Quizás Google Stadia no está pasando por su mejor momento: a principios de mes anunció el cierre de sus estudios internos de desarrollo en un nuevo movimiento por enfocarse más hacia la distribución de juegos en la nube que a la creación de títulos propios, un cambio que no gustó demasiado, que ha desembocado incluso en una demanda por falsas expectativas, y que ha sembrado más dudas en un servicio que nunca las tuvo todas consigo.
Y si no ha tenido todo el éxito que esperaban en Google no es porque la compañía no haya invertido dinero en ello, o al menos eso se desprende de un último artículo de Bloomberg en el que se afirma que Stadia habría pagado "decenas de millones de dólares" a grandes compañías como Ubisoft o Take-Two para asegurarse que sus videojuegos más importantes estuvieran disponibles en su plataforma.
Millones de dólares por ports de juegos como Red Dead Redemption 2
El artículo, firmado por el periodista Jason Schreier, hace un repaso del modelo de negocio que Google siguió con Stadia desde su concepción, anuncio y lanzamiento.
Se destaca que con este servicio, al contrario que con otros de la compañía, Google traicionó su mantra de ‘piensa grande, comienza pequeño’ e invirtió una buena suma de dinero en ciertos aspectos como aquella gran conferencia de presentación de Stadia.
Unas de las partidas presupuestarias más grandes parece ser que se fue directa a intentar conseguir que las grandes producciones de la industria estuvieran en su plataforma. En el artículo se habla de juegos como Red Dead Redemption 2, que está disponible en Stadia Store por 59,99 euros en España, aunque se entiende que también se ha llegado a un acuerdo con otras compañías para conseguir la aparición de títulos como Assassin's Creed Valhalla, Cyberpunk 2077 o Destiny 2, que están también disponibles en Stadia.
Aún con todo, esta millonaria inversión parecía no ser suficiente y planearon un programa de desarrollo interno capitaneado por Jade Raymond, conocida por su trabajo en Assassin's Creed. Sin embargo, ahora Stadia ya no cuenta con estudios internos de desarrollo, lo que incluso ha condenado a un juego al bug perpetuo, y su perspectiva ahora es la de un servicio de streaming de videojuegos. Con esa política pretende traer 100 nuevos juegos al servicio en 2021.