Con varios millones de descargas en sus primeros días, ya podemos asegurar que Palworld está causando furor en todo el mundo. Tal vez su éxito se deba, naturalmente, a la etiqueta con la que muchos han dado a conocer esta obra de Pocketpair desde su salida a la luz, y es que nos hemos cansado de leer que se trata de "un Pokémon con armas de fuego".
¿Qué hay de cierto en esta frase? ¿Se parece tanto a la saga RPG de Nintendo y Game Freak? Ahora que ya está en el mercado y hemos podido probarlo, vamos a repasar sus principales características, parecidos y diferencias para arrojar información al debate del momento.
Los Pals y los Pokémon: Dos tipos de criaturas muy parecidas
La primera y más evidente característica que nos lleva a pensar en la saga Pokémon cuando vemos Palworld es sin ninguna duda el aspecto de sus criaturas, los Pals. Estos seres que abundan por todo el mundo de Palworld y que dan nombre al título del juego son, efectivamente, muy parecidos en diseño a muchos de los Pokémon. De hecho, tanto es así, que cientos de jugadores están ya acusando de plagio a la obra de Pocketpair por supuestamente copiar los diseños de los Pokémon con cambios minúsculos. Incluso hay quién opina que los Pals podrían haber sido creados mediante inteligencia artificial basándose en los monstruos de bolsillo de Game Freak, pero esto no podemos demostrarlo.
Es evidente que las formas, colores, tamaños e incluso rostros de los Pals son extremadamente parecidos a algunos Pokémon. Algunos han llegado a suponer que esto es algo deliberado por parte de Pocketpair para llamar la atención del público. Criaturas como Lamball, un Pal con aspecto de oveja que recuerda al Pokémon Wooloo, Cattiva, una especie de zorrito que se parece a Zorua, o Robinquill, un ave de tonos verdes que dispara flechas como Decidueye... Estos son solo algunos ejemplos, y la lista sigue y sigue.
— onion_mu (@onion_mu) January 18, 2024
Es lógico pensar inmediatamente en Pokémon al ver a los Pals. Aquí la comparación entre ambas IPs está fuera de toda duda. Sin embargo, en términos jugables los dos juegos distan bastante de parecerse entre sí, y eso que lo que podría salvar a la obra de Pocketpair de llegar a recibir una posible demanda por parte de Nintendo o The Pokémon Company.
Más similar a Rust o DayZ que a Pokémon
Como decíamos, a nivel jugable Palworld no tiene prácticamente nada que ver con Pokémon. En realidad se trata de un survival multijugador de mundo abierto en el que hay gestión de bases, recursos y materiales, crafteo en mesas de trabajo, niveles de hambre o calor/frío y otras mecánicas típicas en el género que lo acercan mucho más a obras populares de los últimos años como Rust, DayZ, Valheim, el incombustible Minecraft o incluso el más reciente modo de LEGO Fortnite que tanto lo ha petado.
Así pues, la mayoría del tiempo en Palworld los jugadores nos encontraremos buscando distintos materiales por el mundo, talando árboles, picando piedras, decidiendo qué aspecto va a tener nuestro refugio y ordenando el inventario de nuestro personaje o desbloqueando recetas y nuevas construcciones para hacernos más poderosos y poder plantar cara a los jefes que habitan en distintas torres.
Además, los Pals capturados podrán echarnos una mano en la base y trabajar codo con codo a nuestro lado, ya sea generando más recursos o haciendo que las fabricaciones sean más rápidas, algo que nunca hemos visto hacer a los Pokémon ya que estos, por regla general, se reducen solo a los combates contra otras criaturas.
Armas de fuego y habilidades
Unido al punto anterior tenemos que mencionar, cómo no, la presencia de las armas de fuego y las armas en general, pues son el otro gran factor diferenciador en el gameplay con respecto a Pokémon.
En los juegos de Nintendo el protagonista suele ser más bien un personaje sin habilidades que necesita de los Pokémon para casi todo (para volar, para nadar, para cortar árboles...), pero en Palworld nuestro personaje puede equiparse garrotes, bates, lanzas y, llegado el momento, usar potentes y variadas armas de fuego para abrirse paso por el mundo, además de ataques especiales de los Pals. De hecho, el protagonista hasta puede subir de nivel y mejorar parámetros como su energía, su ataque o su salud.
También podemos escalar por cualquier superficie, o crear un paracaídas con el que arrojarnos desde grandes alturas sin hacernos daño, dos mecánicas de exploración que parecen sacadas de The Legend of Zelda: Breath of the Wild. En general, casi se podría decir que hay más mecánicas o acciones relacionadas con el protagonista que con los Pals, los cuales son un añadido, o un apoyo, y no una herramienta indispensable ni totalmente central de la experiencia como suele pasar en Pokémon.
¡Atrápalos a todos! O no
Si acaso, una mecánica que sí puede recordar a la saga de Nintendo es la de capturar a los Pals, obviamente. En Palworld hay poco más de 100 criaturas para encontrar y, en este caso, los jugadores no utilizamos Poké Balls, sino que lanzamos las llamadas Esferas Pals para coleccionar a los Pals en nuestra Palpedia (una suerte de Pokédex con los detalles e información más relevante de cada criatura).
Las probabilidades que tengamos en cada momento de capturar o no a un Pal depende de su nivel y su resistencia, ya que si lo debilitamos primero será más fácil atraparlo después. Esta dinámica se acerca a lo visto en Leyendas Pokémon Arceus, por ejemplo, porque todo se realiza con una cámara en tercera persona (nunca desde combates por turnos).
Pero ojo, con todo, aún podemos decidir eliminar a los Pals para agenciarnos distintos recursos de ellos, como carne, huevos y más. Hasta podemos llegar a cocinarlos, algo que sería bastante cruel e improbable de imaginar en el mundo Pokémon.
Aunque el juego hace un ligero énfasis en la colección de los Pals y también en llevarlos en nuestro equipo para fortalecerlos y enfrentarnos a distintas adversidades, no existen en estos momentos evoluciones de las criaturas ni tampoco se pone tanto hincapié en su entrenamiento como ocurre en Pokémon. Aún podemos jugar con ellos de algunas formas, acariciarlos, ponerlos a defender nuestra base, darles motes o alimentarlos, pero en definitiva hay muchas otras actividades principales por realizar en Palworld más allá de la fiebre por coleccionar criaturas.
Mayor enfoque y peso en el multijugador
Pokémon nunca ha sido una saga ajena al componente multijugador, ni cooperativo ni competitivo. Desde intercambiar criaturas con otros Entrenadores hasta retarnos con ellos en combates, entrega tras entrega esto ha sido vital para ver nacer una comunidad de lo más entregada. Sin embargo, Palworld promete un mayor enfoque en el multijugador ya desde su propio menú principal, en el que se nos deja unirnos a servidores o crear nuestra propia partida en la que invitar amigos para cooperar desde el minuto uno.
Aquí no se trata de relacionarnos puntualmente con otros jugadores, sino de disfrutar en todo momento de la compañía de otros, colaborar con ellos en la creación de nuestras bases, intercambiar recursos o ayudarse mutuamente para acabar con fuertes oponentes. Si bien en su salida el juego aún no cuenta con sistemas PvP, estos llegarán en un futuro, y estamos seguros de que harán de la experiencia online de Palworld una mucho más rica y predominantemente diversa a la de Pokémon y sus arquetípicos combates por turnos con estrategia de por medio, así como a su historia más pensada para el disfrute en solitario.
