Hace menos de dos años se lanzó el excelente Gears of War 3, y que llegue dentro de unas semanas una nueva entrega puede parecer poco tiempo de desarrollo. A cargo de la cuarta parte de la serie esta vez están los polacos People Can Fly, creadores de juegos como Painkiller y el divertido Bulletstorm, que ya habían colaborado con Epic Games portando el primer Gears of War a PC, y realizando trabajo adicional en Gears of War 2, por lo que no son unos novatos con la marca.
Gears of War: Judgment es una precuela, se desarrolla 14 años antes de la primera entrega, y nos contará la historia del Escuadrón Kilo, dando el protagonismo a personajes como Damon Baird y Augustus Cole, y la inclusión de otros nuevos como Sofia Hendrik y Garron Paduk, en su intento por salvar la asediada ciudad de Halvo Bay. Este marco temporal ha servido para incluir nuevas armas, personajes, enemigos y entornos, y contar una nueva historia sin ataduras, y lo que es más interesante, el cambio de estudio ha inyectado sangre fresca a la saga.
Al igual que la tercera entrega, la campaña contará con cooperativo para cuatro jugadores, y dos novedades muy jugosas y que lo harán más rejugable que nunca: el sistema de calificación por estrellas y las Misiones desclasificadas. Ahora cada capítulo de la campaña está dividido en varias secciones, relativamente cortas, y en cada una de estas fases se valora nuestra actuación, pudiendo conseguir de una a tres estrellas. Se tienen en cuenta factores como las ejecuciones, las muertes, los tiros a la cabeza, las resurrecciones de los compañeros, o que no nos hayan reanimado.
Esto provocará que no solo sea interesante terminarse el juego en cada una de las dificultades, sino también conseguirse las tres estrellas en cada sección de todos los capítulos. Según jugamos una sección vamos viendo en tiempo real si conseguimos esas tres estrellas, pero cuando acabamos esta pequeña fase, se nos muestra un completo resumen de nuestras estadísticas. Antes de pasar a la siguiente parte de ese capítulo, nos ofrecen repetir la sección, por si por ejemplo no hemos conseguido las tres estrellas. Toda una declaración de intenciones sobre su apuesta por la rejugabilidad, y un toque arcade muy interesante y que le sienta como anillo al dedo al concepto jugable de un Gears of War.
Uno de los factores que más influye para conseguir la máxima valoración en una sección es haber superado la correspondiente Misión desclasificada. En cada sección hay una, con el logo de la saga marcado en una pared, y basta acercarse para activarla o declinar la invitación. Se trata de un reto añadido a la escena de acción que vamos a jugar a continuación, no de una misión secundaria como tal, para que lo entendáis, qué mejor que varios ejemplos. En un combate en la sala de un museo, además de vencer a los Locust, tenemos evitar que estos destruyan una armadura colocada en una vitrina, de gran valor. Eliminar diez grupos de huevos repartidos por el escenario en cierta localización, jugar un combate entero usando solo la escopeta, una secuencia en un sótano a la que le añadimos el "aliciente" de que no deje de caer polvo del techo, provocando que no veamos a dos palmos, o añadir enemigos especialmente difíciles, que sin aceptar esa Misión desclasificada no aparecerían.
Son condiciones añadidas, adversas, que pueden cambiar por completo una secuencia, siempre añadiendo dificultad. Y no solo cambian la escena de acción inmediata, sino que pueden condicionar el resto, ya que si aceptamos por ejemplo la misión de la escopeta, perderemos nuestra arma principal para el resto del capítulo. Algunas de estas Misiones desclasificadas, por lo que hemos probado, llegan incluso a duplicar la dificultad de una misma escena, por lo que a veces os arrepentiréis de haberla activado, nada que no se resuelva reiniciando la sección, intentando superar la correspondiente misión Desclasificada más tarde, quizás junto a unos amigos.
Jugamos el primer capítulo, que no nos pareció especialmente inspirado, con un diseño de escenarios y situaciones inferior al de las entregas de Epic, y también probamos el tercero, mucho mejor, por lo que intuimos que la campaña irá mejorando según avance. Cada capítulo cuenta con un protagonista diferente, en una historia con diversos saltos temporales. Se estima que durará unas 7 u 8 horas, pero para este evento Epic Games y People Can Fly se tenían reservada una sorpresa: Gears of War: Judgment tendrá una segunda campaña, Aftermath, que se desbloqueará al conseguir 40 estrellas. Algo no demasiado difícil, con conseguir las tres estrellas en todas las secciones de los dos primeros capítulos lo habremos conseguido.
