Análisis Those Who Remain, terror, luces y ojos azules (PC, Xbox One, PS4)

Siempre hemos defendido el trabajo que los estudios independientes han hecho para recuperar el género del terror cuando las grandes producciones lo usaron y se olvidaron de él. Ahora, con el miedo de moda, son estos estudios independientes los que podrían intentar hacerlo avanzar, pero en su lugar nos encontramos con decenas de juegos demasiado similares entre sí, que hacen poco o nada por innovar y que, una vez más, van a acabar por saturar su propio mercado. No son todos, ni mucho menos, pero Those Who Remain es uno de esos títulos que, si bien entretenido, no ofrece nada particularmente rompedor.

El camino de la luz

Those Who Remain es un juego de puzles y exploración en primera persona con, por supuesto, toques de infiltración en un ambiente de terror. Básicamente, vamos a recorrer diferentes escenarios buscando la manera de progresar, ya sea encontrando objetos o encendiendo luces.

Al más puro estilo Alan Wake, tendremos que ir iluminando el camino para avanzar, ya sea pulsando un simple interruptor en una habitación, o encendiendo un generador para que dé luz a un campo. A diferencia del juego de Remedy, las zonas oscuras se ven pobladas inmediatamente por unas siluetas de ojos azules que, personalmente, creemos que funcionan muy bien, creando un entorno incómodo.

El componente de puzle llega con las realidades alternativas. Encontraremos ciertas áreas a las que accedemos a través de unos portales que son una suerte de versión onírica del mapa principal, donde podemos interactuar con elementos que de otra manera son inaccesibles. Por ejemplo, una tabla está bloqueando la luz de un coche, y la sombra que genera se llena de estas criaturas enemigas. Si encontramos el portal a la realidad alternativa, podemos mover la tabla e iluminar ese camino en la «realidad». Son ideas interesantes, y aunque muy limitadas (sólo hay una opción clara) son divertidas de resolver.

Luego, tenemos la infiltración. La mala noticia es que existe y, como nos temíamos, no aporta nada; la buena noticia es que no es demasiado intensa, y es relativamente fácil darle esquinazo. Por último, hay una serie de decisiones narrativas en las que se nos expone un caso –por ejemplo, un caso de acoso escolar– y nos encontramos con los dos protagonistas. El espíritu de la niña abusada nos cuenta los abusos, mientras que las notas que vamos encontrando nos cuenta la historia del abusador. En nuestra mano estará perdonar o castigar al abusador, y lo que hagamos determinará nuestra historia.

El camino de la oscuridad

La base nos parece buena, pero como suele pasar en muchos juegos similares, la ejecución no lo es tanto. A veces es necesario asomarte a una habitación para ver si hay un interruptor a mano y encenderlo, ya que es la única manera de avanzar. No hay una opción de asomarse, como en otros juegos en primera persona, sino que tenemos que ir entrando en la habitación poco a poco hasta que vemos el interior. Si entramos demasiado (o si, simplemente, no es la habitación en la que tenemos que entrar), las siluetas nos cogen, morimos y vamos al principio del nivel. Da igual que hayas avanzado hasta un punto relevante en la historia, como cuando la niña te presenta al acosador y tu rol como juez; si mientras buscas las notas entras un centímetro más de la cuenta en una habitación, toca empezar ese nivel desde cero.

Aparte de este problema de diseño, creemos que los puzles no se usan demasiado bien. Hay algunos que, incluso si son simples, funcionan bien, pero muchas veces vamos a vernos dando vueltas, abriendo cajones y puertas esperando encontrar el objeto de turno. Preferimos cuando hace algo sencillo bien –hay un momento en el que necesitamos iluminar un sótano, y nos damos cuenta de que una caja en el exterior está bloqueando la luz y tenemos que salir a moverla–, que cuando nos tiene dando vueltas como pollos sin cabeza para buscar la siguiente llave.

Lo artístico contra lo técnico

Those Who Remain nos ha gustado mucho artísticamente, creemos que las localizaciones y la ambientación están genial –de hecho, hay algunas muy interesantes que no os vamos a destripar–, pero técnicamente... no está a la altura. La versión de Xbox One X es un auténtico despropósito, y de media funciona a 15-20 imágenes por segundo. Nos han prometido que hay un parche en camino, pero hemos esperado un par de días tras su lanzamiento y seguimos sin la actualización. Hemos probado también la versión de PS4 Pro, y las cosas no mejoran demasiado, aunque es más jugable.

Este rendimiento tan atroz es una pena, porque hay escenarios muy interesantes y guiños a clásicos del terror. En el caso de Xbox One X, pensamos que funciona a 4K (y HDR, por si fuera poco), y habría sido mucho más interesante que funcionase a menor resolución y con mejores efectos gráficos para permitirnos disfrutar de estos entornos, pero con esta tasa de imágenes a veces hasta marea un poco. Hay otros aspectos igualmente terribles, como las animaciones faciales, por llamarlas de alguna manera. Sólo os vamos a decir que parece que los personajes tienen pico en vez de boca. Pero bueno, entendemos que es un juego independiente de bajo presupuesto, y hay limitaciones.

Para terminar, tenemos un apartado sonoro que confía con acierto en el silencio, y que sabe ponernos los pelos de punta con sonidos extraños que llegan de cualquier parte. La música brilla por su ausencia, algo que no nos parece necesariamente negativo. Those Who Remain nos llega con voces en inglés y textos en castellano; textos tan terribles como el rendimiento, pero que al menos nos permiten seguir la historia.

El poder de juzgar

Aunque lejos de ser particularmente original en nada de lo que hace, Those Who Remain es un juego entretenido, que sabe crear una buena atmósfera de terror e implementar algunas ideas curiosas. Es una pena que su rendimiento sea tan horrible, pero los desarrolladores aseguran que un parche está en camino para solucionarlo. Si os interesan los juegos de exploración y puzles en un ambiente de terror, este título puede ser una buena opción para llenar algún vacío, pero no esperéis nada fuera de lo normal.

Hemos realizado este análisis en Xbox One X con un código de descarga proporcionado por Heaven Media. También hemos probado la versión de PS4 Pro.