Análisis de Guild Wars 2 (PC)

Se ha hecho de rogar, pero Guild Wars 2 por fin está entre nosotros. Últimamente no hemos hecho más que llevarnos decepciones con el desarrollo de cada MMORPG que se ha ido lanzando al mercado. Star Wars: The Old Republic, TERA y The Secret World (los tres más importantes aparecidos en los últimos meses), han sido tres juegos muy buenos y con mucha calidad que se están muriendo por su falta de contenido, la mala gestión que han tenido por sus desarrolladores tras los lanzamientos y la necesidad de tener que pagar una cuota mensual para poder jugar. A estos problemas comunes a todos los países también hay que sumarle el poco apoyo que se les ha dado en España, prescindiendo de traducción y de ofrecernos servidores exclusivos para hablar en nuestra lengua.

Teniendo todo esto muy claro, ArenaNet ha preparado un auténtico juegazo que evita la gran mayoría de los errores de sus competidores. Muchos han querido emular el éxito de World of Warcraft, pero la experiencia ha dejado patente que el sistema por suscripciones solo funciona con títulos muy concretos y que lo ocurrido con el gigantesco juego de Blizzard es algo que difícilmente se volverá a repetir. Por tanto, nos encontramos, al igual que con el primer Guild Wars, con un MMORPG sin cuotas, donde pagamos por el juego y nos olvidamos de tener que seguir invirtiendo dinero (al menos hasta que salgan las expansiones) y con una ingente cantidad de contenido tanto para los amantes del PvP como del PvE. Y todo ello traducido en español y con un servidor dedicado a nuestro país.

Redescubriendo Tyria

Al igual que en cualquier MMORPG de hoy en día, lo primero que tendremos que hacer cuando iniciemos el cliente será crearnos un personaje. Podremos escoger entre cinco razas distintas: Charr, Humano, Norn, Sylvari o Asura. Cada una tiene sus características propias, físicamente están muy diferenciadas y nos ofrecerán diversos perfiles para crear a nuestro avatar virtual. La elección de la raza no limitará la de la clase (Guerrero, Hipnotizador, Ladrón, Guardabosques, Ingeniero, Elementalista, Nigromante y Guardián) y a diferencia de los editores que podemos encontrar en otros juegos, aquí tendremos que escoger un trasfondo para nuestro personaje entre las opciones que nos darán. Por ejemplo, podemos escoger que nuestro personaje afronte las conversaciones de una forma agresiva, honorable o usando su encanto, que no sepa quiénes son sus padres o que perdiera una propiedad familiar en una apuesta, cómo se crió, quienes son sus mejores amigos, etcétera.

Las diversas opciones entre las que podemos escoger varían según la raza y se trata de un toque rolero que le sienta a las mil maravillas y es muy bien recibido. Todo esto se debe al alto componente narrativo del que goza el título. Han pasado cientos de años desde los hechos que tuvieron lugar en el Guild Wars original y Tyria ha cambiado mucho. Los dragones antiguos han regresado y con ellos la necesidad de que surja un nuevo héroe que salve al mundo de su inminente destrucción. Tal y como era de esperar, nosotros seremos ese héroe.

La historia personal de nuestro personaje se desarrollará mediante unas misiones que siempre tendrán lugar en instancias individuales (aunque nuestros compañeros de grupo podrán ayudarnos si nos vemos incapaces de superarlas por nosotros mismos). Para las conversaciones veremos una ilustración de fondo bastante sosa mientras los personajes hablan. No es la mejor forma de contar una historia que hayamos visto, y se echan de menos vídeos como los que pudimos disfrutar en títulos como Star Wars: The Old Republic, aunque al final acaban por cumplir su cometido. Eso sí, muy de vez en cuando asistiremos a vídeos realizados con ilustraciones a modo de cómic interactivo en las que se entremezclan personajes poligonales. Ante ellos no podemos más que quitarnos el sombrero, ya que son espectaculares.

