Dentro de los juegos de gestión de supervivencia ya tenemos varios exponentes interesantes. Están títulos como Sheltered, que cuenta con dos entregas, además de exponentes tan aclamados como This War of Mine, una dura representación de la guerra en el lugar de los civiles. Si eres un seguidor de este tipo de propuestas, te agradará conocer que Into the Dead: Our Darkest Days realiza un planteamiento muy similar, solo que en esta ocasión con un apocalipsis zombi como telón de fondo.
Ya lo hemos probado y os podemos confirmar que el planteamiento es de lo más interesante. Y no se trata solamente de su ambientación, situada en los años 80 en la ciudad de Texas (EEUU), sino por ponerte en la piel de un grupo de supervivientes y hacer que te sientas como si estuvieses viviendo en un capítulo de The Walking Dead.
Construir tu refugio, encontrar alimentos, hallar aliados y luchar de vez en cuando contra zombis son claves fundamentales para comprender un videojuego muy estratégico, pero también con bastante acción.

Un apocalipsis zombi con mucha humanidad
El planteamiento inicial es el que puedes encontrar en juegos del estilo: se te plantean varios dúos de supervivientes entre los que escoger, cada uno con sus particularidades. Nosotros optamos por Tracy y Wayne, una pareja con una difícil situación, y es que en la noche del brote se dieron cuenta de que iban a tener un hijo. Las historias personales importan mucho aquí, pero también las personalidades. Tracy posee un gran instinto de supervivencia y es algo que le permite hacer más daño cuando le queda poca salud, mientras que Wayne necesita salir del refugio a explorar porque si no su moral se resiente.
Hay muchas variables a tener en cuenta. Hay personajes que pueden comer cualquier cosa, y otros que no toleran el alcohol. Algunos causan gran daño al usar armas de fuego, y los hay que son un desastre en la cocina. También podrías encontrarte con alguien que tiene menos espacio en la mochila, pero que posee una gran capacidad para evitar ataques. Incluso podrías dar con alguien que es un manitas generando barricadas, o que directamente hace menos ruido al explorar.

No existe una combinación ganadora, todos tienen sus pros y sus contras, y la presencia de varias parejas nos invita a pensar que el título gozará de una considerable rejugabilidad. Esto también lo decimos por el concepto jugable, que se basa en resistir al máximo de días en este infierno zombi. Cada día se estructura en dos fases (día y noche) entre las cuales avanzas en el calendario realizando diversas tareas, ya se trate de reforzar las barricadas de tu refugio, fabricar cosas o irte a explorar para conseguir comida, objetos y todo tipo de materiales que te ayuden a sobrevivir.
Cada personaje puede realizar una única tarea por fase, y ahí vienen las complicaciones. Eso, y que más pronto que tarde verás cómo los indicadores de hambre, sueño y moral comienzan a venirse abajo. El factor psicológico es especialmente importante, porque si ven a un compañero perder la vida, se apenan y desesperan. Incluso podrían caer en una depresión y quitarse la vida. Así que lejos de ser un juego de zombis que añadir a la colección, este se toma las cosas bastante en serio, haciendo que veamos la humanidad de los protagonistas que manejamos.

El juego además de la parte de gestión, que es importantísima, incluye escenas de exploración y acción. Cuando encontramos nuevas localizaciones en el mapa, podemos visitarlas de primera mano, e incluso reclamar nuevos refugios, o hasta encontrar a nuevos aliados para que se unan a nosotros. Armados con bates, palos de golf, botellas rotas y por supuesto armas de fuego podemos hacer frente a las amenazas zombis que nos vayamos encontrando. Es posible apoyarse en puertas para comprobar si hay algo detrás, y siempre te encontrarás con algún espécimen que no sabes muy bien de dónde ha salido.
Lo más aconsejable es pillarlos por sorpresa y ejecutarlos de un golpe, pero muchas veces te tocará hacerlos frente cara a cara, e incluso en grupo. El juego es algo torpe en cuestión de controles y la precisión de los ataques no es su fuerte (probablemente mejore en la versión final), pero se deja jugar y suponen los momentos más tensos del título. Hemos entrado en tiendas abandonadas, iglesias infestadas de zombis y todas esas localizaciones tan típicas que ya hemos visto en numerosas películas y series de televisión (de las cuales el juego se nota que se ha inspirado muchísimo).

Todo lo que obtengamos en las expediciones nos sirve para construir armas, craftear medicación, cocinar alimentos e incluso fabricar camas donde dormir. Eso sí, hay que tener en cuenta que nuestra vida es limitada, que en este juego curarse depende de que tengamos acceso a algún kit de auxilios, y que una muerte siempre es permanente (y si solo nos quedamos con un superviviente se acaba la partida). Todo esto propicia que actúes sigilosamente, que no hagas mucho ruido mientras caminas, y que uses la linterna únicamente cuando es necesario.
Gráficamente el juego no está nada mal, dando lugar a una ambientación de lo más sobrecogedora. Hay un buen trabajo de modelado, iluminación y animación, pero lo mejor tal vez sea el tono ochentero que desprende, algo presente en el mundo construido, pero también visible en algunos detalles de la interfaz. En su versión para PC, no parecía demasiado optimizado de momento, pero al menos nos permitía escoger entre un montón de opciones para ajustar el rendimiento y obtener la máxima fluidez.

Hemos durado unos pocos días en nuestra primera partida a Into the Dead: Our Darkest Days, aunque son suficientes como para darnos cuenta de que es un videojuego bastante prometedor. La desarrolladora PikPok (que probablemente conozcáis por su Into The Dead para móviles) está haciendo un buen trabajo, y podéis comprobarlo vosotros mismos en la generosa demostración jugable que podéis encontrar en Steam. Llegará a PC en algún momento de este 2025, ¿Os llama la atención su propuesta?
Hemos realizado estas impresiones tras jugar a la demostración jugable que está actualmente disponible en Steam.