El problema de stock de PS5, Xbox Series X y las GPU: Una odisea que se extenderá hasta 2023

Recopilamos las causas que han llevado a la falta de suministro de las consolas y tarjetas gráficas de última generación, una situación que según los fabricantes y los expertos continuará el año que v
El problema de stock de PS5, Xbox Series X y las GPU: Una odisea que se extenderá hasta 2023
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A finales de 2019 y durante los primeros meses de 2020 parecía que solo se hablaba de una cosa. Teraflops, SSD, componentes tecnológicos que transmitían datos a la velocidad de la luz. Cifras y declaraciones que se traducirían en juegos imposibles en las PS4 y Xbox One que ya comenzaban a quedarse cortas para los desarrolladores. PlayStation 5 y Xbox Series X (aún ni siquiera se conocía la existencia de Xbox Series S) estaban a la vuelta de la esquina. Pero cuando aún se estaban confirmando oficialmente los primeros detalles de las consolas de última generación de Sony y Microsoft, llegó la crisis global de la pandemia del coronavirus, y con ella, la crisis de semiconductores o chips que ha puesto patas arriba la economía mundial.

El estreno de la última generación de consolas ha sido extraño. A excepción de aquellos que pudieron reservar una Xbox Series X o una PlayStation 5 cuando Microsoft y Sony lanzaron la campaña de reservas en tiendas antes del lanzamiento, cualquiera que haya querido hacerse con una de las consolas desde noviembre de 2020 ha pasado por un proceso tedioso donde la rapidez y la suerte lo son todo para conseguir el dispositivo si uno no quiere pasar por los especulativos mercados de reventa. La misma situación, agravada por el minado de criptomonedas, ha afectado a las tarjetas gráficas de última generación de Nvidia y AMD, lo que indirectamente ha encarecido las GPU que llevaban ya varios años en el mercado.

PS5 y Xbox Series X stock

La tormenta perfecta: Más consumo de electrónica y menos fabricación

Durante los primeros meses de 2020 la compra de electrónica de consumo creció exponencialmente. La gente necesitaba ordenadores, tabletas y otros dispositivos para trabajar y estudiar. A la vez, los confinamientos y las recomendaciones de aislamiento social llevaron a comprar aparatos electrónicos para el entretenimiento: consolas, televisores, libros electrónicos, barras de sonido y otros dispositivos.

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La demanda, que aunque inferior a los primeros meses de 2020 sigue siendo superior a antes de la pandemia, no se pudo equilibrar con la oferta por varios motivos que han llevado a esta tormenta perfecta. En primer lugar porque las fábricas (la inmensa mayoría en países asiáticos, especialmente en Taiwán) de los chips necesarios para todos esos dispositivos redujeron o pararon temporalmente su producción durante los primeros meses de la pandemia.

En segundo lugar, porque la utilización de chips va mucho más allá de la tecnología de consumo. No solo se usan en teléfonos móviles, ordenadores, tarjetas gráficas y consolas, sino también en televisores, cepillos de dientes, cafeteras, neveras y muchos otros electrodomésticos, además de, por supuesto, la industria del automóvil, fundamental para muchos países que han visto cómo sus plantas de fabricación han tenido que echar el cierre total o parcialmente por la crisis de semiconductores.

Nvidia RTX 3080 Stock

Y tercero, por varios motivos que afectan de manera indirecta a la distribución y a la fabricación de los chips. Las disputas geopolíticas entre Estados Unidos y China, con Taiwán viéndose en medio del conflicto, dificulta los acuerdos entre empresas privadas de países occidentales y orientales. El bloqueo de distribución de los primeros meses de la pandemia aumentó el encarecimiento del transporte, que sigue siendo más caro que antes de la aparición de la enfermedad. Y la sequía de Taiwán afectó a la cantidad de semiconductores fabricados, pues se trata de un proceso que utiliza muchísima agua, una situación que ha impactado a todo el globo por el cuasi monopolio de una sola empresa de ese país en la fabricación de chips.

Una empresa para servirlas a todas

El 75 % de todos los chips del mundo se hacen en Asia. Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) fabrica el 24 % de todos los chips del mercado, un porcentaje que aumenta hasta el 90 % si solo se tienen en cuenta los semiconductores más avanzados: los utilizados en ordenadores, teléfonos móviles, tabletas, y por supuesto, consolas de videojuegos y tarjetas gráficas. Las grandes empresas vinculadas a los videojuegos hacen sus chips con TSMC: Sony, Microsoft, AMD (responsable de los procesadores de PS5 y Xbox Series X/S), Nvidia, Apple, Qualcomm (la mayoría de los dispositivos Android usan los chips de esta marca). Intel fabrica sus propios chips, pero algunos de ellos los externaliza también a TSMC.