En cuanto a la calidad del guion, a este le cuesta un tanto arrancar. A nivel 30 será cuando dé comienzo de verdad, y a partir del 50 será cuando asistamos a momentos realmente interesantes y épicos, que nos animarán a querer seguir subiendo de nivel para continuar la historia. No es que tenga el mejor argumento del mundo, aunque se hace bastante agradable y entretenido, con algún que otro momento épico. Lo que sí que nos ha gustado mucho, es que tengamos que tomar decisiones constantemente. La mayoría simplemente nos llevarán a realizar una misión u otra, aunque hay algunas que tendrán un gran impacto sobre el guion.

Pero si tuviéramos que quedarnos con algo a nivel narrativo de este Guild Wars 2, nos quedaríamos sin duda con su trasfondo. ArenaNet ha conseguido dotar a este gigantesco mundo de una gran historia propia que sirve como telón de fondo para todas nuestras aventuras, donde se libraron multitud de guerras en el pasado, los conflictos entre las razas están a la orden del día, cada cultura es completamente distinta y esconde multitud de secretos, guiños al anterior juego, etcétera. Probablemente disfrutemos más descubriendo la historia que hay detrás de cada lugar de Tyria que viviendo las aventuras y desventuras de nuestro héroe.

Entrando ya en lo que es el plano jugable, Guild Wars 2 rompe con el clásico sistema de misiones para subir de nivel y nos ofrece una interesante alternativa. Aquí no tendremos que buscar a un NPC que nos encargue matar diez ratas o recolectar siete espadas piratas. Repartidos por el mapa podremos encontrar unos lugares marcados con un corazón (podremos dar con su localización gracias a unos personajes con un catalejo sobre su cabeza o llegando a ellos directamente).

En cada una de estas zonas podremos realizar diversas tareas con el fin de acabar rellenando una barra y "completar" el corazón para llevarnos una suma de experiencia muy apetecible. En un mismo sitio pueden pedirnos que matemos los enemigos hostiles que nos encontremos por la zona, que juguemos a tirarnos bolas de nieve con los niños y que recolectemos las reliquias que encontremos por el suelo. Nosotros decidimos cuáles de esas tareas queremos realizar para completar el corazón. Generalmente siempre encontraremos la opción de matar o recolectar algo, aunque también hay lugar para otro tipo de misiones más variadas, como una en la que nos hacen invisible y tenemos que ir de un lado a otro sin que nos detecten los guardias, u otra en la que nos transforman en una pantera de las nieves para cazar como uno de estos animales.

Suelen hacerse muy entretenidas y por lo general no nos aburriremos subiendo de nivel. A esto también ayuda otro de los grandes aciertos del juego: los eventos dinámicos. En cualquier momento puede tener lugar un evento por el mapa en el que podemos participar todos los jugadores que nos encontremos en la zona. Estos suelen ser de escolta, de matar un jefe, de recolección, o de aguantar oleadas de enemigos evitando que roben algo. Completarlos da mucha experiencia y al participar todos los jugadores, suelen acabar siendo eventos masivos muy divertidos. Además, algunos de ellos incluso nos recompensarán con objetos de gran calidad, como uno en el que tenemos que matar a un gigantesco dragón ante el cual no seremos más que meras pulgas. Dependiendo de nuestra actuación nos llevaremos una recompensa mayor o menor, ya que al terminar un evento se nos dará una puntuación de cobre, plata u oro.

Estos eventos son posibles gracias al sistema de loot y de claim del que hace gala el juego. Si golpeamos por lo menos una vez a un enemigo, aunque le estén pegando otras 20 o 50 personas, nos llevaremos la misma experiencia que habríamos ganado si lo hubiéramos matado nosotros solos y cada uno se llevará sus propios objetos de ellos, estemos en grupo o no. Esto significa que ya no nos pelearemos más con el resto de jugadores para poder matar enemigos, al contrario, lo habitual es que estemos casi siempre colaborando con ellos para poder ir más rápido, y de paso también se evitan los típicos conflictos para repartir los mejores botines que obtengamos.

