Todos hemos asistido con horror - aunque también con cierto humor - a cómo el enorme portacontenedores MV Ever Given se quedaba atascado en el Canal de Suez, bloqueando de esta manera la importante ruta comercial entre Asia y Europa. Después de que las operaciones para desatascarlo finalizaran con éxito hace unas semanas, la situación todavía no se ha resuelto del todo: de hecho, la tripulación continúa atrapada en el navío a la espera de que las compañías y las autoridades del Canal de Suez resuelvan el embrollo. Este contexto parece que ha propiciado un aumento de la asistencia al recinto Port Revel, un centro de formación de marineros donde aprenden a manejar buques. Eso sí, de una escala mucho más pequeña.
Port Revel, evitando que suceda otro Ever Given
Las consecuencias del atasco del buque MV Ever Given han sido brutales: no sólo a nivel económico, cuyo impacto habría sido de pérdidas de 6000 y 10.000 millones de dólares; sino también a nivel humanitario. La tripulación india de 26 personas del Ever Given continúa encerrada en el barco, ya que Egipto no está dispuesta a devolver el buque a sus propietarios a menos que se pague una cuantía por los costos del encallamiento.
Con motivo de esta situación, el centro de formación Port Revel ha visto cómo aumentaba su popularidad. Fundado en 1967, está localizado en Saint-Pierre-de-Bressieux, al sureste de Francia. Se trata de las primeras instalaciones de este tipo que se inauguraron en el mundo, y por sus barcos de escala 1:25 han pasado ya más de 7000 alumnos. Sus profesores se encargan de formar a pilotos, capitanes y oficiales de grandes buques, donde se encontrarían los famosos y problemáticos portacontenedores.
Superpetroleros, transportadores de gas y cruceros también forman parte de esta formación, que se encarga de simular diferentes condiciones naturales en un lago artificial de cinco hectáreas. De esta manera, los alumnos pueden aprender a lidiar con situaciones tan peliagudas como las del Ever Given. De hecho, cuentan con un pequeño Canal de Suez con el que buscan que este tipo de situaciones no vuelva a repetirse. "Es un poco difícil recrear tormentas de arena", dijo François Mayor, el director de Port Revel, en declaraciones recogidas por Reuters. "Pero tenemos ráfagas de viento que empujarán nuestro barco hacia un lado u otro".
De esta manera, los marineros se encargan de navegar por este lago con las pequeñas maquetas que posee Port Revel. Gracias a estas versiones en miniatura de los grandes navíos, pueden familiarizarse con cuestiones como el ángulo del timón, la velocidad del motor, la velocidad del barco o del viento o con los diferentes DGPS y propulsores. Un simulador en toda regla.
"Después de cada accidente, vemos que llegan nuevos clientes", continuaba indicando Mayor. "El coste de la capacitación en Port Revel no se parece en nada al coste de tener una embarcación como esa atascada durante un día". Y tanto: Egipto pide una indemnización de 1000 millones de dólares por los daños causados. Y, mientras las compañías llegan a un acuerdo, la tripulación del barco continúa a bordo y sin poder volver a casa.
