Análisis de Resident Evil Revelations (Nintendo 3DS)

Ya está aquí uno de los juegos más esperados de 3DS, que se anunció junto a la consola y del que poco a poco se fueron conociendo nuevos detalles hasta generar la gran expectación con la que cuenta actualmente. No obstante es una nueva y exclusiva entrega de una de las sagas más famosas del mundo de los videojuegos, muy querida por millones de jugadores y que en este nuevo episodio prometía una vuelta a los orígenes.

¿Que cuáles son los orígenes de Resident Evil? Pues el de unas aventuras de terror conocidas como survival horror, un término que popularizó la saga de Capcom y que tuvo mucho auge a finales de los 90 y en la pasada generación, pero que actualmente no pasa por su mejor momento, siendo el género estrella la acción, ya sea desde una perspectiva en primera o en tercera persona. Una ambientación terrorífica, algún susto, puzles y acertijos, una historia muy elaborada, escasez de recursos como pueden ser la munición y los ítems curativos, gestión de un reducido inventario, y una serie de elementos que mezclados derivaban en unas envolventes y apasionantes aventuras que conseguían aunar terror y diversión en un único producto.

Tras varias entregas siguiendo una fórmula de manera bastante fiel, es en 2005 con Resident Evil 4 cuando la saga da un radical y decidido giro hacia la acción, en un título excelente pero un tanto alejado de lo que definió a los primeros juegos de la serie. Con su quinta parte en 2009 continuaron esta línea de manera incluso más radical, y ahora tras ver el tráiler de la sexta entrega que llegará en noviembre, queda claro que la serie hoy en día se puede considerar de acción, habiendo eliminado casi cualquier elemento de survival horror.

Por tanto este nuevo Resident Evil para Nintendo 3DS, por las declaraciones de sus responsables, y la fuerte promoción que está recibiendo en las últimas semanas, parecía una vuelta a algunas de las señas de identidad de la saga, como el terror y los elementos de aventura, y toda una tabla de salvación para los fans más descontentos con el nuevo rumbo que ha tomado la serie. Hemos publicado numerosos avances en los últimos meses, y en ningún momento hemos llegado a tener del todo claro qué era este nuevo Resident Evil; desde las primeras impresiones con una breve demo, con la que nos pareció claramente un juego muy similar a los primeros de la saga, hasta otras más recientes en las que descubrimos un gran peso de la acción por encima de otros elementos.

Y es ahora en este análisis, con el juego ya terminado, cuando podemos afirmar que estamos ante una gran aventura de acción, la mejor sin lugar a dudas de 3DS, con el mejor apartado técnico visto hasta ahora en la portátil, que demuestra que la consola puede dar mucho más de sí de lo que habíamos visto hasta ahora. Pero que no obstante y para no llevar a engaños a nadie, hay que decir claramente que no es una vuelta a los orígenes, ni mucho menos, algo que no es necesariamente malo, pero que sabemos desagradará a más uno que esperaba un juego similar a las primeras entregas de la serie.

Jill y Chris dejan por un tiempo su eterna disputa con Umbrella para protagonizar un nuevo e interesante conflicto

La historia de este episodio arranca realmente en 2004, en una ciudad flotante construida en el mar Mediterráneo con una avanzada y revolucionaria tecnología, alimentada exclusivamente de energía solar, llamada Terragrigia. Un lugar próspero y futurista que el grupo terrorista Veltro decide atacar con una terrible arma biológica, un nuevo virus que se transmite por el agua y que tiene su origen en la antigua corporación Umbrella, causando un auténtico desastre. La FBC (Comisión Federal contra el Bioterrorismo) decide que la única manera de arreglar esta situación es destruir el lugar, de manera parecida a lo que ocurrió en Raccoon City. Un año después de esto es cuando arranca Resident Evil Revelations, con un clima de pánico ante la posibilidad de otro ataque bioterrorista. Jessica Sherawat y Chris Redfield, miembros de la BSAA (Bioterrorism Security Assessment Alliance) están siguiendo la pista a los terroristas de Veltro, y tras perder el contacto con ellos, será cuando tomemos el control de Jill Valentine, una vieja conocida de la saga junto a Chris.