Por si todo esto fuera poco, en Tyria encontraremos una gran cantidad de puntos por interés, puntos de teletransportes, vistas y puntos de habilidad que descubrir. Cada uno que encontremos nos reportará experiencia, y si encontramos todos los de un mapa y completamos todos sus corazones, se nos recompensará con un cofre con mucha experiencia y objetos muy interesantes. Gracias a esto la exploración se convierte en un auténtico vicio y disfrutaremos descubriendo hasta el último rincón de Tyria. Mención especial a las vistas, ya que para llegar a ellas tendremos que practicar parkour extremo y superar secciones muy plataformeras que nos han encantado y que nos han obligado no solo a tener habilidad saltando, sino a investigar para averiguar por donde acceder a ellas.

Una característica muy curiosa es la del ajuste de nivel. Dependiendo de la zona en la que nos encontremos, se nos ajustará el nivel al de ese lugar, aunque solo si tenemos más del recomendable. Por ejemplo, si estamos en una zona de nivel 5 y en realidad somos 20, nos bajarán al 7 cuando estemos por allí, aunque si somos nivel 5 y vamos a una de nivel 20, no nos subirán. Esto está mejor medido de lo que puede parecer, ya que podremos seguir usando nuestro equipo, habilidades, y mantendremos nuestros rasgos, por lo que notaremos que seremos más poderosos, pero evitando que aparezca un evento dinámico de un jefe y lo matemos de un espadazo, arruinando la diversión al resto de jugadores.

Con esto, podéis haceros una idea de lo divertido y entretenido que resulta subir de nivel en Guild Wars 2. Difícilmente pararemos quietos más de dos minutos, corriendo de un evento dinámico a otro, buscando los puntos de interés del mapa, y completando todo tipo de encargos. Antes también mencionamos los puntos de teletransporte, y es que moverse de un sitio a otro es un auténtico gustazo. Siempre que no estemos en combate, bastará con que abramos el mapa y pulsemos sobre un punto de teletransporte que hayamos encontrado anteriormente para teletransportarnos instantáneamente a esa posición a cambio de una pequeña suma de dinero, eliminando de un plumazo las larguísimas pateadas y esperas sin hacer nada de otros títulos para ir de un lugar a otro ya visitado.

Su sistema de combate también es otro de sus puntos fuertes. Lo primero que llama la atención es que nos encontramos ante un sistema que mezcla la fijación de objetivos con uno libre. Esto quiere decir que podemos marcar nuestros objetivos como en casi cualquier otro juego del género, pero no será un requisito para hacer habilidades. Si pulsamos una habilidad nuestro personaje la realizará independientemente de que haya algo fijado o no, y si por medio golpeamos a algún enemigo, se llevará el daño habitual.

Pero lo realmente interesante lo encontramos en su sistema de armas. Cada clase puede llevar unas armas específicas. Las teclas del 1 al 3 se corresponden con el arma que tengamos equipada como principal, y el 4 y el 5 se corresponden con la que tengamos en la mano secundaria. Si tenemos un arma de dos manos usará las cinco teclas para sus habilidades. Esto significa que dependiendo de la combinación de armas que tengamos equipadas, nuestro estilo de juego variará por completo. Además, por si esto fuera poco, podremos tener equipados dos sets de armas, y con la simple pulsación de una tecla cambiar de uno a otro, permitiendo adaptarnos a muchas situaciones distintas según lo que llevemos equipado. Señalar que para el combate subacuático no podremos usar armas normales, sino que tendremos que recurrir a equipo diseñado específicamente para cuando estemos debajo del agua, como fusiles submarinos o tridentes.

