Análisis de The Forest (PC)
Después de cuatro años en acceso anticipado, llega el lanzamiento de The Forest, videojuego de supervivencia y creación que definió ciertas reglas del género y, aunque llega sin muchos cambios y con una evidente falta de frescura jugable, su constante evolución lo ha convertido en uno de los survival más divertidos y emocionantes. El early access comenzó en mayo de 2014 cuando Endnight Games, una pequeña empresa afincada en Vancouver, quiso llevar a cabo una propuesta de supervivencia inspirada en películas de terror clásicas que dejará en el jugador un poso de desesperación y oscuridad.
Sobre estas bases se articula una historia simple pero llena de matices, algo que no descubriremos mediante complejas líneas de diálogo, sino directamente interactuando con nuestro entorno. El título parte de la premisa de que tras sufrir un accidente aéreo con nuestro hijo y ver cómo lo secuestran, quedamos abandonados en un territorio desconocido en el que habitan tribus caníbales y temibles mutantes. A partir de aquí nuestros objetivos principales serán sobrevivir y recuperar a nuestro hijo.
Un territorio inhóspito
La supervivencia en un mundo hostil es el concepto básico de The Forest, teniendo que descubrir cómo hacerlo mediante la intuición, ya que hay una ausencia casi completa de tutoriales. Lo primero será mantener nuestra salud estable, algo para lo que será fundamental comer y beber regularmente. Para ello podremos recolectar frutas del silvestres, llenar la cantimplora, comer productos procesados o cazar y cocinar animales. Gozar de una buena salud nos permitirá aumentar la resistencia y mejorar nuestro nivel de vida, pudiendo morir si somos incapaces de conseguir los sustentos necesarios.
Para garantizar nuestra seguridad, ya que inicialmente solo tendremos un hacha y un mechero, deberemos ir obteniendo materiales para construir objetos más elaborados. Para ello podremos talar árboles, cazar animales o recoger ramas, piedras y todo tipo de complementos repartidos por el territorio. Mediante un sencillo menú de creación iremos combinando los objetos del inventario para fabricar arcos, pistolas, antorchas e incluso armaduras.
En este sentido, uno de los grandes aciertos es que la supervivencia comenzará como algo sencillo y acabará convirtiéndose en una compleja aventura de exploración destinada a descubrir multitud de misterios. Esto es posible gracias a una equilibrada curva de dificultad y a un aprendizaje muy paulatino, pudiendo enfrentarnos con naturalidad a todo tipo de desafíos.
Otro de los puntos clave de la jugabilidad es la construcción de refugios; Para ello tendremos que recolectar distintos materiales, usando después una elaborada Guía de Supervivencia que nos permitirá fabricar con sencillez tanto edificios como estructuras defensivas y decoraciones, pudiendo con ello defendernos de las amenazas enemigas. Además, también podremos optimizar nuestra supervivencia con huertos y criaderos de animales, los cuales serán muy útiles para autoabastecernos y no tener que cazar.
Entre los peligros a los que tendremos que enfrentarnos estarán los caníbales, una compleja y numerosa sociedad de humanos hambrientos de carne que, aunque inicialmente se mostrarán poco hostiles, con el paso del tiempo (y según nuestra actitud hacia ellos) empezarán a atacarnos de forma asidua. Estos enemigos no tienen una gran inteligencia artificial, pero utilizarán diferentes estrategias para rodearnos o destruir nuestras fortificaciones, por lo que acabar con ellos puede ser una tarea complicada.
También encontraremos mutantes, seres terroríficos que habitan las profundas y extensas cuevas (aunque a veces también saldrán a la superficie) y cuyo origen es uno de los principales misterios de la aventura. Estos enemigos serán más agresivos y resistentes, y cada uno de ellos tendrá patrones de comportamiento definidos, algo que hará los enfrentamientos más complicados y emocionantes.
Otro aspecto a destacar es el gran trabajo realizado en la construcción de este enorme mundo abierto, y no solo por dotarlo de vida con animales, plantas, cambios meteorológicos, ciclos día/noche y distintos tipos de enemigos, sino también por haber creado un diseño de niveles (tanto en la superficie como en las cuevas) intuitivo y que sin ayudas es capaz de guiarnos con naturalidad. A nivel jugable nos encontramos con un sistema de control preciso, aunque por momentos demasiado básico. En lo relativo a la progresión, aquí no tendremos complejos árboles de desarrollo ni un arsenal infinito de armas, sino una serie de herramientas, objetos artesanales y armas rudimentarias, por lo que será nuestra habilidad la que marque la diferencia.
Disfrutando con amigos
La experiencia de supervivencia y creación puede verse potenciada por la colaboración con otros jugadores. Para ello se incluye la opción online de jugar hasta 8 usuarios, número que puede aumentar si contamos con un servidor privado. Gracias a ello podremos explorar las cuevas con seguridad, reunir mayor cantidad de materiales y construir edificaciones más elaboradas. Sin duda, aunque es igualmente disfrutable en ambas vertientes, la posibilidad de jugarlo en cooperativo aumenta la diversión, aunque a costa de reducir la tensión propia de la supervivencia en solitario.
Descubriendo la oscuridad
Uno de los puntos fuertes del videojuego es su notable diseño artístico y su fantástica capacidad de inmersión. Desde el primer momento sentiremos que estamos en un mundo hostil cuya historia se desarrolló antes de nuestra llegada, teniendo ahora que descubrirla para poder sobrevivir. Gran parte del mérito de esta ambientación recae en el sobresaliente uso de la luz, destacando el acabado tenebroso de localizaciones oscuras como las cuevas o la propia noche. Esta iluminación también ofrece momentos preciosos gracias a las transiciones día/noche y los cambios climáticos en tiempo real.
El principal problema es que el título no cuenta con una gran optimización visual. De esta forma, no solo necesitaremos un ordenador muy potente para obtener la mayor calidad gráfica, sino que incluso con un hardware avanzado encontraremos caídas constantes en la tasa de fotogramas por segundo, algo inadmisible de cara al lanzamiento final y que se agrava sustancialmente si nuestro ordenador es menos potente.
En cuanto al sonido, The Forest incluye una banda sonora ambiental que sabe enfatizar los momentos de tensión y también ofrecernos melodías relajadas cuando estemos tranquilos.
Conclusiones
The Forest se ha convertido por méritos propios en uno de los principales referentes del género de la supervivencia en PC y, aunque sus cuatro años en acceso anticipado han eclipsado notablemente su fuerte irrupción inicial, seguimos estando ante un videojuego muy bien diseñado que mezcla perfectamente investigación, recolección, crafting y supervivencia, obteniendo con ello una experiencia realmente emocionante. A esto le debemos unir una atmósfera muy conseguida que ofrece altas dosis de tensión y misterio, y una narrativa que evita los diálogos vacíos para transmitirnos la historia mediante pistas, teniendo que sacar nuestras propias conclusiones en una trama más compleja e interesante de lo que en un principio podría parecer.
Entre los puntos negativos encontramos un videojuego mal optimizado (incluso para ordenadores de gama alta), que ha perdido gran parte de su frescura después de un desarrollo excesivamente largo. Pese a todo, estamos ante un título muy recomendable para los fans del género que todavía no lo conozcan y para todos aquellos que busquen una experiencia de supervivencia exigente y terrorífica tanto en solitario como en cooperativo.
Hemos realizado este análisis con un código digital para Steam facilitado por Endnight Games.
Fe de erratas: en el texto originalmente ponía que el juego está completamente en inglés, pero sí tiene traducción en español, disculpad las molestias.