemigos tampoco son tontos y buscarán cajas, muros y pilares que cubran su cuerpo, no dudarán en utilizar torretas ametralladoras y escudos de protección. Los controles no varían mucho respecto a otros títulos, un gatillo para señalar objetivos con precisión, otro para disparo, direcciones del pad digital para acceder a la linterna y otras ayudas, y un botón para protegerse tras las paredes. Este último movimiento permite cubrirse tras esquinas o cajas del entorno, para asomarse rápidamente y volver a la posición segura, y funciona tan bien como en otros juegos, con la posibilidad de caminar agachado protegido tras muros, y de dar un rápido movimiento para pasar a un parapeto próximo.
Las armas de fuego pueden conseguirse fácilmente de los enemigos humanos caídos (los cuales, por cierto, tienden a desaparecer rápidamente), así como munición, que difícilmente escaseará en algún momento del juego. Nuevos juguetes y potenciación de los parámetros (como cadencia de tiro, daño) se obtienen por medio del mercado negro tras pasar por caja y pagar unos precios que se nos antojan bastante altos, una reminiscencia más de Resident Evil 4 y su buhonero. El dinero que se encuentra en cajas esparcidas en algunas habitaciones del recorrido no abunda, y en más de una ocasión debemos decidir entre una u otra arma, ante la imposibilidad de conseguir todas en las mejores condiciones.
Hasta aquí, Dark Sector no supone ninguna novedad. Los tiroteos son entretenidos, aunque algo repetitivos. Es cuando entra en juego el glide, el pequeño artefacto volador, que si bien no suple toda la falta de innovación, añade personalidad y un toque violento al juego. Se trata de un pequeño disco de cuchillas con una distancia de ataque media que va mejorando sus poderes poco a poco, y su uso es sencillo: señalar objetivo y utilizar el botón del brazo derecho para dañar al enemigo (que generalmente con pocos cortes es seccionado por la mitad); como es lógico, a medida que avanzamos en la aventura, los rivales son más resistentes. Las mejoras resultado de la extensión del virus por nuestro cuerpo se realizan en lugares puntuales del juego, y generalmente son una pista para superar problemas próximos. Así, tenemos la posibilidad de recoger armas de los enemigos a distancia, impactar sobre superficies como fuego, hielo o electricidad, estados alterados que durante un tiempo ayudarán a nuestra arma arrojadiza a aumentar sensiblemente su poder, e incluso solventar algunos puzzles (no demasiado complicados). Puertas cerradas que necesitan un toque de energía, muros de madera franqueables tras arder, y enemigos débiles a un tipo de ataque, el jugador descubrirá que en el entorno se esconden pequeñas ayudas que hacen los combates, especialmente contra jefes, más asequibles. La dificultad no es demasiado alta, y en todo caso el gran número de puntos de control hace asequible el juego para cualquier jugador.
Otra de las particularidades del glide a partir de cierto punto es la maniobrabilidad gracias a la cámara lenta. Tras el lanzamiento de las cuchillas, es posible dirigir el vuelo y cambiar su habitual dirección recta, de manera muy similar a lo visto en el lanzamiento de escudos en Heavenly Sword. En PlayStation 3 existe la posibilidad de utilizar el intuitivo sensor de movimientos, aunque el control con las palancas analógicas es igualmente efectivo, y esta habilidad será necesaria para superar algunas pruebas (tales como acceder a interruptores en lugares de difícil acceso) y seccionar enemigos ocultos tras esquinas. Además, existen otras particularidades, tales como ataques de mayor poder disparando el glide en un momento concreto.
Sin embargo, a pesar de sus buenas referencias, Dark Sector no es la suma de todos los componentes que lo forman, y peca de algunos defectos en la jugabilidad que lo sitúan un paso por detrás de aquellos títulos en los que se inspira. La acción es algo repetitiva, no especialmente por la culpa de nuestro protagonista que goza de un buen elenco de movimientos, pero sí de la inteligencia artificial de los enemigos, que simplemente aprueba sin destacar. Las criaturas e infectados recuerdan a los zombies de la saga de terror de Capcom, y se desplazarán hacia nosotros sin importar el daño que les inflingimos; los humanos armados, se cubren y nos disparan, pero generalmente poseen poca improvisación, y si retrocedemos en nuestros pasos, ellos no harán nada por seguirnos; además, cuando generalmente se desplazan de un escondite a otro lo hacen al descubierto, sin ofrecer resistencia. En general, pequeños detalles como estos no son un lastre importante la primera partida, pero unido a la excesiva linealidad de la aventura, hacen de Dark Sector un título notable, pero sin ese mimo especial que separa a los títulos realmente sorprendentes del resto.