Un argumento que tiene varios protagonistas, distintas localizaciones, incluso saltos temporales jugando eventos del pasado, y que transcurre principalmente entre Resident Evil 4 y 5. Una entrega muy independiente y que poco tiene que ver con el hilo argumental principal de la saga, sin apenas conexión con ningún otro juego de la serie. Para dejar claro esto sin entrar en destripes argumentales, cuando lo terminas piensas que si no aparecieran Chris Redfield y Jill Valentine, y su rol fuera sustituido por nuevos personajes, nada hubiera cambiado de la trama, ya que incluso aunque jugablemente sí, en el peso del guion no son ni los protagonistas.

Una historia entretenida, que te pica a seguir jugando, y que sin ser ninguna maravilla y que como hemos dicho es totalmente prescindible dentro del argumento principal de la saga, cumple perfectamente su cometido para una aventura de acción. Con una narrativa muy televisiva, con muchas secuencias cinemáticas, el juego se divide en doce episodios a los que antecede un "anteriormente en Resident Evil Revelations", que nos resume el argumento hasta el momento. Se puede completar en unas diez o doce horas, dependiendo de la pericia del jugador y sobre todo de la dificultad elegida, y hay que elogiar que jugando en su dificultad por defecto, normal, muchas veces supone un verdadero reto, lo que nos recuerda a los mejores años del género.

Los primeros pasos en el barco con Jill, descubriendo qué ha pasado en ese lugar, enfrentándote a las nuevas deformes y perturbadoras criaturas –no hay zombis en este Resident Evil-, con una agobiante ambientación, y recogiendo llaves y solucionando algún pequeño puzle, traen inevitablemente el recuerdo de los primeros juegos de la saga. Luego comenzamos a tomar el control de otros personajes, como Chris, con momentos más orientados a la acción, jugando en cada episodio siempre con al menos dos personajes distintos, algo que hace el desarrollo muy dinámico y entretenido.

Nos llevamos algún susto, incluso nos perdemos por el barco en sus numerosos camarotes, y el sonido, la música y el ritmo de juego son sin lugar a dudas los de una aventura de terror. Incluso llegado el ecuador de la aventura superamos un buen puzle, que bien podría haber aparecido en los antiguos Resident Evil. Pero llegado cierto punto, cada vez la acción empieza a tomar más protagonismo, la exploración desaparece, el desarrollo se vuelve lineal, y los puzles se marchan para no volver. La acción lo toma todo y es cuando nos despedimos de cualquier atisbo de vuelta a los orígenes, y es también cuando a nuestro parecer, pese a ser un buen juego de acción, brilla menos. Por tanto, un Resident Evil que cuenta prácticamente con un solo puzle relevante en todo el juego -hay unos mini-puzles que se repiten de ordenar un cableado que se resuelven en medio minuto-, que en una gran parte de su desarrollo es muy lineal, y que en un 75% predomina la acción, no creemos que se pueda considerar una vuelta a los orígenes precisamente.

El control se ha adaptado muy bien a las posibilidades de Nintendo 3DS, y se juega perfectamente, ya sea con Botón Deslizante Pro o no –el nuevo periférico que añade un botón extra y un segundo stick y que llega a Occidente con este juego-. Nosotros lo hemos analizado sin este periférico, y no hemos tenido ningún problema, en un título muy flexible y que permite muchas configuraciones al usuario. Las opciones más relevantes a la hora de ajustar el control son elegir si disparar en primera o en tercera persona, algo que de las dos maneras funciona bastante bien, e incluso se puede elegir si queremos apuntar usando el sensor de giro de la consola.

