El actor Adam Sandler, uno de los rostros más reconocibles de la comedia en Hollywood, ha sorprendido en los últimos días por un cambio físico evidente. A sus 58 años, el actor ha perdido 11 kilos gracias a una combinación de apoyo familiar y disciplina personal. En una entrevista con People, Sandler explicó que fueron sus hijas, Sadie y Sunny, quienes lo animaron a prestar más atención a su salud, recordándole la preocupación que él mismo tuvo años atrás por su propio padre. Ese impulso familiar, asegura, fue decisivo para dar el paso.
El detonante llegó en una consulta médica rutinaria. Sandler relató que al subirse a la báscula experimentó una sensación de tristeza y de decepción consigo mismo, consciente de que había dejado que la ansiedad y los malos hábitos se apoderaran de su dieta. Esa experiencia, unida al deseo de dar ejemplo a sus hijas, lo llevó a replantearse su estilo de vida. “Me paré frente a la báscula del médico y me sentí muy triste conmigo mismo”, confesó en otra ocasión en el programa de Ellen DeGeneres, antes de iniciar su proceso de transformación.
La clave fue el ayuno intermitente
La herramienta elegida por Sandler fue el ayuno intermitente, un patrón de alimentación que alterna periodos de ingesta con ventanas de abstinencia. En su caso, optó por una rutina de seis horas al día para comer, lo que le permitía mantener un déficit calórico sostenido sin renunciar a ciertos placeres. “Me emocionaba tanto durante esas seis horas que comía muchísima pizza”, bromeó el actor, dejando claro que incluso dentro de la disciplina encontró espacio para seguir disfrutando de sus comidas favoritas.
Aunque el ayuno intermitente ha ganado popularidad en los últimos años entre celebridades y deportistas, no está exento de debate en la comunidad científica. Estudios publicados en revistas como Annual Review of Nutrition y The New England Journal of Medicine señalan que puede ayudar a regular el metabolismo, reducir la inflamación y favorecer la pérdida de peso, siempre que se aplique bajo supervisión y no derive en atracones durante las horas de ingesta. En paralelo, nutricionistas advierten de que no es una fórmula mágica y que debe complementarse con actividad física y una alimentación equilibrada.
En el caso de Sandler, la combinación de cambios dietéticos, ejercicio moderado y motivación emocional parece haber dado resultado. Su preparación coincidió además con el rodaje de Spaceman, su nuevo proyecto cinematográfico, lo que añadió una motivación profesional. Para un actor que durante décadas ha priorizado la comedia por encima de la imagen física, este giro supone no solo una mejora estética, sino también un compromiso con la salud a largo plazo.
Más allá de la anécdota, la experiencia de Adam Sandler conecta con un fenómeno más amplio: el de hombres y mujeres de mediana edad que, tras episodios de descuido, encuentran en métodos como el ayuno intermitente una vía para recuperar energía y bienestar. Con su característico humor, Sandler lo resume en pocas palabras: perder peso fue duro, pero recuperar la confianza fue el verdadero premio.
