En los últimos días hemos conocido los detalles del difícil desarrollo de Anthem, reconocidos por Casey Hudson, actual director general de Bioware. Precisamente Hudson relevó a Aaryn Flynn en 2017, quien ha hablado sobre el problemático lanzamiento.
En una entrevista a Game Informer, Flynn dice que ver la salida del juego ha sido difícil, y sugiere que el lanzamiento se precipitó para llegar en el año fiscal -que terminó el 31 de marzo-.
"Surrealista es una buena palabra. Ha sido difícil pero al mismo tiempo sé que han trabajado mucho en él. Emociones encontradas", dice el exdirector general del estudio.
"Los años fiscales son los años fiscales. No tienes que mirar mucho para saber lo que pasa".
Casi siete años de desarrollo
Anthem pasó por diferentes problemas en su desarrollo, algunos relacionados con la gestión, la dirección del proyecto, la historia o el motor gráfico, Frostbite.
"Anthem es el resultado de la indecisión y la falta de dirección. Es la historia de un contratiempo técnico tras otro debido al motor Frostbite, que consiguió amargarle la vida a todos los desarrolladores de BioWare, que jamás tuvieron las herramientas necesarias para hacer un juego a sus necesidades. Es la historia de dos estudios, el de Edmonton (Alberta, Canada) y el de Austin (Texas, EE.UU) y el gran resentimiento y odio oculto entre ellos. Es la historia de un juego que estuvo en desarrollo cerca de siete años, por culpa de grandes reinicios de la historia, cambios de la jugabilidad y la falta de un equipo de dirección que supiese dar una visión consistente y clara o escuchar", según Jason Schreir de Kotaku.