Aunque sin el Botón Deslizante Pro de la sensación de que se puede jugar sin ningún problema y que no hace falta, basta probarlo para darse cuenta de que es una clara mejora. Podemos andar y mover la cámara a la vez, como estamos acostumbrados en cualquier juego actual de sobremesa, e incluso podemos apuntar, disparar y movernos a la vez sin ningún problema, algo que no es tan sencillo sin este periférico. Pero en cualquier caso de las dos maneras se juega muy bien, y se nota que Capcom ha pensado en todas las posibilidades de 3DS para ofrecer el mejor control posible. Hay un problema que no se soluciona de ninguna de las dos maneras –jugado con o sin el Botón Deslizante Pro-, y es que el movimiento del personaje es un poco lento y para cambiar de dirección gira sobre su propio eje. Ningún problema en casi todo el juego, en pasillos y lugares estrechos con enemigos lentos, pero más adelante en algunos lugares amplios y con numerosos hunters atacando, descubrimos un poco la torpeza del control.

Hay un jefe que deja este aspecto muy al descubierto, ya que realiza rápidas embestidas que tenemos que esquivar en un instante, y el control no lo permite con facilidad. En cualquier caso, un movimiento de los personajes no muy ágil ni rápido ha formado parte siempre de la experiencia de los Resident Evil, y es lo que consigue en muchas ocasiones transmitir tensión cuando nos enfrentamos a los enemigos que nos amenazan. Es cuando el juego se vuelve más acción, y menos survival, cuando este defecto un tanto subjetivo sale a la luz, pero que creemos no estropea demasiado la jugabilidad. La pantalla táctil de la consola ayuda a hacer la experiencia más agradable, al mostrarnos el mapa en todo momento y un acceso rápido al inventario, estando implementada con mucho acierto.

Como ya hemos dejado claro, en esta aventura predomina la acción, y hay que jugarlo entero y haber vivido la experiencia completa para darse cuenta de ello, con tramos que ofrecen tensión y momentos survival horror, mezclados con otros muchos, mayoría, que son 100% de acción. Hay algunas situaciones diferentes y hasta sorprendentes dentro de la saga, como escenas acuáticas en las que tenemos que bucear, o incluso momentos sobre raíles disparando a todo lo que se mueve, y sabe ser lo suficientemente variado para no aburrir ni un solo instante y llevarnos de la mano con un ágil ritmo hasta el final.

En anteriores impresiones habíamos comentado lo poco que nos gustaban los nuevos enemigos, masas informes de carne blanca con cero carisma, echando de menos a los zombis, o los infectado de las dos últimas entregas. Hay que decir que según avanzamos en la aventura el repertorio de enemigos va aumentando, con lobos, peces mutantes, hunters y multitud de variantes de las nuevas criaturas, más ágiles y fuertes, y no llegan a cansar, con algún que otro jefe final que nos pondrá en verdaderos apuros. Para hacer frente a todas estas amenazas, tendremos un completo arsenal: pistolas, escopetas, metralletas, rifles, incluso francotirador, y varios modelos de granadas.

Solo podemos llevar tres armas a la vez y el resto se irán almacenando en unos baúles. En estos mismo lugares podemos equipar mejoras a la armas, que encontramos repartidas por los escenarios, como más potencia, capacidad de munición, velocidad de recarga, etcétera, teniendo que decidir cómo "tuneamos" las armas. La cantidad de munición que encontramos no es desbordante, aunque tampoco demasiado escasa, y aquí entra en juego una curiosa herramienta que nos dan al comenzar la aventura: el bioescaner Genesis.

