Análisis de Obscuritas (PC)
Decíamos con The Guest que los juegos de puzle en primera persona son uno de los géneros favoritos del panorama independiente por varias razones, entre ellas la ausencia de animaciones complejas, inteligencia artificial y otras cuestiones que pueden plantear dificultad cuando se dispone de pocos recursos. El terror, casi abandonado por las grandes superproducciones, es también muy del gusto de estos desarrolladores y no es difícil ver que puzle y horror casen bien.
Obscuritas es una nueva aventura que encaja en esta descripción.
Una aventura gráfica en primera persona con un ligero gusto al susto barato, no por ello menos efectivo, que se lanza en Steam y en formato físico con un precio de 20 euros.
La historia comienza cuando Sarah recibe una carta de un viejo tío que ha fallecido. Lo bueno: ha heredado una gran mansión. Lo malo: este no es un cuento feliz y agradable, ya desde el jardín exterior queda claro que se trata de un caserón abandonado que hace años pudo ser un lugar precioso; ahora no tiene más que polvo, suciedad, iluminación deficiente y esa característica impresión de un lugar donde hay vida en décadas. Su anterior dueño también ha creído divertido plantear una serie de pruebas que debemos superar si queremos pasar del hall principal.
A lo largo de la exploración encontramos notas de información que amplían un poco el argumento u ofrecen ideas de lo que deberíamos hacer a continuación. Incluye textos en español y niveles de dificultad que afectan a la cantidad de pistas que se reciben en forma de pensamientos de la protagonista. En general Obscuritas no es un juego difícil, pero investigar el entorno y recordar cada frase de información es muy importante si no queremos quedar bloqueados en el primer obstáculo.
El desarrollo de los puzles no esconde ningún misterio, se trata de ir recogiendo llaves y algún objeto clave para interactuar con el escenario. Parecido a un Resident Evil clásico, parte de las puertas están bloqueadas y tu única opción es ver que hay en las accesibles. No hay gestión de inventario, ni combinación de elementos, así que se trata de colocar figuras o decoración en puntos concretos del escenario o resolver acertijos, como la cifra de una caja fuerte. Ninguno de estos retos es especialmente original o brillante, pero como decimos, hay que prestar atención a lo que se cuenta.
Obscuritas debe su nombre en latín a la oscuridad de su ambientación. No todos los interruptores funcionan correctamente, lo que nos obligará a hacer dos cosas: encender velas siempre que dispongamos de cerillas o sacar una linterna. En el terreno menos ortodoxo también se puede subir el ajuste del brillo a costa de perder atmósfera y sacar a relucir más las limitaciones gráficas, y no es un consejo gratuito. La iluminación es floja y por culpa de la linterna que consume pilas a una velocidad pasmosa, empezará a parpadear y perder fuerza a los pocos minutos. Cuando toca dar vueltas por el ala de la mansión sin luz se convertirá en un problema.
Hay que decir que Obscuritas está lejos de ser un juego gore o explícito, de hecho hace bien en no intentarlo porque sus gráficos no dan para esa credibilidad. Apuesta por el terror sicológico, aquel en el que no siempre pasa nada pero sólo por el miedo a que suceda ya pone los pelos de punta. Casi desde el principio nos enseña que hay que estar preparados para sobresaltos bruscos: abres una puerta y sale una rata con el consiguiente sonido estridente, entras en una habitación y salta el despertador, aparece un fogonazo… La verdad es que toda esta colección de trucos es bastante simple, pero mentiríamos al decir que no surte efecto. En la mayoría de ocasiones es peor la tensión mientras esperas un ruido a lo que realmente sucede.
Obscuritas no es una secuela directa de Pineview Drive, pero el equipo detrás es el mismo y comparte muchísimos puntos con aquel, positivos y negativos. Obscuritas está mejor planteado, y es una buena noticia que los creadores demuestren su experiencia escuchando las críticas de los jugadores o puliendo aquello mejorable por plena consciencia de sus errores, pero todavía peca de algunas decisiones de diseño un poco cuestionables que hacen la jugabilidad más incómoda. Por ejemplo, en aquellos puzles consistentes en mover un objeto –un jarrón, una caja…- sólo podemos llevar uno simultáneamente, no se acumulan en el inventario. Esto se traduce en algunos paseos extra para mover la decoración a su sitio correspondiente.
El guardado es automático y sólo al superar ciertos puzles importantes –caso de abrir una nueva zona-. ¿Has avanzado parte de una prueba y quieres salir? Pierdes el último tramo de juego, que pueden ser perfectamente 20 minutos, o continúas hasta no se sabe cuándo. Por su carácter de aventura gráfica una vez sabes la solución es un paseo, pero repetir una parte ya hecha sólo porque no se pudo guardar es, como mínimo, molesto.
Otras críticas van más orientadas a su modestísimo apartado técnico, muy similar al del juego de 2014. Los exteriores disimulan un poco mejor las carencias gráficas, pero en ningún caso aparenta más que un título de la generación 128 bits con mejores texturas y algún que otro efecto. Es una lástima que sus creadores no hayan utilizado un motor accesible como Unreal Engine 4 que podría maquillar más el resultado. El sistema de iluminación se beneficiaría mucho con tecnología más avanzada, por cuestiones artísticas y para ofrecer más calidad tanto en salas con luz como aquellas oscuras.
Al igual que Pineview Drive hay otro problema que debemos resaltar: su mala optimización. Sin jugarlo en un ordenador puntero, pero sí lo suficiente para correr con holgura lanzamientos más vistosos, Obscuritas rinde a una tasa de imágenes baja incluso en la configuración gráfica media. Teniendo en cuenta que no es un título que incluya costosos efectos de postprocesado, este es un fallo relativamente importante –afecta a la experiencia- al que se debería prestar más atención.
El sonido es un protagonista necesario en cualquier juego de terror y aquí no lo es menos. No hay grandes melodías, obviamente lo que destaca es el uso de notas o golpes en el momento preciso para crear ambiente. Falta mucho para alcanzar la maestría desasosegante de un Silent Hill, sin embargo no se puede negar que cumple su papel con oportunos ruidos.
Conclusiones
Obscuritas tiene mimbres para lograr un éxito relativo en Youtube, es el típico juego con público ansioso por ver las reacciones del usuario, para sufrir con él o por las risas. Analizado fríamente, está lejos de ser una brillante aventura gráfica, de atrapar por su historia, de ser recordado por su horror más allá de dos o tres sustos, y la presentación muestra una calidad gráfica irregular –bastante decente para un juego indie, lastrado por un motor gráfico obsoleto-.
¿Buscas una experiencia ligera que te ponga de los nervios? ¿Te gustó Pineview Drive o lanzamientos del estilo? En ese caso, es posible que Obscuritas sea de tu gusto. A veces hace falta muy poco para meter miedo.
Hemos realizado este análisis con un código de descarga que nos ha proporcionado Koch Media.