De los pocos detalles que nos contaron, es que esta campaña tendrá lugar durante algunos de los últimos eventos de Gears of War: 3, en un momento en el que Baird, Cole y Carmine se separan del grupo principal para intentar conseguir más recursos, volviendo a Halvo Bay, donde se encuentran con unos antiguos amigos. Lo que será una buena oportunidad para que los jugadores sepan lo que ha sucedido en la ciudad en esas dos décadas que han pasado desde el comienzo de Gears of War: Judgment y el final Gears of War 3. Por tanto si a la campaña principal le sumamos la desbloqueable, tendremos una duración como poco a la altura de cualquiera de las anteriores entregas, sumando el factor de rejugable más acentuado que nunca.
Además del sistema de calificación por estrellas, y las Misiones Desclasificadas, otra de las novedades que nos ha llamado la atención es la inclusión de misiones tipo horda durante la campaña. Solo en el primer capítulo jugamos dos de ellas, y consisten en resistir en una localización varias oleadas de Locust. Nos dejan unos segundos para pertrecharnos de munición y armas, y tenemos que colocar varios torretas estratégicamente, muy útiles una vez de desata el combate, aunque tenemos que estar atentos a ellas y suministrarles munición periódicamente. Es curioso encontrarse con este tipo de misiones durante la campaña, pero están bien integradas y se agradece, aportan un toque de variedad, no todo va a ser avanzar. Estas misiones especialmente, al igual que otros momentos de la campaña, nos dieron más sensación que nunca de estar ante un juego muy pensado para jugar en cooperativo con unos amigos, que no se disfruta igual jugando solos.
Y hablando de multijugador, pudimos probar un nuevo modo cooperativo, divertidísimo: Survival. Yo os hablamos hace unos meses del modo OverRun, una mezcla de los modos Bestia y Horda, en el que dos equipos se tienen que enfrentar, encarnando a las fuerzas COG y los Locust, cada una con sus propias clases de personajes. Pues en este modo Survival pueden participar hasta cuatro jugadores, teniendo que aguantar sucesivas oleadas de Locust, siendo más importante que nunca el juego en equipo, la compenetración y el correcto uso de las nuevas clases.
Los cuatro roles que podemos elegir son ingeniero, explorador, médico y soldado, y al empezar la partida y cada vez que reaparecemos vemos cómo están representados estos roles, ya que lo lógico sería que cada uno de los jugadores fuera una de las clases, aunque es algo que también puede depender del momento de la partida. El objetivo es proteger un generador del ataque de los Locust, del que vemos en todo momento su porcentaje de "vida". Vamos superando rondas, hasta 20, y el generador no se recupera ni podemos arreglarlo, por lo que no se perdonan los errores.
Cada una de las clases cuenta con una habilidad especial y su propio armamento, y están bastante equilibradas. Por ejemplo el ingeniero tiene una pistola con la que puede reparar las barricadas, y como habilidad puede poner torretas –y arreglarlas también-, lo que lo hace muy útil y necesario, aunque su hándicap es que cuenta como arma principal con la escopeta, dándolo todo en el combate cuerpo a cuerpo pero flojo a larga distancia. El médico puede curar a sus compañeros lanzando una especie de granadas de humo al suelo, el soldado genera imprescindible munición para el equipo, y el explorador lanza una baliza con un gran radio de acción, que marca a los enemigos, teniéndolos ya siempre visibles, incluso a través de las paredes. Este personaje es experto en armas a larga distancia, así como el soldado es el que tiene más potencia de fuego, y el médico el más equilibrado.
Los escenarios no son muy grandes pero ya en la segunda o tercera ronda las cosas se empiezan a complicar mucho, teniendo que estar atentos a diversos factores a la vez, como que los Locust no destruyan las barricadas que protegen la base, o ayudar a los compañeros en sus tareas. Por ejemplo si contamos con dos ingenieros en el equipo, repararemos las barricadas y torretas el doble de rápido, algo que hay que tener en cuenta. Nos pareció un modo de juego muy divertido, desafiante y sobre todo acertado, y no nos quedaron dudas de que la mayor novedad en el multijugador de Gears of War: Judgment es la diferenciación de clases, que le dan un tono totalmente distinto respecto al multijugador de anteriores entregas, al menos en los dos modos que hemos podido probar hasta el momento.
Con muchas ganas de machacar Locust
No queda mucho para que se ponga a la venta, el 22 de marzo, y pronto publicaremos su análisis. Aunque al principio daba la sensación de ser una entrega un tanto precipitada, y que llegaba demasiado pronto tras la tercera parte, este nuevo Gears of War tiene más novedades y sorpresas de que las podía parecer en un principio, y se nota la mano de sus nuevos creadores, People Can Fly. Una campaña muy rejugable, un multijugador con un novedoso sistema de clases, y la excelente base jugable creada por Epic, que todos hemos disfrutado durante estos años. Parece que será el último gran exclusivo de Xbox 360 antes de la llegada de su sucesora, y mientras se produce este anuncio y lanzamiento, que mejor que divertirse matando Locust una vez más.