Escaneamos el escenario desde una perspectiva en primera persona encontrando secretos, como munición, o las huellas de una mano que son como un coleccionable. También podemos escanear a los enemigos, o restos de carne putrefacta, y según hacemos esto vamos rellenando un porcentaje que al llegar al 100%, nos premian con un ítem curativo, de los que podemos llevar un máximo de cinco y que cuentan con un acceso directo en la cruceta digital. Para los que nos gusta explorar, y buscar entre todos los recovecos de los escenarios, este aparto entretiene mucho, y escanearemos cada rincón del juego, encontrando abundante munición. Pero a quien no le gusta estar usando este aparato cada vez que llegue a una nueva estancia, tendrá problemas de munición, y entendemos que más de uno se le pueda molestar, ya que pensándolo fríamente, no aporta gran cosa a la jugabilidad, y tan solo se usa en un pequeño puzle, limitándose a ser algo muy secundario.

El juego cuenta con su propio sistema de logros o medallas, y una vez lo superemos, desbloquearemos el modo Asalto. Un modo cooperativo para dos jugadores –tanto local como online- en el que en 21 escenarios que ya hemos visto previamente en la aventura, junto a un amigo, deberemos acabar con una gran cantidad de enemigos hasta llegar a la meta. Desbloquearemos personajes, armas, y hasta podemos comprar todo tipo de objetos con los puntos de bonus que vamos consiguiendo. Hay un sistema de experiencia y subimos de nivel, y los enemigos de este modo cuentan también con su propio nivel de experiencia. Esto provoca que si somos por ejemplo nivel 5, y nos adentramos en un escenario con rivales de nivel 10, las pasaremos canutas para avanzar y tendremos que meter mil y una balas en el cuerpo de los monstruos para que estos caigan al suelo.

Esto provoca que tengamos que repetir alguna misiones varias veces para subir de nivel y poder seguir avanzando, y tenemos que gastar los puntos de bonus sabiamente para equiparnos lo mejor posible. Siendo honestos, por lo que hemos podido jugar a este modo, unas dos o tres horas, no nos parece demasiado divertido. A veces es realmente pesado acabar con los enemigos, que se plantan delante de nosotros sin ningún tipo de ataque elaborado o circunstancia que nos haga emplearnos a fondo y tener que movernos, y tampoco los reducidos escenarios lo permiten. Y cuando aparecen rivales más rápidos que sí provocan que nos tengamos que mover con rapidez, el control no es muy ágil y demuestra ser un poco torpe. En definitiva, el control de un survival y los enemigos de este pasan a un modo que es 100% de acción, y al menos a nosotros no nos parece realmente divertido e interesante, aunque entendemos que a muchos jugadores les gustará y picará, alargando mucho la vida del juego. Después de haber terminado la campaña para un jugador, nos damos cuenta que controlando a cualquiera de los personajes casi siempre hemos tenido un compañero al lado, una pareja, y creemos que se podría haber apostado por ofrecer cooperativo en la campaña, y hubiera sido bastante más interesante que un modo aislado.

Exprimiendo el potencial de 3DS

Ya desde las primeras imágenes y vídeos cuando se anunció el juego, este Resident Evil parecía que iba a sacar partido de todo el potencial de 3DS, y así ha sido, poniendo un nuevo listón dentro del catálogo de la consola, todo un referente. Hasta el momento solo los juegos de la propia Nintendo como Super Mario 3D Land o Mario Kart 7 habían demostrado hasta dónde podía llegar 3DS, siendo muy discutible el esfuerzo y trabajo de las desarrolladoras externas. Capcom y su motor gráfico MT Framework, saca los colores al 95% del catálogo de la consola, en un juego que se ve impresionante, ya sea con o sin el 3D activado.

Es uno de esos juegos, e imaginamos empezará a pasar cada vez más, que pone al jugador en un duro debate interno: jugar o no con el 3D. Con él puesto, la sensación de profundidad es genial, a lo que ayuda una trabajada ambientación, siendo uno de los primeros juegos que en las opciones cuenta con su propio regulador de 3D potenciado –merece la pena probarlo en muy fuerte, aunque vuestra vista no lo aguante, para ver hasta dónde puede llegar este efecto-. Sin él, desaparecen los dientes de sierra y la calidad de imagen es impecable, así que será decisión del jugador qué prefiere. A diferencia de otros títulos, la tasa de imágenes por segundo es la misma con o sin 3D –cercana a los 30 FPS-, y apenas se producen bajadas de rendimiento, aunque las hay.

