La icónica mascota de Sega es un personaje que no desbloquearemos en el Modo Aventura hasta un punto bastante avanzado de la partida, por lo que tendremos que jugar bastante para llegar hasta él y así poder controlarlo.
Siendo un poco más concretos, para encontrar a Sonic lo primero que nos tocará hacer será avanzar en la historia principal lo suficiente como para desbloquear el Reino de la Oscuridad, el segundo mapa del Modo Aventura al que llegaremos tras derrotar a Lúmina por primera vez en el Reino de la Luz.
Una vez lleguemos allí nos encontraremos con una bifurcación que nos permitirá tomar tres caminos distintos.
Sigue el que lleva hacia la parte inferior izquierda de la pantalla hasta llegar a una gigantesca mazmorra inspirada en la saga The Legend of Zelda y entra ella.
A diferencia de muchos otros personajes, no necesitaremos resolver ningún tipo de puzle ni cumplir algún paso previo para poder enfrentarnos a Sonic, ya que el erizo azul más rápido del mundo estará esperándonos junto a la Espada Maestra en la parte central del mapa de esta mazmorra. Desafíalo a un duelo normal a una única vida y derrótalo para que se sume al plantel de personajes del Modo Aventura y al del resto de modos en el caso de que no lo hubieseis desbloqueado previamente.
Sonic es, tal y como podréis suponer, el personaje más rápido y ágil de todo el juego, por lo que podremos desplazarnos de un lado a otro del escenario a toda velocidad para golpear a nuestros enemigos sin darles tiempo a reaccionar, cerrando distancias en un momento para impedir que los luchadores especializados en los ataques de largo rango puedan combatir con comodidad.
Además, su altísima velocidad también le permite atacar y colocarse a una distancia segura antes de que el contrario pueda contraatacar. Sin duda, es un gran luchador que, a pesar de requerir algo de práctica (dominar su velocidad no es nada fácil) disfrutaréis mucho.