Análisis de Grow Home (PC)

Reflections Interactive, ahora Ubisoft Reflections, son principalmente conocidos por haber creado la saga Driver, aunque también desarrollaron juegos como Destruction Derby y han participado en prácticamente todos los títulos reciente de Ubisoft con algún componente de conducción, tales como Far Cry 3, Watch Dogs, The Crew o el futuro Tom Clancy's The Division. Ahora, el estudio sorprende con un título que nadie se esperaba de ellos: un colorido y original plataformas.

Hablamos de Grow Home, un título que, aseguran, está "hecho con mucho amor". De hecho, este juego era un proyecto interno del estudio que nació sin intención de convertirse en un juego para comercializar, sino que simplemente se pasaban entre los miembros de diferentes equipos de Ubisoft por diversión. Puntualmente acabó llegando a los ejecutivos de la compañía francesa, quienes decidieron convertirlo en un pequeño título de corte independiente y lanzarlo.

Crece hasta casa

Grow Home es un juego que en su título no guarda sólo un juego de palabras, sino también la idea principal de su propuesta, ya que se trata de un título de plataformas y exploración en el que tenemos que conseguir hacer crecer una planta gigantesca que nos lleve hasta "casa". Sus mecánicas principales pasan por saltar y escalar, mientras intentamos encontrar una especie de cristales repartidos por el entorno, los cuales se irán volviendo más accesibles según hacemos que la planta crezca.

El juego introduce una mecánica similar a la que hemos visto en Octodad: Dadliest Catch, aunque menos alocada y mucho más controlable. La idea es que nuestro protagonista, BUD, puede agarrarse prácticamente a cualquier superficie, y que lo hace con cada una de sus manos asignadas a los botones superiores de mando, ya sea LB o LT, y lo mismo con los de la parte derecha. Con un pequeño indicador diferenciado por el color, rojo o azul, sabemos qué mano se agarra a la superficie en la que se proyecte. A pesar de que pueda parecer complicado, creednos, es muy cómodo y sencillo, si bien es cierto que tiene su truco, que es la clave del juego.

Poco a poco iremos aprendiendo algunas habilidades más, las cuales son dependientes del escenario. Por ejemplo, coger una flor nos permitirá planear durante unos segundos –aunque ésta puede almacenarse en una mochila y usarla en diversas ocasiones–, o utilizar las hojas de la "gran planta" como trampolín para ascender rápidamente sin depender de la escalada. Además, cada vez el avance es más desafiante, si bien nosotros somos más hábiles con B.U.D. (Botanical Utility Droid), creando un equilibrio bastante interesante.

Para potenciar esa sensación de progreso, durante la aventura podemos conseguir activar unos portales de teletransporte (abriéndolos poco a poco con nuestro sistema de agarre), algo que nos deja movernos cómodamente por el escenario, y que agradeceremos enormemente cuando nos caigamos desde un punto alto de nuestra escalada. También conseguiremos nuevas habilidades según recogemos cristales, como la posibilidad de alejar la cámara (algo útil para encontrar más cristales o planear nuestro próximo movimiento) o un propulsor, que es útil prácticamente para todo.

Buenas sensaciones

La verdad es que nos alegra que Ubisoft haya decidido apoyar a Reflections, tanto por Ubisoft como por Reflections, e incluso por nosotros mismos. La compañía francesa ya ha demostrado confiar en proyectos más pequeños, los cuales suelen, dicho sea de paso, suelen tener una muy buena acogida entre crítica y público, pero el estudio no había tenido demasiadas oportunidades de demostrar su buen hacer fuera del terreno de la conducción. De hecho, ya dijimos que este proyecto evolucionó de manera interna, y lo hizo mientras trasteaban con un sistema de animaciones procedurales.

Grow Home nos transmite buenas sensaciones, de algo hecho, tal y como sus propios creadores decían, "con mucho amor". Es original, muy fresco y con mecánicas que lo hacen desafiante a la vez que divertido, frustrante a la vez que adictivo. Es uno de esos títulos que, además, confía en el jugador, así que en nuestra mano está experimentar y descubrir para qué sirve la flora local, que nos deparará alguna que otra sorpresa.

La parte más negativa es que el control no siempre responde bien, y que es cierto que no es demasiado largo, ya que puede completarse en unas cuatro horas, aunque tenemos que señalar que si queréis conseguir el cien por cien, la duración aumenta notablemente. De todos modos, las sensaciones que nos deja tras haberlo completado son muy positivas, y al final es con lo que nos quedamos.

Aspectos audiovisuales y técnicos

Como veis por las imágenes, Reflections ha dotado a Grow Home de mucha personalidad, creando un mundo muy colorido y original, y apostando por unos polígonos sin texturas ni sombreado, casi volviendo a la época del primer Virtual Fighter. Esto no sólo le da mucho carisma, sino que además hace que funcione en cualquier ordenador razonablemente actual sin problemas.

Como decíamos antes, el juego nació de experimentar con un sistema de animaciones procedurales, algo que podemos ver con claridad al trepar –donde a veces hace cosas raras–, y al correr, donde la inercia modifica el movimiento y la trayectoria de nuestro personaje. En cualquier caso, se ve que es un título experimental con cosas por pulir y otras no demasiado desarrolladas, pero con una jugabilidad sólida y divertida.

La Ubi que nos gusta

En los últimos años, Ubisoft parece que tiene dos caras muy diferentes: la de la gran compañía ambiciosa que está dispuesta a todo por lanzar sus Triple A a tiempo, y otra mucho más amable, dispuesta a probar cosas nuevas, más pequeñas e innovadoras propias de cualquier desarrollador independiente. Además, si sois de los que lleváis años jugando a títulos de Reflection, creemos que puede haceros hasta ilusión ver de lo que es capaz esta compañía fuera de la conducción.

Con o sin Ubisoft y Reflection detrás, Grow Home es un gran juego "independiente", no en el sentido de tener un gran estudio, de tener editora o no, sino de probar cosas nuevas, de tener ideas frescas y de hacer juegos divertidos y con mucha personalidad. Sabe atrapar al jugador, y a pesar de que a veces su control se hace un poco frustrante –aunque está hecho así a propósito– y no es demasiado largo, creemos que es una de esas experiencias que se merecen una oportunidad antes o después.