Por mencionar algún punto negativo del apartado técnico, las secuencias de vídeo no se muestran a una resolución muy alta, y pese a estar bien realizadas, quedan un tanto deslucidas por la calidad imagen. Es el juego que más ocupa hasta el momento de la consola, incluyendo múltiples idiomas, y suponemos que para que entrara todo han tenido que comprimir demasiado los vídeos, estropeando bastante cómo se ven. La música y los efectos de sonido son realmente buenos -imprescindible jugarlo con cascos-, y junto a los gráficos crean una atmósfera muy buena, con momentos de mucha tensión.

Es el primer juego de la saga en llegar con audio en castellano, contando con un completo selector de idioma que nos permite cualquier combinación de audio y subtítulos, pudiendo poner las voces hasta en japonés. Sobre el trabajo hecho en nuestro idioma, nos ha gustado bastante, como siempre con personajes y momentos con más o menos acierto, pero rozando en casi todo momento el notable. Capcom hasta ahora no doblaba sus juegos, y este no parece que vaya a ser el primero y el último, ya que Resident Evil: Operation Raccoon City que llegará en marzo también contará con voces en nuestro idioma, y por lo que parece estamos ante una nueva política de la compañía nipona, que esperamos y creemos se mantendrá con la sexta entrega.

Una gran aventura, demostrando de lo que es capaz Nintendo 3DS

Un juego que en el mismo momento se su lanzamiento se convierte en un referente dentro del catálogo de la consola, por diferentes motivos. Referente técnico, demostrando técnicamente hasta dónde puede llegar la consola, cuando todavía no ha cumplido un año, y que creemos después de verlo algunas compañías se sonrojaran y se lo pensaran un poco a la hora de realizar determinados juegos. Referente como aventura, con un título exclusivo de una saga tan popular y querida que cuenta en esta entrega con una elaborada historia totalmente original, que introduce un montón de nuevos personajes, no habiendo hasta el momento ni una aventura que le pueda hacer sombra dentro del catálogo de la consola. Aprovechando todas las posibilidades del control, incluido el nuevo periférico, con un exhaustivo uso del 3D, con modo cooperativo tanto local como online, no se puede decir que Capcom no haya trabajo concienzudamente en el juego, habiéndolo dado todo para ofrecer un gran título.

Su único punto negro, y no para todos los jugadores, es que no es la prometida vuelta a los orígenes que muchos esperaban, lo que pueda decepcionar si las expectativas son las de encontrarse con un survival horror como las primeras entregas de la saga. Por momentos nos recuerda a esos juegos, y rememoramos cuánto nos gustaban, pero no tarda mucho en devolvernos a la realidad y decirnos a gritos que los tiempos han cambiado, y que ahora lo que se lleva es la acción a raudales. Cuanto más aventura y juego de terror es, más brillante e interesante nos parece, y cuando se centra en la acción, más mediocre se vuelve. Una pena, ya que si hubiera apostado por lo primero en todo su desarrollo, creemos podría haber llegado más alto, al menos a la hora de satisfacer a los más jugones, que no comercialmente.

Al final, se queda a medio camino entre las últimas y las primeras entregas de la serie, en una peculiar mezcla, que quizás no satisfaga a los que buscan solo acción, y tampoco a los que buscan un survival horror, pero que sí encantará a los que simplemente se quieran divertir con una buena aventura de acción en su 3DS, en uno de esos juegos que en caso de tener la consola es casi imprescindible jugarlo. Puede que Capcom ya nunca vuelva a los orígenes, pero tampoco nos quejaremos demasiado mientras siga ofreciendo juegos de esta calidad.