Tenemos a una empresa por la que pasa la confección de prácticamente todos los chips de los dispositivos que más se buscaron durante principios de 2020 (ordenadores, tabletas, consolas) en un año en el que debían lanzarse al mercado tres nuevas consolas de videojuegos, además de las renovaciones anuales de los teléfonos móviles y tablets de marcas como Apple. Un cuello de botella brutal: TSMC no es capaz de servir a todos en tiempos prudentes. Los encargos previos tienen prioridad respecto a los nuevos pedidos, y se da prioridad a quien vaya a pagar más (TSMC cobra hasta un 20 % más a las marcas por los chips). Además, por presiones gubernamentales, tanto TSMC como Samsung están priorizando la fabricación de chips para el sector del automóvil.

El analista de la industria tecnológica Neil Campling dijo en marzo que "hay un nuevo nivel de demanda que no se puede mantener" y calificó la situación de escasez de semiconductores como una "crisis". La solución más rápida que a uno se le puede pasar por la cabeza es sencilla: "¡Que abran más fábricas!" Hay un problema: ya se está haciendo, pero los resultados tardarán en verse. Construir una fábrica de chips cuesta mas de 10.000 millones de dólares y lleva como mínimo dos años. TSMC está abriendo una gran fábrica en Phoenix, Estados Unidos. También está colaborando con Sony y el gobierno nipón para abrir una fábrica en Japón. Ninguna de las dos se espera para antes de 2024. Por lo tanto…

Xbox Series Componentes

Las previsiones de las marcas: la falta de stock seguirá en 2022 y quizá 2023

La situación del stock de Xbox Series X y PlayStation 5 no se presenta halagüeña ni para los jefes de los fabricantes de consolas ni para las marcas que hacen chips u otros componentes para las mismas. Phil Spencer, jefe de Xbox, ha dicho: "Creo que, lamentablemente, este problema estará con nosotros meses y meses, definitivamente hasta el final de este año y hasta el próximo año en el calendario [refiriéndose a 2022]".

Jim Ryan, presidente y director ejecutivo de Sony Interactive Entertainment, dijo en el aniversario de PS5: "Tened la seguridad de que estamos centrados en hacer todo lo que esté a nuestro alcance para enviar tantas unidades [de PS5] como sea posible, es algo en lo que trabajamos todos los días en toda la empresa y sigue siendo mi principal prioridad". Sin embargo, el medio económico Bloomberg informó este noviembre de que Sony había reducido la previsión de fabricación de PS5 debido a la falta de suministro de componentes y por problemas de logística.

PS5 resposición stock

Esto último encaja con lo que nos comentan nuestras propias fuentes. Durante los primeros meses de 2022 será más complicado obtener una PS5 en España que en estos momentos, y a lo largo de 2022 será prácticamente imposible comprar una PlayStation 5 acudiendo a una tienda física: seguirán llegando a cuentagotas a tienda en línea. Sony está buscando alternativas en materiales inapreciables para el consumidor para paliar la situación. En agosto se lanzó una ligera revisión de PS5 que quizá tenga que ver con ello.

Las declaraciones de representantes de las compañías tecnológicas corroboran este extremo. Takeshi Kamebuchi, director a cargo de los semiconductores en Toshiba, aseguró que el suministro de chips será escaso hasta al menos septiembre de 2022: "En algunos casos, es posible que algunos clientes no reciban servicios completos hasta 2023". Intel, que está en pleno proceso de entrar en el competido mercado de las tarjetas gráficas para jugadores, asegura que hasta 2023 seguirá el problema: no habrá equilibrio entre la demanda y la oferta; están creando fábricas en Estados Unidos, pero como decíamos, es un proceso que lleva tiempo.

Suministro PS5 y Xbox Series normalidad

Más optimista es Lisa Su, directora ejecutiva de AMD, la empresa responsable del chipset de Xbox Series X/S y PlayStation 5, además de las tarjetas gráficas AMD Radeon y los procesadores AMD Ryzen cada vez más elegidos por los jugadores de PC. La directiva dijo el pasado octubre que en la segunda mitad de 2022 podría mejorar la situación gracias a la apertura de las primeras nuevas fábricas. Aun así, cuando se empiecen a fabricar más chips, hay otro escollo según los expertos: los fabricantes de consolas son incapaces de competir (en cantidad de pedidos y en cuánto pagan por ellos) con los gigantes tecnológicos dedicados a negocios más lucrativos, principalmente los teléfonos móviles.

Así las cosas, no parece que vaya a ser fácil hacerse con una PlayStation 5, una Xbox Series X o una tarjeta gráfica Nvidia GeForce RTX o AMD Radeon RX en los próximos meses. Al menos, nos queda el consuelo de que la gran mayoría de los videojuegos que llegarán en 2022 serán intergeneracionales, esto es, con versiones que se podrán jugar en PS4 y Xbox One (o incluso en Switch, a veces con versiones en la nube) a cambio de disfrutarlos con peores gráficos, mayores tiempos de carga y otras concesiones. Pero lo importante es que nadie se va a quedar sin jugar.

Fran G. Matas
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