Es posible que estemos ante el primer caso de contratación y despido de un mago por parte de un gobierno del mundo real. Hablamos de Ian Brackenbury Channell, el mago de Christchurch: después de más de 20 años de servicios y hechizos, Nueva Zelanda ha decidido poner fin a su contrato. Nuestro protagonista recibía una paga de 16.000 dólares al año tras haberse convertido en toda una atracción turística para la ciudad. Sin embargo, desde el gobierno neozelandés han puesto fin a sus servicios. Todo ello después de que haya protagonizado polémicos comentarios sobre las mujeres.
Ian Brackenbury Channell, el mago de Nueva Zelanda
Nacido en Inglaterra, Ian Brackenbury Channell viajó a Nueva Zelanda a finales de los años 70 para realizar su espectáculo de magia y entretenimiento en la localidad de Christchurch. Si bien en su momento se enfrentó a la oposición del ayuntamiento, lo cierto es que su popularidad le llevó a convertirse en el Mago de Nueva Zelanda. Descrito como "una obra de arte viviente", fue el primer ministro de ese momento, Mike Moore, quien le otorgó el título.
"Me preocupa que su hechicería no esté a disposición de toda la nación", escribió Moore en su membrete oficial. "Por lo tanto, pido que consideren urgentemente mi sugerencia de que se convierta en el Mago de Nueva Zelanda, la Antártida y áreas relevantes en alta mar... sin duda habrá implicaciones en el ámbito de los hechizos, las bendiciones, las maldiciones y otros asuntos sobrenaturales que están más allá del alcance de competencia de meros primeros ministros ".
Controversia y el final de su contrato
Gonna go out on a limb and say that the Wizard being ‘cancelled’ after 23 years is fine.
— Anna Rawhiti-Connell (@AnnaGConnell) October 8, 2021
Lo cierto es que el Mago de Nueva Zelanda no se conoce únicamente por sus trucos: también por sus polémicos comentarios acerca de las mujeres. En un programa de New Zealand Today, emitido en abril, llegó a decir lo siguiente: "Amo a las mujeres, las perdono todo el tiempo, nunca he golpeado a una todavía. Nunca golpees a una mujer porque se magullan con demasiada facilidad, eso lo primero, y se lo dirán a sus vecinos y amigos... y luego estarás metido en un gran problema".
De esta manera, y aunque seguirá realizando sus espectáculos en Christchurch, lo cierto es que ha llegado el fin de su contrato. La portavoz del municipio, Lynn McClelland, ha sido la encargada de anunciar la decisión. Tras agradecerle sus servicios, señalan que será siempre "parte de la historia de Christchurch".
La respuesta del Mago
Por su parte, Brackenbury no ha dudado a la hora de pronunciarse sobre su despido. Declara que el ayuntamiento ha decidido dejar de pagarle porque no encaja en las nuevas "vibras" de la ciudad, señalándose a sí mismo como un provocador. "Soy aburrido y viejo, pero no hay nadie más como yo en Christchurch. Es sólo que no les agrado porque son viejos burócratas aburridos, y le gusto a todo el mundo pero nadie les quiere a ellos".
Y es que, aunque su contrato haya tocado a su fin, lo cierto es que el Mago de 88 años continuará con sus apariciones en el Centro de Artes de Christchurch. "Les doy a los niños sueños felices, buena salud en general y quiero que los burócratas se vuelvan más humanos", concluía.