La aventura para un jugador posee una duración de aproximadamente diez horas (dependiendo de la experiencia del jugador en este género), tiempo suficiente para comprobar que la sencilla (pero efectiva) historia nos mantiene interesados, los buenos momentos con los jefes finales y la espectacularidad general que derrocha en cada esquina son más que suficientes como para divertir, que no es poco. Una segunda partida nos ofrece más dificultad y la posibilidad de adquirir esas armas que no disfrutamos en el primer recorrido.
El modo multijugador está presente pero de una forma algo descuidada. Combates entre diez jugadores en dos modalidades, Infección (un jugador hace de Hayden, y el resto lo persigue) o Epidemia (una lucha multijugador por liquidar al Hayden del equipo rival), con o sin bots controlados por la inteligencia artificial. A priori una propuesta interesante pero tan sólo cinco mapas se nos antoja una cantidad algo escasa, dadas las posibilidades de Dark Sector. Una lástima porque con un modo más profundo se habrían multiplicado las horas de diversión en mucho.
Un apartado técnico sobresaliente
Digital Extremes ha desarrollado un motor gráfico para Dark Sector que realmente rivaliza con el hoy día omnipresente Unreal Engine 3. La compañía, que trabajó codo con codo junto con Epic en la saga Unreal y Unreal Tournament (a excepción de la última entrega) no ha tenido problemas en crear un código que aprovecha muy bien la potencia de las consolas en las que corre, PlayStation 3 y Xbox 360. Obviando algún pequeño tirón ocasional, Dark Sector es un juego con efectos de luz, desenfoques, filtros de imagen y agua (aunque no interactiva) remarcables. La calidad de las texturas cumple con las expectativas puestas en un título actual, y los modelados de los personajes demuestran en las secuencias creadas por el motor del juego una cantidad de polígonos aceptable, aunque en honor a la verdad, muchos enemigos (como los soldados) poseen poca variedad y no son especialmente llamativos.
El aspecto de colores apagados por el que han apostado sus creadores ayuda a esa comparación constante con Gears of War, y lo cierto es que la ambientación general es muy similar. Acantilados, subterráneos, laboratorios y antiguas ruinas tanto al aire libre como en espacios cerrados consiguen introducir al jugador inmediatamente en la acción, aunque encontramos los diseños de algunas criaturas algo cuestionables y faltos de imaginación, simples masas de carne deforme. Podríamos resumir diciendo que la potencia que esconde el juego se ve ligeramente ensombrecida por algunas decisiones artísticas irregulares, quizá fruto de reciclar ideas de varios juegos diferentes
La calidad de las animaciones de Hayden es más que satisfactoria, y la cámara situada al hombro del personaje permite ver muchos detalles, que no tiene reparos en tomar prestado de Gears of War el bamboleo en la vista al correr. Por el contrario, las animaciones de los enemigos no destacan demasiado y pecan de rigidez en algún momento. La expresividad en las secuencias de la historia es buena pero hay personajes en los que la sincronización labial es pura coincidencia.
El apartado sonoro sin poseer una gran banda musical mantiene el ambiente deseado, y los efectos de sonido y gritos son buenos, especialmente estos últimos, que nos pondrán los pelos de punta por su realismo (las amputaciones de cuerpos son constantes). El juego se completa con un doblaje al castellano (con alguna que otra extraña selección de voces en personajes) que conduce mejor la trama y da pistas de las intenciones de nuestros enemigos en los comentarios que estos hacen de vez en cuando.
Conclusiones
Dark Sector es un título destacable que corre el riesgo de quedar tapado por otros lanzamientos largamente esperados, lo cual es una pena, ya que esconde más virtudes que defectos. Como alumno aventajado de los grandes juegos de acción ofrecerá un buen puñado de horas de diversión en el modo solitario y algunas en el multijugador, y la principal novedad, el glide es intuitivo y a los pocos minutos se hace indispensable. La linealidad y falta de algo que rompa con la monotonía de la acción son sus únicos puntos negros, pero en ese sentido Dark Sector no engaña: ofrece lo que promete. Debería hacerse un hueco en la colección de cualquier jugador amante del género, no como un título de primera línea, pero si como buen entremés hasta la llegada de los lanzamientos más importantes del año.
Redactor
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