El esfuerzo y la dedicación de los jugadores profesionales de los deportes electrónicos a veces se nos escapan de las manos.
Hoy, por ejemplo, hemos conocido la historia de Trevor, un jugador profesional de Call of Duty que se ha visto obligado a jugar de una forma un tanto extraña al FPS de Activision.
Según ha confesado el propio Trev en su streaming, su madre no le deja jugar a videojuegos en su casa, por lo que se ha visto obligado a instalar su zona de juego en la parte trasera de su coche, justo al lado de su domicilio.
Tal y como podéis ver en el vídeo, Trev ha hecho lo posible para acomodarse en un espacio tan reducido, instalando en su coche un soporte para un pequeño monitor, la PS4 y un router para tener conexión a internet y poder jugar y hacer directos del juego.
De esta manera, Trev ha estado participando en el último torneo 2K de la CWL de NA, ganándose el afecto de buena parte de la comunidad del FPS y del resto de los jugadores profesionales.
When your mom kicks you out of the house but you have a 2k to play...
— Jack Dunlop (@CouRageJD) 26 de noviembre de 2017
What a beast, @Trev6God. pic.twitter.com/VPff610jCK
Una situación un tanto extraña que nos recuerda que, a veces, para llegar a la cima los profesionales de los esports tienen que vivir auténticos calvarios.
Gracias, DOT.