Por otro lado tenemos las habilidades de barra. En el 6 (a partir de aquí os recomendamos cambiar las teclas para que podáis llegar cómodamente sin necesidad de usar el ratón) tendremos nuestra habilidad de curación, 7, 8 y 9 serán nuestras habilidades normales y el 0 será nuestra habilidad élite. Mientras que las habilidades de armas se aprenden simplemente usándolas, las de barra las desbloquearemos invirtiendo puntos de habilidad. Estos los obtendremos encontrándolos por el mapa y subiendo de nivel. Hay que señalar que las habilidades de barra no cambian al hacer el cambio de un arma a otra y tienen diferentes propósitos, por lo que conviene estudiarlas bien. En las Fs (F1, F2, etcétera) encontraremos otras habilidades de clase con usos muy distintos. Por ejemplo con el guerrero podremos realizar grandes ataques, mientras que con el Elementalista cambiaremos de un elemento a otro (y con ello, todas nuestras habilidades).

También cabe destacar que cuando morimos, se nos dará una última oportunidad para levantarnos. Estando en el suelo tendremos cuatro habilidades. Si conseguimos matar a un enemigo antes de que una barra llegue a cero, alguien nos ayuda, llegamos a la superficie si combatimos debajo del agua, o rellenamos la barra de vida con una de las habilidades sin que nos interrumpan, volveremos a levantarnos y a entrar en combate. Si caemos varias veces seguidas, las siguientes que nos levantemos lo haremos con cada vez menos vida inicial.

Además, si pulsamos una dirección dos veces, rodaremos para hacer un movimiento de esquiva. Esto nos consumirá una porción de una barra de energía que solo usaremos para este fin, ya que aquí no hay barras de recurso para hacer nuestras habilidades como podría ser la clásica de puntos de magia (aunque hay algunas clases que sí tienen las propias suyas para realizar las de las Fs). Finalmente, por cada nivel que obtengamos a partir del 10 ganaremos puntos de rasgos que podremos invertir en mejorar nuestro ataque, defensa, vida, etcétera, de forma permanente, a menos que compremos un libro para reiniciarlos y poderlos reasignar. En definitiva, tenemos un sistema de combate muy dinámico, ágil, que nos obliga a estar casi siempre en movimiento, con mucha profundidad de juego y basado totalmente en nuestra habilidad.

Como era de esperar, también se ha añadido un sistema de profesiones y artesanías que nos permitirá crear nuestros propios objetos. No es tan profundo como el que hemos podido ver en juegos como Final Fantasy XI o Everquest 2, pero tiene la suficiente chicha como para ser mucho más interesante que el de la gran mayoría. Podremos subirnos las profesiones que queramos, y para ello tendremos que recolectar todo tipo de materiales (no hay profesiones de recolección, simplemente nos bastará con tener equipadas las herramientas adecuadas para poder talar árboles, recolectar ingredientes de las plantas y picar las menas de minerales). Podremos descubrir nuevas recetas experimentando, subiendo de nivel o mediante recetas, y lo normal será tener que refinar los materiales primeros, crear las diversas partes del objeto qué queremos crear (por ejemplo, si queremos hacer una espada, tendremos que fabricar primero su mango y su empuñadura) y finalmente construirlo.

En lo que respecta al comercio del juego, este se realiza mediante el bazar, una especie de casa de subastas que durante estos primeros días ha estado en mantenimiento, pero que ya parece que empieza a funcionar más o menos bien. Es fácil de usar y bastante cómoda. También existen diversos tipos de divisas. Por un lado podremos comprar gemas con dinero real o con el oro que ganemos en el juego. Estas gemas nos permitirán comprar ventajas tales como más espacios para crear personajes o más huecos en nuestro banco o en nuestro inventario. Finalmente tenemos el karma, con el que podremos comprar ciertos objetos a determinados vendedores. Este lo obtendremos principalmente con los eventos dinámicos.

