Entre todas las polémicas de Los últimos Jedi, hay una que sigue saliendo una y otra vez en redes: el momento “Leia Poppins”. Ese plano en el que la general Organa, flotando en el espacio tras la explosión del puente de mando, extiende la mano y regresa a la nave usando la Fuerza se convirtió en meme inmediato… y para mucha gente en símbolo de todo lo que “iba mal” con la película.
Sin embargo, si uno deja a un lado lo raro que se ve la escena a nivel visual, lo que cuenta tiene muchísimo sentido dentro de Star Wars.
Primero, lo obvio: Leia es tan hija de Anakin Skywalker como Luke. Es decir, es tan sensible a la Fuerza como él, solo que eligió otro camino vital. La trilogía original ya insinúa esa conexión (la comunicación mental con Luke en El Imperio contraataca, la revelación de que son hermanos, esa frase de “de algún modo, siempre lo he sabido…”), pero nunca la vemos empuñando un sable porque su papel político y militar está por delante del místico. Las secuelas, y en especial El ascenso de Skywalker, rematan la idea mostrando que Luke la entrenó y que ella renunció a ser Jedi por motivos personales, no por falta de capacidades. Que en Los últimos Jedi utilice la Fuerza de forma instintiva para sobrevivir no es una “traición al canon”, sino casi lo lógico.
La escena, entre la física y el meme
Luego está la parte física, que también suele malinterpretarse. La escena no muestra a Leia volando alegremente por el espacio durante minutos: lo que vemos es una exposición muy breve al vacío y una reacción de pura supervivencia. Desde el punto de vista médico, un ser humano podría permanecer consciente unos segundos en el vacío antes de perder el conocimiento; no explotas, no te congelas al instante. En ese margen, un usuario poderoso de la Fuerza podría proteger órganos clave, impulsarse hacia un punto cercano y ser rescatado. Es una exageración fantástica, claro, pero no más que frenar una caída de cientos de metros o desviar disparos láser con una espada de luz, cosas que damos por asumidas en la saga.
El problema, para muchos, no fue lo que pasa, sino cómo está rodado. El encuadre frontal, la postura casi estática y la composición del plano remiten más a Mary Poppins que a un momento dramático de ciencia ficción bélica. Ahí es donde entra el meme: la imagen se presta al chiste y “Leia Poppins” eclipsa la lectura narrativa de la secuencia. Si en vez de ese plano hubiéramos visto un movimiento más caótico, con la cámara pegada al casco, poca luz y un uso más discreto de los efectos visuales, probablemente buena parte del rechazo se habría diluido aunque la acción fuera exactamente la misma.
Lo que realmente aporta “Leia Poppins”
A nivel temático, la escena encaja como un guante. Johnson plantea a Los últimos Jedi como una historia sobre legado, fracasos y segundas oportunidades: Luke se ha rendido, la Resistencia está al borde del colapso y el linaje Skywalker parece condenado a repetirse en la figura de Kylo Ren. Que Leia, la líder política y moral del movimiento, se aferre a la vida con la Fuerza en el momento más crítico subraya que todavía queda esperanza, que la vieja guardia no ha terminado de luchar. No es fanservice gratuito, es un recordatorio de que ella también es una Skywalker… justo cuando la película la coloca al límite.
