Antes de la publicación de Kirby’s Epic Yarn en territorio europeo, hemos podido probar la versión japonesa del mismo. La evolución en el mundo de los videojuegos ha ido siempre de la mano de la evolución tecnológica, y por ello, el fuerte desarrollo japonés hizo que durante muchos años el material del país nipón estuviese a la cabeza de cualquier otro mercado dentro de la industria. Con el paso del tiempo, el desarrollo tanto material como humano en el campo de la animación y la programación en occidente han hecho que el mercado japonés, especialmente cerrado en cuanto a sus contenidos, pasase a un segundo plano ante los grandes títulos que ofrecían especialmente desde EE.UU.
Call of Duty o Halo se convierten en grandes éxitos de ventas, y mientras tanto las fórmulas japonesas en ocasiones no funcionan de la misma manera.
No nos engañemos, Japón sigue ofreciendo títulos que son éxitos de ventas, sin embargo, mientras que hace años el mercado era prácticamente un monopolio nipón, la competencia ha experimentado una fuerte evolución, mientras que el mercado del país del sol naciente no ha evolucionado de la misma manera.
A pesar del poderío gráfico de los títulos de occidente y los contenidos que se adaptan mejor al mercado global, estos días probando la versión japonesa de Kirby´s Epic Yarn, nos damos cuenta de que el impacto visual de un título no tiene porque estar siempre relacionado con la buena calidad del mismo, y que los japoneses aún tienen mucha guerra que dar. Y es que la originalidad de la nueva entrega de Kirby hace de él un juego que gusta sólo con mirarlo.
Los gráficos "de película" de las grandes producciones dan paso en este Kirby’s Epic Yarn a un diseño extremadamente original donde cada cosa que nos encontremos en la pantalla está diseñada con texturas de telas, botones, cuerdas, etc. Así, Kirby ha pasado de ser esa pequeña bola rosada tragona (El Mordisquitos de Nintendo) para convertirse en un una figura hueca, pero encantadora, hecha sólo de hilo de lana.
El nuevo Kirby
Como decíamos, en este nuevo capítulo del héroe rosa, Kirby estará inmerso dentro del mundo de las telas (por llamarlo de alguna manera). Sin embargo no sólo el universo será uno de los cambios que nos encontraremos, ya que la jugabilidad también se ha modificado adaptándose al nuevo entorno. En esta entrega de WII, utilizaremos el mando de la consola en posición horizontal a modo de pad. Podremos saltar como es habitual en los juegos de plataformas y con el otro botón utilizaremos el "látigo" de Kirby. Al ser un personaje hecho de hilo, podremos utilizar este material para atrapar a los enemigos y hacerlos una bola que luego lanzaremos.
Además este látigo de lana nos servirá para interactuar con el entorno de una manera fabulosa. Por ejemplo, en algunas partes del mundo podremos encontrar cremalleras o botones, y gracias a la nueva habilidad de Kirby engancharnos a dichos objetos e interactuar con el escenario de una forma muy interesante. En el caso de las cremalleras, por nombrar alguno, cuando enganchamos el cierre y nos movemos para abrirla, un trozo del mundo a modo de tela se caerá y nos mostrará partes ocultas. Por otra parte, la interacción con el entorno no sólo tendrá el objetivo de hallar tesoros ocultos sino que en ocasiones tendremos que "arrugar" el fondo para poder acceder a una plataforma que nos permita avanzar en la fase.
La otra característica clave en cuanto a la jugabilidad son las transformaciones de Kirby. Prácticamente en la totalidad de las fases, nuestro pequeño amigo utilizará su nueva forma hueca para transformarse en algo y continuar la fase de una manera distinta. Así por ejemplo nos convertiremos en un camión de bomberos y utilizaremos nuestra manguera para apagar fuegos, en un todoterreno para ganar una carrera o en una máquina que dispara misiles controlada por el propio Kirby. Estos cambios en la forma continúan ofreciendo un diseño genial y aportan variedad al juego.
Por si eso fuera poco, podemos disfrutar del juego con un amigo, ya que cada pantalla nos permitirá jugar en solitario o con otro jugador sin necesidad de empezar una nueva partida.
De comerse el mundo a un mundo vacío
Si Kirby se ha convertido en el nuevo héroe de hilo de lana se debe a lo que pasó cuando iba caminando por el campo. Al ser un tragón, divisó detrás de un arbusto un tomate exquisito que no pudo resistirse a comer, pero cuando estaba realizando esa aspiración típica del personaje vio que el tomate estaba ligado al cuerpo de una especie de brujo que tenía un calcetín colgado al cuello. Tras zamparse el tomate, el brujo cabreado introdujo a Kirby dentro del calcetín mandándolo al universo paralelo de la tela. En este mundo, nuestro querido amigo se percata de que no puede usar sus poderes de comerse hasta el apuntador, sin embargo, el tomate y su recién adquirida silueta le permiten cambiar de forma a su voluntad. Así podremos transformarnos cuando lo deseemos en un coche para ir más rápido, en un paracaídas para planear en grandes saltos o en una pesa para aplastar a nuestros enemigos.
