El primer Watch Dogs fue un enorme éxito de ventas, pero en cambio no dejó satisfecho a todo el mundo. Su secuela ha vendido bastante peor, como si estuviera pagando los pecados del primero, pero aquellos que le están dando una oportunidad están descubriendo un juego de acción en mundo abierto divertidísimo y muy completo, que cambia completamente el tono que vimos en el anterior.
Ahora tenemos un juego más divertido y desenfadado, que transcurre en la luminosa San Francisco, y donde el humor y la crítica social se convierten en sus principales armas para tenernos enganchados y pegados a la pantalla, además de una jugabilidad muy cuidada, con más posibilidades que nunca. Si te gusta el género de los sandbox, deberías darle una oportunidad a Watch Dogs 2, es sin duda una de las sorpresas más agradables de este año.