En un año en el que Nintendo ha dado mucho que hablar con su estreno en los teléfonos móviles, los finlandeses Supercell volvieron a demostrar su domino en este tipo de títulos con Clash Royale, un juego de estrategia que ha enganchado a millones de jugadores de todo el mundo, y que demuestra que se pueden ofrecer buenos free-to-play sin tener que obligar a los jugadores a pasar por cajas para disfrutar decenas de horas.
¿La clave de su éxito? Unas partidas multijugador cortas y dinámicas, perfectas para un dispositivo móvil, y con la profundidad adecuada para complacer al que solo quiere jugar de vez en cuando, como al que se quiere enganchar y jugar incansablemente todos los días. Una mezcla de estrategia, defensa de torres y cartas que ha dado totalmente en el clavo.