Es cierto que la dificultad, así como el planteamiento de la historia parecen apuntar a un público infantil, pero a pesar de ello os podemos asegurar que desde los más pequeños hasta los más mayores pueden disfrutar del título de Nintendo.
La evolución del juego es lineal, es decir que deberemos pasar cada fase para conseguir abrir la siguiente y así sucesivamente. Cada mundo tiene cinco fases que deberemos terminar y si conseguimos buenos resultados, además podremos abrir dos escenarios extras por cada mundo.
Dentro de cada una de las pantallas deberemos recoger una serie de diamantes que nos servirán, tanto para determinar el resultado que conseguiremos (bronce, plata u oro), así como para comprar una serie de objetos de los que hablaremos más tarde. Como es natural también en cada fase encontraremos unos tesoros ocultos que se catalogan dentro de estos objetos que os mencionábamos y los cuales estarán mejor escondidos de lo que suponemos.
La quinta fase de cada mundo corresponde al jefe final. El diseño de ellos es sensacional, con una gran expresividad gracias a las más que reales animaciones realizadas a través de hilos, cuerdas, botones y demás. Se han preparado de una manera muy exclusiva y de verdad que provocan una mezcla de admiración y cariño, como el dragón de las imágenes que os mostrábamos hace un tiempo.
Los escenarios por su parte están bien diferenciados, y aunque un juego de plataformas es un juego de plataformas y poco hay que explicar sobre su desarrollo, las diferentes situaciones que encontraremos son muy exclusivas, encontrando en cada una de estas fases algo que nos hará parar al personaje sólo para observar mejor el gran diseño artístico que ofrece.
Diseña tu propio cuarto
Dentro de los diferentes universos, habrá uno que podemos denominarlo como nuestra casa. En este mundo tendremos el tutorial, la sala de trofeos, un par de tiendas así como un par de minijuegos más.
Kirby tendrá su propia habitación en este título. En dicho cuarto, tanto los objetos ocultos que encontramos en cada pantalla, como aquellos que podemos comprar en las tiendas anteriormente mencionadas, servirán para decorar nuestra habitación a nuestro aire. Una vez hemos decorado con múltiples objetos nuestro hogar, podremos hacer una foto de Kirby en su cuarto y compartirla en internet o si lo preferimos sólo guardarlas en nuestro álbum personal. Teniendo en cuenta la cantidad diferente de objetos que podemos encontrar, os aseguramos que será muy difícil encontrar dos habitaciones iguales.
Siguiendo este mismo concepto, el otro minijuego propuesto supone un cierto parecido con éste. Existirán una serie de habitaciones vacías de las que se nos ofrecerá una foto de cómo debería decorarse. Por lo tanto, deberemos encontrar los objetos ocultos en las diferentes pantallas para colocarlos en la posición determinada en la foto. Una vez lo hayamos conseguido, aparecerá un pequeño personaje que se quedará en la habitación y nos proporcionará nuevos modos de juego. Estos modos tendrán un tiempo límite y una dificultad establecida y la verdad es que son retos interesantes que amplían las horas de juego de Kirby’s Epic Yarn.
Gráficos y sonido
Este título fue programado para realizarse para Gamecube pero con el paso del tiempo y la cancelación del mismo, la idea de este proyecto se portó a la consola WII de Nintendo. Hemos de decir que el resultado de tan larga espera y especulación supone una delicia artística y creativa. Como os hemos ido comentando en estas impresiones, el acabado del juego supone una marca característica del mismo y lo coloca en el apartado de juegos tales como LocoRoco o Patapón, los cuales por su estilo de jugabilidad, gráfica y de sonido supone un reconocimiento instantáneo.
Y es que la pequeña bola rosada, con su gritos característicos de admiración, de miedo o sorpresa, hacen que hasta el más duro corazón se ablande y quiera poner un Kirby en su vida. Con este queremos también afirmamos que tanto los efectos sonoros, como la muy elaborada (y muy japonesa) música encajan perfectamente en el juego que nos ofrecen, ambientando el título de Nintendo de una manera excelente. En sitios más oscuros se nos ofrecerán músicas más opresivas mientras que en otros más luminosos darán un aire muy alegre, todo con un gran componente de piano y guitarra acústica.
Un juego para todos
Como conclusión debemos de decir que posiblemente sea uno de los títulos del año en WII, por su acabado gráfico que es una completa obra de arte creativa, un sonido muy cuidado y una jugabilidad, que aunque sencilla, nos ha parecido muy acertada en cuanto al estilo que nos ofrece. Quizás el principal problema que ofrece es la dificultad, que aunque en aumento, no deja de ser un tanto sencilla. Por otra parte, los minijuegos, los retos, los tesoros ocultos y la posibilidad de jugar con un amigo potencian aún más la calidad del juego y las horas de diversión.