Análisis de How to Survive (PC, Wii U, Xbox 360, PS3)
Creednos cuando decimos que estamos tan hartos de los zombis como vosotros. Las modas están bien, pero como dice el refrán, lo poco gusta y lo mucho cansa. Y de zombis hemos tenido, tenemos, y seguiremos teniendo muchísimo. Pero de vez en cuando alguna propuesta se desmarca dentro de esta temática, y nos ofrece una experiencia digna de ser disfrutada incluso dentro del hastío zombi que muchos padecemos. Recordamos, sin ir más lejos, una propuesta un tanto similar, State of Decay, uno de los juegos que más éxito ha cosechado recientemente en Xbox Live, y aunque éste no alcanza su nivel, también se hace un hueco digno de atención en la distribución digital.
How to Survive nos lleva hasta la orilla de una de las islas de un archipiélago colombiano, cuando un naufragio nos abandona a nuestra suerte en tierra de zombis. Tendremos que, vistos en esta nada favorecedora situación, aprender a "cómo sobrevivir", haciendo referencia al título del juego. Tras elegir a uno de los tres personajes disponibles, comenzará How to Survive. Os contamos qué hace que este juego se merezca una oportunidad.
Preparándonos para el fin
How to Survive parte de la mecánica básica de un dungeon crawler y un twin-stick shooter. Así, tendremos que recorrer escenarios más o menos laberínticos acabando con enemigos que salen a nuestro paso, con un control basado en los dos sticks para movernos y apuntar, y con un sensible componente rolero que, aunque a priori pasará desapercibido, acabará siendo más importante de lo que pensamos. Los tres personajes mencionados –Kenji, Abby y Jack– tendrán diferentes estadísticas con perfiles bien definidos, siendo así cada uno ideal para un estilo de juego, en función de si preferimos fuerza, resistencia, agilidad...
Cada uno de estos personajes tendrá características diferentes que se podrán mejorar, de manera automática, según subimos de nivel en el juego, y que son salud, resistencia, precisión y fuerza. Aparte, subir de nivel nos permitirá ampliar o mejorar nuestras habilidades, repartidas en diferentes ramas. Estos valores se verán posteriormente alterados por nuestras necesidades fisiológicas, que en este juego serán la sed, el hambre, el sueño o la fatiga. Al más puro estilo Los Sims –salvando las tremendas diferencias– tendremos que evitar que nuestro cuerpo llegue a sus mínimos, ya que esto se reflejará en nuestro estado, y condicionará nuestro rendimiento a la hora de apuntar, golpear, correr...
Las dos claves más importantes que diferencian este juego de otros de la competencia son la apuesta por la "simulación" –entrecomillada, ya que es bastante relativa dentro de lo arcade de la experiencia–, así como la posibilidad –o mejor dicho, la necesidad– de recoger, administrar, combinar, y usar todo tipo de elementos para crear comida, medicinas, armas, armaduras... y poder salir de este archipiélago con vida.
Lucha por la supervivencia
El miedo a una epidemia zombi se ha hecho latente en nuestra sociedad actual, y hay comercializadas varias guías para prepararnos y que esta hipotética epidemia no nos coja por sorpresa. Por suerte, en How to Survive nuestro amigo Kovac ha escrito su propia guía, y nos irá ilustrando en clave de humor los factores más importantes que, a modo de tutorial, nos enseñarán las mecánicas básicas del juego. Los tutoriales se concentran de una manera quizás algo molesta al principio del juego, y se expanden poco a poco según progresamos.
En general, How to Survive es un juego bastante accesible, que premia más la estrategia y el buen hacer del jugador que su habilidad con el mando o la velocidad a la que machaca los botones. A la hora de combinar los objetos, encontraremos repartidos por la isla unos planos que nos dan la clave para poder crear nuevas armas o curas, aunque el menú sólo nos permite combinar los objetos compatibles entre sí, por lo que podemos probar sin tener que perder mucho tiempo realizando, nunca mejor dicho, combinaciones imposibles.
La misma estrategia y buen hacer será necesario para mantenernos fuertes e hidratados. Es decir, podemos beber agua de pozos –pero no del mar, por ejemplo–, así como almacenarla en botellas para emergencias. Pero combinándola con frutas nos podemos preparar una especie de refresco que será mucho más efectivo, y que además nos recuperará algo de salud. Lo mismo sucederá con la comida. Las bacterias de la carne cruda nos acabarían matando, por lo que necesitamos cocinarla. Y eso se aplica a las plantas curativas, las armas, etcétera, y suponemos que os podéis hacer una idea clara de cómo funciona la idea en sus diferentes aspectos.
