Bethesda nos ha sorprendido con el anuncio de The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered y su lanzamiento inmediato para PS5, Xbox Series y PC. A pesar del título de "remasterizado" que le otorga la propia compañía, lo cierto es que se va un paso más allá, con la introducción de un montón de novedades, no solo en lo relativo al apartado gráfico, sino en lo concerniente a la jugabilidad.
Se han añadido nuevas líneas de diálogo y efectos sonoros, el sistema de dificultad se ha mejorado, la progresión se ha retocado, se introducen cambios en la interfaz de usuario... y luego hay modificaciones incluso más profundas que atañen al sigilo y a las propias mecánicas de combate. Todo por supuesto sin menospreciar el mayor cambio de todos, el gráfico, ahora potenciado con la ayuda del Unreal Engine 5.
The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered y su potente reforma gráfica
Esta versión de The Elder Scrolls IV: Oblivion sigue siendo el mismo videojuego que el aparecido originalmente en el año 2006, un RPG que con esta versión recibe una potente inyección de novedad en forma de importantes cambios. El más evidente viene por parte del motor UE5, algo que puedes comprobar nada más ejecutar el juego, modernizando el apartado técnico original con abundantes mejoras en modelados, nuevas texturas en alta definición y un sistema de iluminación dinámica que cambia dependiendo de la situación, apoyándose en la tecnología ray-tracing. Todo en 4K y 60 imágenes por segundo.

Se han añadido detalles como sincronización labial, incorporación de más elementos de ambientación (al estilo de insectos), nuevas animaciones para los combates y los NPC, así como un conjunto de modelos de personajes, enemigos y escenarios -en mundo abierto y mazmorras- que han sido creados desde cero. La cinemática de inicio también ha sido recreada, los efectos climáticos como lluvia y nieve han sido mejorados, hay nuevas animaciones para los ataques mágicos, las razas presentan un diseño más definido en términos de apariencia y se añaden nuevas líneas de diálogo para todas las razas con más voces que antes, potenciando así el trasfondo narrativo del juego.
Cuando pones imágenes frente a frente, te das cuenta de que todo ha cambiado de forma más que notable. En entornos abiertos, la vegetación gana en densidad y viveza, así como el realismo del agua. En entornos cerrados, salen a relucir los sombreados y efectos como el fuego, que ilumina estancias con total realismo. La geometría y nivel de detalle de los escenarios se encuentran a otro nivel en muchos de los enclaves icónicos del juego original, obteniendo un apartado gráfico de nueva generación.

La interfaz también ha sido optimizada para la ocasión, con un nuevo sistema de menús que mejora la visibilidad, tanto dentro como fuera de la partida. El mapa del mundo ahora presenta una mayor claridad y contraste en la representación de sus iconos. En general, se ofrece mayor información en pantalla y es más sencillo navegar entre las distintas opciones disponibles. Todo eso sin perder la estética de pergamino que teníamos en el juego original.
Oblivion Remastered y su renovada jugabilidad
En todo lo relativo a la jugabilidad, también se introducen un montón de novedades. La cámara en tercera persona ahora puede colocarse sobre el hombro y ofrecer una perspectiva más actual, al tiempo que se realizan ajustes sobre el control del personaje para que resulte más natural. Para acompañar a esta sensación se integran nuevas animaciones para caminar, saltar, nadar... También hay animaciones de combate que mejoran las sensaciones a la hora de atacar o bloquear, así como disparar el arco.

Se introduce la posibilidad de esprintar, una característica que hace la exploración más satisfactoria. Pero aún más importante es que la progresión ha sido reformada para que se parezca más a lo experimentado en otros juegos más recientes como The Elder Scrolls V: Skyrim. En este sentido, se pueden mejorar aspectos como la fuerza, velocidad, voluntad, inteligencia, resistencia, personalidad o suerte, dando a los jugadores una perspectiva más familiar. Además, esto se acompaña de un creador de personajes con nuevos modelos y posibilidades, como escoger el origen de nuestro protagonista.
En cuanto al sistema de sigilo, ahora el indicador de visibilidad se ha adaptado igualmente a lo que teníamos en Skyrim, con un ojo que se va abriendo y cerrando lentamente para indicarnos nuestro grado de exposición ante los enemigos. Otra novedad importante la encontramos en el sistema de dificultad. En el juego original había un control deslizante para ajustarlo, pero aquí se ofrecen directamente 5 niveles de desafío, desde el más fácil al más difícil. Dependiendo del grado escogido, los enemigos presentan distinta salud y causan más o menos daño.

Todo esto se acompaña de otro conjunto de mejoras de calidad de vida, al estilo de zonas de autoguardado adicionales, la posibilidad de incrementar el tamaño de los textos, el ajuste del campo de visión para hacerlo más amplio, así como la asignación de atajos a la cruceta del mando. En realidad, hay muchísimos detalles y es difícil identificarlos todos, como por ejemplo nuevos sonidos de entorno y la asignación de diversos efectos como el eco, por citar solo un ejemplo.
Añadido a todo esto, tenemos la incorporación de las expansiones originales, Caballeros de los Nueve e Islas Temblorosas, con nuevas misiones y un mapa aparte. En total son 120 gigas en que se nota que se ha realizado un esfuerzo intenso para traer The Elder Scrolls IV: Oblivion a la actualidad. Está disponible en PS5, Xbox Series y PC (incluido para los suscriptores de Game Pass Ultimate y PC Game Pass).