Franquicia de éxito
Ubisoft lleva desde los últimos años estableciéndose como una compañía puntera en la creación de franquicias de éxito. Es justo recordar Splinter Cell, la recuperación de Prince of Persia o incluso el fallido XIII. En esta senda de creación de propiedad intelectual de prestigio se enmarca el título de Ubisoft Montreal Assassin’s Creed. Nos llega ahora su adaptación a PC que trae todos los niveles y ciudades del juego original incorporando nuevas misiones y adaptándose al control del teclado y ratón.
El título desarrolla un flashback continuo entre el pasado y el presente. Esto da pie a una especie de juego entre la historia y la ciencia ficción, donde tendremos tanto nuestra parte de exploración de las grandes ciudades del levante mediterráneo en el siglo XII (Jerusalén, Damasco, Acre, etc.) como conceptos propios de la más moderna tecnología (sincronización, habilidades psíquicas, etc.). Esto crea una extraña mezcla entre la tecnología punta y el arcaísmo que da un particular encanto al título; más aún gracias al excelente diseño de producción habitual en Ubisoft.
Infiltración medieval
Fuera de las escenas del presente, el juego se focaliza especialmente en el manejo de un asesino en tiempos de las cruzadas. La idea es infiltrarse, realizar distintas misiones y permanecer oculto como método principal de avanzar en la trama. Las ciudades son notablemente abiertas, con una estética deudora de Prince of Persia, y ofrecen un número notable de acciones: desde aquellas relacionadas con el combate como otras más establecidas dentro de la habilidad. Sin duda un repertorio notable para un juego muy abierto.
La trama principal consiste en asesinar figuras importantes dentro del contexto cruzado de la Palestina del siglo XII. Por supuesto, ninguna de estas misiones será sencilla, y poco a poco obtendremos información sobre Altair –el avatar que controlamos- que hará replantearse muchos supuestos. Además de esta trama, existen múltiples misiones que a lo largo de las distintas ciudades podremos activar. Esta es la gracia del entorno abierto: poder perderse entre las callejuelas de la ciudad y encontrar objetivos de acción, combate o habilidad. Siendo casi todas objetivos secundarios, ofrecen una mayor duración al desarrollo y añaden facetas a la jugabilidad. Son, en la versión PC, carreras en los tejados, sabotear mercaderes, asesinar arqueros y detectar a los delatores. Las mejores sin duda son aquellas de habilidad, ya que en la trama principal prima sobre todo las misiones de infiltración, y estas misiones secundarias aportan un toque plataformero muy gustoso para los aficionados de Prince of Persia.
Las misiones alejadas de la habilidad reproducen el modelo Metal Gear de infiltración, estableciendo a Altair como sombra sigilosa que debe evitar a los guardias, y realizar asesinatos precisos. Estos últimos se enlazan con un sistema curioso de moralidad –que recuerda al de The Elder Scrolls: Morrowind- en el cual sufriremos penalización a nuestra sincronización por realizar asesinatos a gente inocente o no establecida dentro de objetivo principal. Y esto, claro, alertará a los siempre atentos guardias de las distintas ciudades.
Tecnología punta
Assassin’s Creed es junto a Crysis el título más espectacular visto en PC. Es difícil enumerar sus virtudes gráficas: tanto de animación, número de polígonos cómo en sus sombreados, texturas y filtros. Un verdadero triunfo que se une, como hemos dicho, a un excelente diseño de producción. Esto además en entornos notablemente abiertos, no tanto como en principio podría parecer, pero muy alejados desde luego del clásico entorno pasillo al que muchos usuarios se han acostumbrado. Por otra parte, el trabajo de animación permite que el control sea muy fluido y las texturas, sombras (incluso en objetos pequeños), aportan unos toques de realismo notable. ¿El coste?
Assassin’s Creed pide como consecuencia un ordenador con unos requisitos altísimos. No es discutible el doble núcleo, menos la RAM, pero es bien cierto que podría haberse optimizado para tarjetas gráficas de menor potencia (las que vienen en los ordenadores de serie). Esto reduce en demasía su espectro de usuarios, y aunque –afortunadamente- se ha optimizado un poco en relación a la beta (sobre todo en bajas resoluciones), la cosa podría mejorar con algún parche.
Cambiando de tercio, el sonido ofrece una notable atmósfera sonora unida a una banda sonora ambiental y un magnífico doblaje al castellano que permite al jugador integrarse en la trama y seguir las cambiantes motivaciones de Altair.
Control versátil
La versión original de Assassin’s Creed combinaba botones para realizar las distintas acciones, siendo en ocasiones bastante confusa. Esto ha cambiado en ordenador, ya que ahora usaremos el ratón para girar la vista y el teclado para movernos. El uso también del teclado para las acciones libera un poco al jugador de las combinaciones, tan engorrosas, y permite una acción más rápida. Por otra parte, la cámara es más precisa usando el ratón, algo que estaba un poco mal implementado en la versión para consolas. Quizá la única tara es una pérdida de inmediatez a la hora de actuar, algo que resiente un poco las secciones de habilidad pero en ningún caso hace al título injugable. El combate, mejorable en cierto sentido, continúa siendo un tanto confuso, pero esta vez los blancos se pueden fijar de manera más sencilla, algo que los jugadores menos avanzados agradecerán.
Difícil y largo
Aquellos que quieran pasar rápidamente la trama de Altair lo tendrán difícil, ya que el juego cuenta tanto con una notable dificultad como un número largo de misiones, tanto de la trama principal como secundarias. De hecho, la curva de dificultad puede ser un tanto alta para el jugador primerizo, aunque luego las misiones siguen una curva bien enlazada. En fin, como en cualquier juego de infiltración, el combate directo es la peor opción y el desarrollo se basa en esconderse, planificar el ataque y salir corriendo una vez realizado. Todo ello sin que nos vean ni los enemigos, ni los guardias ni algún espectador curioso que nos quiera incriminar. En el caso de ser descubierto o planificar una huida, tendremos que acudir a los edificios, a los tejados, para guarecernos y realizar la clásica huida propia de las películas de aventuras. Todo el sistema de saltos está magníficamente implementado, y en ningún caso parece una sección impostada; es quizá uno de los mayores y poco reconocidos éxitos de Assassin’s Creed.
Conclusión
Conversión notable, Assassin’s Creed ofrece en PC todos los elementos del original con una mayor resolución y un control menos confuso. Aparte, se incluyen nuevas misiones que de seguro ampliarán la vida jugable del título para el jugador avezado. ¿El problema? Quizá volver a jugar el mismo título otra vez en PC es un poco monótono, y hubiera estado bien haber ampliado la trama principal de alguna manera. Ahora bien, esto es un fallo menor y desde luego relativo al lado de la tara del desarrollo, la cual es la escasísima optimización para ordenadores medios. Algo mejorada respecto a la Beta, es a pesar de todo escasa y obliga a unos requisitos mínimos excesivos para el jugador común. Así que cualquiera que quiera jugar este título deberá tomarse muy en serio los requisitos recomendados si quiere que su experiencia de juego sea fluida.