Tal es la magnitud de la pandemia de COVID-19 que ha terminado afectando a todas las industrias de un modo u otro. El videojuego no iba a ser menos: el sector está sufriendo los achaques del coronavirus de un modo particular, con un aumento en sus ventas a nivel general, y sobre todo en en el mercado digital durante el mes de marzo, pero con su contraparte negativa en el desarrollo, provocando recortes de contenido y retrasos como el de The Last of Us Part 2 o la versión de PC de Death Stranding.
Pese a todo y dada la incertidumbre general, la industria parece querer mantener la compostura y las dos grandes compañías de videoconsolas, Sony y Microsoft, han reiterado su intención de no aplazar el lanzamiento del hardware de nueva generación.
Aun así, el CEO de Ubisoft, Yves Guillemot, ha declarado que en su compañía están preparados por si tuvieran que aplazar el lanzamiento de sus juegos ante un poco posible retraso de PS5 y Xbox Series X.
No parece que vaya a ser necesario, pero en Ubisoft están preparados
"No estamos viendo un impacto significativo en nuestros calendarios, pero estamos en contacto con todos nuestros socios y si surgiera la necesidad de ajustarlos para hacer lo que sea mejor para ellos y para nuestros jugadores, lo haremos", ha explicado el CEO de Ubisoft en una entrevista recientemente concedida al New York Times.
Con estas palabras Guillemot no quiere más que asegurar que tienen un plan de contingencia en caso de que la alarma global se mantenga lo suficiente como para efectivamente terminar afectando a la salida al mercado de PS5 y Xbox Series X. De momento el CEO asegura que ambas compañías han "permitido a los desarrolladores [de Ubisoft] seguir usando sus kits de desarrollo" para "seguir creando sus juegos para la nueva generación de consolas".
Por el momento sabemos que Ubisoft tiene confirmados varios juegos next-gen entre los que se encuentran Watch Dogs: Legion, Gods & Monsters y Rainbow Six Quarantine.