Convirtiéndonos en un superviviente
Las primeras horas de juego serán un poco de adaptación, y nos prepararemos para el desafío, que realmente despega cuando llegamos por primera vez a la cuarta isla, la más grande del archipiélago. A partir de este momento tendremos que planificar con mucha más calma cada movimiento, tener siempre recursos a mano, las armas adecuadas, etcétera. How to Survive cuenta con dos modos principales de dificultad, normal y "Iron Man", y mientras que en el primero la cosa llega a ponerse complicada, en el segundo se convierte casi en un desafío constante.
Aun en los momentos de más acción, How to Survive nos hace pensar, ya que encontraremos diferentes tipos de zombi a los que necesitaremos atacar de diferentes maneras. Ciertos zombis explotan, por lo que es necesario atacarles desde una distancia prudencial. Otros, por ejemplo, llevan chaleco antibalas, por lo que necesitaremos un arma que pueda darles justo en la cabeza –es decir, una pistola en lugar de una escopeta, por mencionar un caso–. Enumerando otras variantes, encontraremos en determinado tipo de zombi es especialmente peligroso por la noche, o animales zombi, más resistentes y peligrosos que los normales, y cuya carne, encima, no podremos consumir.
Como veis, How to Survive pone un planteamiento variado dentro de sus mecánicas, y habrá momentos de verdadera tensión en los que será imprescindible ir muy bien preparados. Por ejemplo, para acceder a un refugio –sitio en el que podemos dormir y encontrar algunos recursos– será necesario activar una alarma que atrae a todos los zombis circundantes, algo que será un verdadero desafío ya avanzados en el juego. Os recomendamos, eso sí, que si queréis de verdad vivir una experiencia de supervivencia, en la que cada movimiento cuenta, y en la que el uso de los recursos es vital, juguéis en el modo Iron Man, sensiblemente más exigente que el modo normal.
Otros aspectos
How to Survive ni quiere, ni tiene, ni necesita un apartado gráfico brillante para cumplir su cometido. Podríamos calificarlo de correcto en lo visual, con buenos efectos de iluminación y escenarios bien diseñados, si bien es cierto que las paupérrimas animaciones emborronan en muchos casos el conjunto. Salvo este aspecto –que con la tecnología actual creemos que se podría haber mejorado fácilmente sin muchas complicaciones– el resto de lo visual simplemente funciona, como una pieza más en el puzle. Lo mismo sucede con el sonido, que pasa bastante desapercibido.
En lo que respecta al control, ya mencionamos anteriormente que era bastante accesible. A veces vemos que impactamos a nuestros enemigos que están fuera de nuestro alcance por apenas unos milímetros en pantalla, o los enemigos ponen a prueba su nula inteligencia artificial –que sí, que son zombis, pero se limitan a ir en línea recta hacia nosotros independientemente de lo que haya en su camino–, pero en general no encontraremos problemas graves a la hora de jugar. Comentar que las misiones se limitan a buscar a alguien y a recoger un objeto abriéndonos paso entre los no muertos, algo que puede hacer que la aventura tenga algunos momentos de tedio algo mejorables.
Además, poder disfrutar de la historia con un amigo offline añade mucha diversión a la experiencia. Es difícil darle una duración concreta de la campaña, ya que sale una media bastante amplia que variará dependiendo de si hacemos las misiones secundarias, si morimos más o menos, si jugamos en normal o en la dificultad Iron Man... pero no creemos que, jugando sin prisa, lo completéis en menos siete horas, que se pueden extender fácilmente gracias a todos esos factores mencionados. Aparte del modo historia tenemos el modo desafío, con pruebas que nos animarán, dentro de situaciones controladas, a escapar de la isla de turno. Estas misiones se pueden jugar tanto en solitario como en cooperativo local o a través de internet, y añaden más contenido al que nos ofrece la campaña.
Más zombis, pero no otro juego más
Los amantes de los zombis tienen un catálogo extensísimo para elegir, pero de vez en cuando, un juego llama la atención incluso al público que no tiene especial interés en los muertos vivientes. How to Survive combina la acción, el rol y la estrategia en un título con buenas ideas y que, sobre todo, funciona. El toque de la supervivencia, forzarnos a gestionar nuestros recursos y obligarnos a utilizar diferentes armas y tácticas para los enemigos crean un conjunto que satisfará a los aficionados que busquen una propuesta de este estilo.
La repetitividad de las misiones y la falta de campaña online –os aseguramos que con un amigo, aunque sea local, es mucho más divertido e intenso– ponen el pero en How to Survive. No es un juego revolucionario ni que nos vaya a marcar de por vida, pero ofrece mecánicas interesantes en lugar únicamente de aprovechar el tirón zombi, y además, divierte y cumple con lo que promete.