A pesar de las décadas transcurridas desde su lanzamiento, Alien sigue siendo un icono del cine de ciencia ficción que oculta y alberga numerosos secretos aún por descubrir. La obra maestra dirigida por Ridley Scott, que ahora produce Alien: Romulus, cambió para siempre el cine y, muchos años después de su primera proyección, continúa presentando sorpresas guardadas celosamente en las bóvedas de 20th Century Studios o en las colecciones personales de quienes participaron en la película. Da igual. Alien sigue intrigando a los fans y alimentando la fascinación en torno a esta obra maestra del género. Uno de estos enigmas, en plena reinvención del clásico con nuevas novelas y cómics y la citada película de Fede Álvarez que llegará a los cines en verano, regresamos a la enigmática Ciudad Roja. ¿Conocéis este misterio del rodaje de la cinta original del xenomorfo? Acompañadnos por el LV-426 y su primera concepción en El octavo pasajero...
La Ciudad Roja: Un paseo por el templo abandonado en Alien que habría cambiado la historia de la terrorífica película
Entre estos enigmas citados un poco más arriba se encuentra la enigmática "Ciudad Roja", un concepto apenas conocido que se perdió en el tiempo hasta que resurgió a través del arte conceptual de Elliot Scott.
Scott, reconocido director de arte y diseñador de producción, dejó su huella en numerosas producciones cinematográficas, incluyendo Dentro del laberinto, Indiana Jones y el templo maldito, y Quién engañó a Roger Rabbit. Su contribución a Alien se destaca como uno de los secretos mejor guardados de la película, ya que pasaron años hasta que tuvimos la certeza de qué se trataba con exactitud.
Contratado por Peter Beale, director general europeo de 20th Century Fox, Scott fue parte integral del proceso creativo de Alien, ayudando a estimar el presupuesto necesario para llevar a cabo la película. La obra de Scott no era especialmente barata, y durante meses, ayudó a recortar, dar algo de manga ancha y cuadrar las cuentas en el plano más creativo. Su trabajo en el filme, sin embargo, permaneció oculto en la colección personal de Beale durante décadas, lejos de los focos y los conocedores de la industria cinematográfica y la cinta del xenomorfo. En 2017, parte de este tesoro se reveló al mundo cuando Beale subastó varios artículos de su colección personal, incluyendo arte conceptual original de Alien. Entre estas piezas se encontraba el concepto de la misteriosa "Ciudad Roja", un lugar que había permanecido en las sombras de la producción hasta entonces.
La Ciudad Roja, concebida por Walter Hill en una reescritura del guion original de Dan O'Bannon, reemplazó la muy conocida idea de una pirámide extraterrestre con una ciudad muerta tallada en la roca de LV-426, similar a las ruinas de Petra en Jordania y que, a posteriori sería revisada en Prometheus y Alien Covenant. Esta ciudad ocre, descrita como un paisaje desolado de templos y sepulcros, añadió una capa de misterio y profundidad a la trama de Alien, intentando apelar a la idea de una civilización olvidada y destruida por motivos desconocidos. En el guion original, el equipo de exploradores, liderado por el Capitán Dallas y acompañado por Parker y Hunter, se intentaba en estas extrañas ruinas, encontrándose con un santuario derrumbado donde descubrieron los primeros indicios de la presencia alienígena: los huevos del xenomorfo. En este encuentro, originalmente planeado para ser la carta de presentación del navegante, Dallas tendría el rol principal, como protagonista, enfrentándose directamente a las criaturas que acechaban en la ciudad desierta. La descripción es clara: “Cien metros de altura. Arenisca rojiza. Una ciudad ha sido excavada en la roca…templos, sepulcros, edificios públicos, obeliscos, tumbas. Todo desierto”.
El concepto, como ya sabréis, no sobrevivió en la versión final de la película, que pasó por numerosos ajustes y revisiones. En el siguiente borrador del guion, se eliminó este elemento en favor de una nave espacial estrellada de origen humano. Esta decisión, aunque eliminó parte del misterio extraterrestre que se destilaba con esta urbe devastada de tonalidad rojiza y ocre, llevó la historia en una dirección diferente. ¿Y si otros humanos habrían encontrado los huevos y se habrían sufrido un destino similar a los de la Nostromo? Se creyó iuna jugada inteligente, una premonición, pero sería eliminado de nuevo para incluir la nave de los extraterrestres o Ingenieros, la famosa Derelict de H.R. Giger, en la que aparecía el Space Jockey como eje de todo. Es cierto que Scott rechazó desechar la idea de la pirámide o templo abandonado por completo, aunque por razones presupuestarias se vio obligado a ello.
A pesar de estos cambios, la esencia de Alien como una historia de terror y supervivencia en el espacio exterior permanece intacta. Los huevos alienígenas, esenciales para la trama, encontraron su lugar en la bodega de carga de la enorme nave, cerrando así el ciclo de desarrollo de la película y dando forma a una historia final que lo cambiaría todo. ¿Veremos en Alien: Romulus algún guiño más a la trama original?