ArenaNet tampoco se ha olvidado de los amantes del PvE y las mazmorras. Este es otro aspecto en el que Guild Wars 2 rompe con lo habitual en el género, y es que a pesar de que el desarrollo de estas instancias es muy similar a lo visto hasta la fecha (avanzar, matar jefe, saquearlo, y a por el siguiente jefe), la forma de encararlas cambia completamente, ya que se ha prescindido de la habitual trinidad de Tanque, DPS (daño) y Healer (curandero). Aquí todo el mundo puede curarse, resucitar a los demás y cumplir diversas labores, aparte de que no existe un sistema de amenaza de los enemigos como tal y tenemos que tener cuidado de esquivarlos y de evitar todo el daño posible si nos fijan como objetivo.

Tendremos dos modos para superarlas: historia y exploración. El primero sería el modo normal, donde podremos descubrir el argumento principal de la mazmorra, mientras que en exploración la dificultad aumenta, hay mejores objetos, y se abren nuevas rutas alternativas. Ya os avisamos que estas mazmorras no son precisamente fáciles y piden mucha cooperación, estrategia y coordinación, por lo que si os gustan los retos, os sentiréis como en casa, ofreciendo un punto de dificultad muy bien recibido. No son imposibles, pero sí largas y exigentes. Lo que sí echamos de menos es un buscador de grupos para no tener que recurrir al canal general de una zona para buscar gente.

Otro aspecto muy importante de Guild Wars 2 lo encontraremos en los clanes, ya que el nombre del juego no es fortuito precisamente. Mientras más actividades hagamos representando a un clan, iremos ganando para el mismo puntos de influencia que luego podrán invertirse en realizar mejoras para los miembros de la guild, como que ganemos más experiencia, estandartes personalizados con nuestro emblema, más espacio para el banco del clan, etcétera.

Entrando ya en lo que es la faceta competitiva del título, os avisamos de que no existe PvP outdoor, es decir, no nos podremos enfrentar a otros jugadores cuando recorramos Tyria. Gracias a esto, subir de nivel es algo bastante placentero y nadie nos fastidiará una misión o un evento dinámico. Puede que haya gente a la que esto no le guste, pero considerando cómo está planteado el título, ciertamente nos parece un acierto.

Por tanto, si lo que queremos es pegarnos de tortas, tendremos varias opciones. Lo primero que destaca, es que cuando entramos en una zona de PvP automáticamente subiremos a nivel 80 y se nos dará un equipo acorde a ese nivel, por lo que todos los jugadores empezaremos en igualdad de condiciones, reduciéndose todo a la habilidad y al trabajo en equipo. Podremos participar en diversos campos de batalla donde el objetivo será conquistar bases para ganar puntos, en torneos y en Mundo contra Mundo.

Jugando iremos aumentando nuestro rango y ganando puntos de gloria, los cuales nos permitirán comprar nuevos objetos. De todas las opciones competitivas que tenemos, sin duda la de Mundo contra Mundo es la que consigue marcar la diferencia con el resto de juegos del género (sin desmerecer a las partidas en campos de batalla, que también saben enganchar como ellas solas) y lo que alza a Guild Wars 2 como uno de los títulos PvP más interesante que podemos encontrar en el mercado actualmente. Aquí entraremos en un gigantesco campo de batalla con cientos de jugadores donde tendremos que hacer equipo con los miembros de nuestro servidor para enfrentarnos a los jugadores de otros servidores, protegiendo nuestras bases y conquistando las rivales, todo ello en asedios a gran escala, con maquinaria de guerra incluida. Mientras más territorios conquistemos, más mejoras ganaremos para nuestro servidor.

Un bello mundo donde vivir aventuras

Guild Wars 2 es probablemente el MMORPG más impresionante que hemos visto hasta la fecha a nivel técnico. Los escenarios tienen unas dimensiones realmente gigantescas, la distancia de dibujado es enorme, los modelados de los personajes y sus animaciones son excelentes, las texturas tienen muy buena resolución y la dirección artística es fantástica. Los escenarios son realmente bonitos y es un placer para los sentidos moverse por ellos, además de ser muy variados: montañas nevadas, bosques, cuevas, desiertos, etcétera. Además, está muy bien optimizado y podemos configurar una gran cantidad de parámetros para poder jugar de forma fluida en una amplia gama de equipos.

