Juegos de Terror para Nintendo 3DS

Silver Falls 3: Down Stars es un videojuego de terror para Nintendo 3DS. Rindiendo tributo a los principales títulos del género como Silent Hill, el juego nos llevará al pueblo de Silver Falls, perdido en las montañas. Un sitio tranquilo para alejarse de la ciudad que va a celebrar su festival anual, una oportunidad perfecta para acampar y disfrutar de la naturaleza. Sin embargo, se han visto unas extrañas luces sobrevolando el pueblo y tres misteriosos objetos han caído desde los cielos. Esto ha dejado al pueblo atrapado en el tiempo y una extraña radiación ha convertido a la fauna local en peligrosos seres sedientos de sangre. Los jugadores tendrán munición muy limitada y deberán gestionar todos sus recursos para tener alguna posibilidad de sobrevivir. Las acciones del usuario tienen impacto directo en la historia, con finales muy diferentes según nuestras decisiones, invitándonos a vivir un bucle temporal si acabamos muriendo. Además de la historia, con elementos de puzle, terror, acción y rol, habrá un modo centrado por completo en la acción.

Creeping Terrores un juego para Nintendo 3DS y PC en el que asumimos el papel de una chica de instituto, Arisa, que llega a una vieja mansión con su grupo de amigos. Cuando llegan, sin embargo, descubren que ese edificio está habitado por criaturas monstruosas. Tras un primer enfrentamiento, Arisa despierta en una cueva. Los jugadores deben explorar toda una red de cavernas subterráneas equipados únicamente con una linterna con el objetivo de encontrar una salida del laberíntico entramado y las horribles criaturas que lo habitan.

Corpse Party: Blood Drive, una aventura de rol y acción con tintes de terror, es el final de la historia que comenzó con Corpse Party de PSP en 2010, al que siguió Corpse Party: Book of Shadows en 2013. Nos permitirá controlar a los personajes en solitario y en grupo, explorando el Heavenly Host Elementary School y otras localizaciones con una perspectiva superior 3D, mientras desentrañamos misterios terroríficos y nos enfrentamos a nuestros propios miedos.