Uno de los culpables de la explosión de los juegos independientes en aquel incipiente Xbox Live Arcade, que tantas alegrías nos dio, fue Limbo (2010), un juego que dio muchísimo que hablar, y que abrió muchos ojos. Se lo tomaron con calma sus creadores para volver con un nuevo juego, pero por fin este año hemos podido disfrutar de su siguiente obra, Inside, una aventura conceptualmente muy parecida, pero todavía más redonda, ambiciosa e impactante.
Puzles y plataformas unidos en perfecta armonía para entretenernos en un viaje audiovisualmente alucinante, con unas imágenes tan poderosas que se graban en tu retina, y que enamoran y embelesan, pero también resultan muy inquietantes. Un juego impecable, tan corto como intenso, y solo esperamos que sus responsables no nos hagan esperar otros seis años para disfrutar de su talento.