Análisis de Champions of Anteria (PC)
El nuevo juego de Ubisoft que hoy analizamos es uno de esos claros ejemplos de cómo las buenas ideas pueden acabar por echarse a perder fácilmente por falta de ambición y talento a la hora de ejecutarlas. Desde su concepción, Champions of Anteria nunca ha estado destinado a convertirse en un gran superventas, pero, como mínimo, se esperaba que supiera ofrecer buenas dosis de diversión a los fans de los títulos de estrategia.
Sin embargo, en Blue Byte se han conformado simplemente con hacer un juego meramente "cumplidor" y casi sin alma, de esos que cuando juegas no te molestan ni te desagradan demasiado, pero que nunca te invitan ni incentivan a querer volver para continuar con tus aventuras.
Reconquistando Anteria
Para quienes no sepáis nada de él, decir que estamos ante un juego que busca combinar la gestión de ciudades por turnos y la estrategia en tiempo real a la hora de batallar, todo ello sazonado por multitud de elementos roleros, una mezcla que promete mucho más sobre el papel que en la práctica.
Su historia nos lleva a Anteria, un reino que ha sido conquistado por las fuerzas del mal y que, como no podía ser de otro modo, nos tocará salvar reconquistando poco a poco sus territorios en una gran campaña donde tendremos que decidir cómo nos queremos expandir, qué pueblos queremos atacar y cuándo queremos fortalecer nuestras defensas para resistir los envites enemigos.
Todo esto lo planificaremos por turnos sobre un gran mapa. Desde aquí, podremos decidir qué edificios construir (y dónde), cuáles mejorar y nuestros pasos a seguir. Todo lo que hagamos en esta parte del juego, además de permitirnos avanzar en la historia, nos servirá para mejorar a nuestros héroes, ya sea comprando objetos consumibles, forjando nuevo equipo, etcétera.
El problema está en que la cantidad de opciones de gestión que tenemos son relativamente escasas, por lo que no hay demasiada profundidad estratégica y, al final, con preparar bien a nuestros personajes, ya lo tendremos casi todo hecho. A la larga, se trata de un apartado extremadamente sencillo que no tarda en acabar por volverse muy aburrido y poco satisfactorio para cualquier veterano en estas lides.
Por otra parte, las batallas se resuelven en unos mapas no demasiado grandes donde, desde una perspectiva cenital, tenemos que controlar a un grupo de tres héroes para cumplir los objetivos que nos pidan, como defender una posición, reconstruir una torre o acabar con el general de turno.
Cada personaje tiene sus propias afinidades elementales y habilidades únicas, por lo que tendremos que buscar posicionarlos correctamente y darles buen uso a sus técnicas. Para facilitar todo esto se puede pausar la acción para dar las órdenes con tranquilidad, al más puro estilo de juego de rol clásico, como Baldur's Gate o Dragon Age: Origins.
Lo más importante de su sistema de combate radica en la rueda de elementos. Como en otros muchos títulos, aquí cada ataque es afín a un elemento, mientras que los personajes (tanto aliados como enemigos) son débiles y resistentes a ciertos tipos de ellos. De este modo siempre tendremos que buscar el utilizar las técnicas a las que sean débiles nuestros rivales, algo que en un principio parecía que iba a dar pie a estrategias más o menos interesantes, aunque con el paso de las horas y a medida que nuestros héroes aprendían movimientos especiales y hechizos, acabamos por desbloquear técnicas con todos ellos que nos permitían destrozar incluso a los rivales ante los que más débiles debíamos ser.
Por desgracia, esto rompe un poco el equilibrio del juego y, al final, nos dará igual cómo formar nuestro grupo antes de una misión, ya que todos acabarán siendo efectivos contra casi todos los elementos, restándole profundidad al sistema de combate. Y si encima os preparáis bien en la fase de gestión para equiparlos decentemente y suministrarles suficientes objetos consumibles, las batallas acabarán por convertirse en algo meramente rutinario.
El mayor problema viene cuando nos damos cuenta de que los mapas en los que se desarrollan estos enfrentamientos son siempre los mismos, tanto en diseño como en ambientación. Apenas hay variedad, lo que acaba resultando en una experiencia de juego tan monótona como aburrida. En cambio, las batallas contra jefes finales están mucho más elaboradas y requieren que planeemos bien nuestra estrategia, convirtiéndose, de lejos, en lo mejor del juego.
Pero los errores del juego no acaban aquí, ya que tenemos una IA muy deficiente que no sabe tomar decisiones acertadas y comete multitud de errores. Esto es algo que se nota incluso a la hora de dar órdenes a nuestros personajes, pues nunca saben tomar las rutas correctas para llegar a los sitios que les ordenamos, quedándose atascados con el más mínimo obstáculo que se cruce en sus caminos.
Gráficamente estamos ante un juego muy discreto que hace gala de unos pobres modelados de personajes y unos escenarios demasiado simples y no especialmente elaborados. Además, a nivel artístico nos ha dejado muy fríos, con unos diseños carentes de personalidad y carisma que no han terminado de convencernos en ningún momento. Destacar que las animaciones son extremadamente rígidas y lentas, lo que acaba por ralentizar el ritmo de la acción más de lo deseable.
En cuanto al sonido, tenemos una banda sonora muy escasa y poco variada que acaba por repetirse hasta la extenuación, aunque al menos las composiciones tienen cierta calidad (lo que no las libra de ser algo genéricas). Los efectos adolecen de lo mismo y el doblaje, en inglés nos deja unas interpretaciones muy mejorables y poco convincentes. Eso sí, los textos están en español.
Conclusiones
Champions of Anteria es un juego que nos ha acabado por decepcionar ante la multitud de problemas que arrastra. Ninguna de sus facetas resulta especialmente profunda o atractiva, adolece de problemas técnicos importantes, la variedad de las batallas brilla por su ausencia, la historia es de todo menos interesante y ni siquiera su sentido del humor consigue arrancarnos sonrisa alguna.
A pesar de todo ello y, de algún modo, resulta entretenido de jugar, aunque muy difícilmente conseguirá engancharos como para querer volver tras una dos sesiones. Como título de estrategia para los recién llegados al género puede ser una opción de compra interesante, aunque si buscáis algo con más sustancia, lo mejor será que busquéis opciones mejores.
Hemos realizado este análisis gracias a un código para descargar el juego final que nos ha facilitado Ubisoft.