Por pedir, nos habría gustado que las distintas zonas del mundo no estuvieran dividas por instancias, ya que cada vez que tenemos que pasar de una a otra tendremos que hacer una brevísima carga, y que provocan que muchas veces acabemos en un servidor de exceso. Hablando de los servidores de exceso, son la alternativa que ha encontrado ArenaNet a las clásicas colas de espera por sobrepoblación de jugadores. Si hay demasiados jugadores en nuestro servidor, no tendremos que esperar una larga cola sin poder jugar esperando a que nos dejen entrar, sino que nos mandarán a un servidor paralelo al principal donde podremos jugar normalmente y donde nos encontraremos con gente de todos los servidores, hasta que nos dejen acceder al nuestro.

Se hace un poco pesado y confuso el estar pasando de un lado a otro, pero la verdad es que nos ha parecido una decisión realmente buena que nos permite jugar siempre que queramos. Si nos encontramos en un servidor de exceso distinto al de algunos de los miembros de nuestro grupo, bastará con que hagamos click derecho sobre el retrato de alguno de ellos y le demos a unirnos para que podamos jugar juntos mientras esperamos.

El título apenas tiene dos semanas de vida, y es algo que se ha notado durante estos primeros días, donde hemos sufrido diversos problemas técnicos, ya sea de latencia, largas colas de espera para entrar en una partida de PvP, problemas con los clanes y los grupos, misiones que no funcionan, el bazar en mantenimiento, etcétera. Aunque en líneas generales es un juego que ya está funcionando bastante bien y que no nos ha dado problemas realmente graves, además de que ArenaNet está haciendo todo lo posible por solucionar rápidamente los errores detectados.

En cuanto al sonido, Jeremy Soule firma una excelente banda sonora, aunque apenas la oiremos durante el juego y por lo general suelen aparecer los mismos temas musicales. Aunque los que oiremos durante nuestra historia principal y contra los grandes jefazos son dignos de ser escuchados, ya que es ahí cuando la banda sonora desata todo su potencial. El doblaje en inglés también es muy bueno, y agradecemos el hecho de que nuestro personaje hable. De hecho, no solo le oiremos en las conversaciones, sino que depende de lo que ocurra en pantalla hará un comentario u otro. Se emocionará al descubrir nuevas zonas, se quejará de que hace mucho frío cuando le congelen, etcétera.

Como ya dijimos al principio del texto, el título nos llega con todos los textos en español, aunque sería más apropiado decir "casi todos", ya que nos encontramos con una buena cantidad de textos en inglés que todavía necesitan ser traducidos (no suelen ser muy importantes, pero es algo que tenemos que señalar), y alguna que otra traducción resulta algo rara o errónea, como que el nombre de enemigos masculinos aparezcan en femenino y cosas así, pero nada que nos impida realmente disfrutar del título y de su historia.

Conclusiones

Guild Wars 2 viene pisando fuerte y dispuesto a marcar su territorio dentro del competido mercado de los MMORPGs. Un título con muchísimas cosas para hacer, impresionante a nivel técnico, con una dirección artística excepcional, innovador, con un PvP soberbio, con un sistema de combate único, en español y sin cuotas. ArenaNet tiene en sus manos una de las grandes esperanzas del género y su éxito o fracaso acabará dependiendo del rumbo que decidan tomar con el título durante los próximos meses, aunque ya de salida tienen a uno de los más firmes candidatos a mejor juego del año para PC, disfrutable y asequible tanto por los jugadores más veteranos y dedicados como por los más casuales y con menos tiempo. Las puertas de Tyria están abiertas, y con ellas, la entrada a un bello mundo donde vivir aventuras inolvidables.