La serie de Resident Evil no está siendo precisamente un éxito. Ya desde antes del estreno la ficción de la gigante del streaming estaba siendo estudiada con lupa los amantes de la saga de juegos de Capcom, y es que con cada proyecto que intenta adaptar las historias vistas en las diversas entregas de consola y PC, más se deforma la visión original sobre Umbrella, el virus-T y los personajes que nos han acompañado durante años. La Resident Evil de Netflix posee una de las puntuaciones de audiencia más bajas registradas, con un total de 25 % de valoraciones positivas por parte del público y un 53 % de la crítica especializada en Rotten Tomatoes. Y en Metacritic tiene un 1,9 de nota media de los usuarios, unos resultados muy bajos.
En comparación a otras series de videojuegos esta Resident Evil está lejos de ser un éxito
Tal y como recogen desde Forbes, y también desde VGC, otras series como Castlevania, que responde al mismo género y naturaleza de Resident Evil, poseen un 88% en valoración de audiencia y tiene una puntuación de crítica especializada del 94 % en Rotten Tomatoes. Un porcentaje altísimo comparado con la historia de Wesker y compañía. Otras series como The Witcher tienen en audiencia un 75 % y en crítica un 81%. Tampoco nada mal, aunque menos que la ficción de animación.
Por ahora la Resident Evil de Netflix está compuesta por una única temporada de ocho episodios, y la historia no sigue en absoluto lo que vendría a ser el libreto de los videojuegos, postulándose de este modo como una adaptación de carácter libre que únicamente toma prestados los nombres y elementos principales de los juegos. Juega en una liga similar a la de Paul W.S. Anderson en ese sentido y se aleja de lo visto recientemente con Johannes Roberts con Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City (que a nosotros no nos decepcionó del todo). En parte eso ayuda a que la serie pueda permitirse algunas licencias a la hora de narrar sus tramas, pero parece que aun así la audiencia no ha quedado demasiada satisfecha con este nuevo live-action.
