Científicos en Dinamarca y EEUU han desarrollado un algoritmo revolucionario denominado life2vec, capaz de predecir la trayectoria de vida y la mortalidad de una persona con un 78% de precisión. Este modelo se distingue de otros algoritmos por su funcionamiento similar al de un chatbot, utilizando detalles existentes para prever eventos futuros.
La base de datos para su entrenamiento incluyó información detallada de más de seis millones de personas, abarcando desde ingresos y profesiones hasta historiales de lesiones y embarazos. Aunque life2vec puede predecir la probabilidad de muerte dentro de un período específico, sus datos no están disponibles para el público.
De esta forma, preservan la privacidad de las personas cuyos datos se utilizaron para el entrenamiento del sistema. Sune Lehmann, investigador principal, enfatiza la importancia de la privacidad y señala que el modelo no estará disponible para el uso público o corporativo, según indica el documento. Además, las leyes de privacidad danesas prohibirían su uso en decisiones individuales, como pólizas de seguros o procesos de contratación. Porque básicamente con esta tecnología, las aseguradoras tendrían el negocio asegurado (nunca mejor dicho).
6 millones de personas durante 8 años
El algoritmo fue entrenado con datos de 2008 a 2016 y logró predecir correctamente quiénes habían fallecido para el año 2020 en más del 75% de los casos. Publicado en Nature Computational Science, el estudio revela que factores como el género masculino, diagnósticos de salud mental o estar en una profesión especializada pueden influir en una muerte prematura, mientras que un ingreso más alto o un rol de liderazgo pueden estar vinculados a una vida más larga.
Life2vec utiliza un enfoque novedoso para predecir eventos de vida. Cada aspecto de la vida de una persona es considerado como una palabra en una oración, permitiendo al modelo prever el curso de la vida basándose en lo escrito hasta el momento. El equipo de Lehmann codificó diferentes categorías de la historia de vida de las personas, desde fracturas de antebrazo hasta trabajos específicos, en tokens digitales, creando así un 'mapa' detallado de factores que conforman la vida individual.
La creación de esta IA abre un debate significativo sobre las implicaciones positivas y negativas de tales tecnologías. Lehmann resalta la importancia de incluir estas discusiones en el diálogo democrático, considerando cómo se utilizan tecnologías similares en empresas tecnológicas para perfilar y predecir comportamientos humanos. Este diálogo es crucial para decidir el camino que la sociedad desea tomar respecto al uso de estas avanzadas herramientas tecnológicas. Además, el modelo ofrece la posibilidad de descubrir mecanismos que impactan en los resultados de la vida y posibilita intervenciones personalizadas, según el equipo de investigación.
