Cambiarlo todo para que nada cambie. Nintendo es experta en dar una vuelta de tuerca a sus franquicias más reconocidas, proponiendo novedades pero sin olvidar la esencia que las define. Esto es algo que verás en Mario & Luigi: Conexión Fraternal en cuanto lo juegues. El RPG no ha sido desarrollado esta vez por Alpha Dream (se declaró en bancarrota), pero os podemos asegurar que no lo parece, puesto que destila todo el ingenio, simpatía y buenas ideas de pasadas entregas.
Después de jugarlo durante más de una hora, hay bastantes cosas que contar, pero tal vez la más llamativa está en su curioso planteamiento narrativo. Nos sumergimos en el fantástico mundo de Concordia, que por razones que desconocemos ha sido arrasado y dividido en múltiples islas.
¿El cometido de Mario y Luigi? Pues ya lo conocéis: arreglar este entuerto, devolviendo todo a su estado original. Todo mientras recibimos grandes dosis de exploración, combates por turnos y conversaciones absolutamente delirantes.
Un nuevo Mario & Luigi de gran calidad
En este punto es de justicia recalcar que el trabajo de localización es simplemente formidable. Ya deberíamos estar acostumbrados a través de otras producciones de la Gran N, pero el equipo de traducción siempre sorprende con los Mario & Luigi mediante juegos de palabras, rimas divertidas, vocablos propios de nuestra lengua… Una maravilla. Además, todo lo que acompaña a esta producción es de una gran calidad, empezando por el apartado gráfico, con un estilo cartoon que rememora a pasadas entregas, al tiempo que inyecta una potente sensación de renovación visual.
La demostración que jugamos empezaba en alta mar, a bordo de un extrañísimo navío (mitad isla, mitad barco) que nos propone recorrer las distintas islas que ahora componen Concordia. La estructura, por tanto, es de lo más estimulante, prácticamente como si cada isla supusiera un mundo propio, con sus objetivos principales y secundarios, además de múltiples secretos. Por ejemplo, uno de los primeros enclaves de esta demo fue Isla Maraña, un enclave que nos invitaba a cumplir una misión de lo más disparatada.
Todo es absurdamente divertido en Mario & Luigi, también la trama. En este caso, debíamos encontrar un gel especial, capaz poner a punto el tupé de una estrella musical que preparaba una inolvidable actuación. Esto nos llevó a recorrer el lugar, conversar con los lugareños, comprar ítems en las tiendas y disfrutar de algún que otro pasatiempo en forma de minijuego. En definitiva, nada que os suene extraño si sois fans de la serie, aunque hay aspectos que llaman mucho la atención, con secuencias jugables muy inspiradas que plantean retos de habilidad y también puzleros.
Por ejemplo, había una parte en que debíamos llevar a una tal Mariana de un punto a otro del recorrido esquivando unos gusanos que entorpecían el camino. Para ello, era necesario que Mario y Luigi cooperasen, lanzándose el personaje cuando fuese necesario. En otra parte más avanzada que pudimos jugar, debíamos recorrer un laberinto, con un hermano subiendo a una torre para vislumbrar el camino, y el otro abajo para activar unos mecanismos que modificaban su estructura y accesos… Vamos, los puzles de toda la vida, pero muy bien tematizados y acordes a la colaboración entre hermanos.
Una evolución de la saga Mario y Luigi
Y por supuesto hay que hablar del combate. Si sois asiduos de Mario & Luigi, todo lo bueno que conocéis sobre la franquicia está aquí. Se trata de batallas por turnos, pero con un fuerte énfasis en el timing, en presionar los botones de ataque y salto en los momentos precisos (ya sea para ocasionar daño o para tratar de defendernos). Este esquema activo es una clave de la saga, y ahora se hace incluso más prominente, con más complejidad en las ofensivas enemigas y una mayor variabilidad en sus reacciones. En otras palabras, hay más variedad y también más pautas a considerar, lo cual supone un desafío incluso para los usuarios más curtidos.
No faltan a la cita los ataques tándem, que son ofensivas especiales que funcionan prácticamente como minijuegos en que presionar A y B siguiendo las distintas fases que se van proponiendo, ya sea pateando caparazones en el momento preciso (con un patadón final a lo Mario Strikers), o cualquier otra locura. En esta demo eran todos ya conocidos, pero es de esperar que haya novedades, lo cual sería no solo de agradecer, sino una necesidad.
Pero tal vez uno de los puntos claves de esta demostración fue cuando descubrimos las llamadas clavijas de combate, una especie de habilidades pasivas que podemos equipar una vez que las desbloqueamos. Algunas pueden potenciar nuestra capacidad ofensiva, mientras que otras nos auxilian cuando nos queda poca vida (ofreciéndonos un champiñón) o directamente nos reviven tras perder todos los puntos vitales. Queda por ver su potencial, pero tiene el aspecto de añadir un toque de complejidad perfecto para los veteranos, al tiempo que suponer un auxilio para los jugadores menos experimentados.
No obstante, siempre puedes subir de nivel, así como incrementar el rango cada ciertos niveles de experiencia para recibir bonificaciones como un incremento adicional de vida, velocidad, defensa, ataque… ¡o bigote! (que se refiere en realidad a la componente "suerte"). En definitiva, todo pinta realmente bien, con cambios e incorporaciones a todos los niveles, pero sin que haya nada realmente revolucionario o disruptor. Por eso, es como cambiarlo todo para que no cambie nada.
Un RPG preparado para sorprendernos
Mario & Luigi: Conexión Fraternal llegará a Nintendo Switch el próximo 7 de noviembre y ya estamos preparados para las, esperemos, numerosas horas de diversión que nos depara una producción de la que también estamos deseando conocer su desarrolladora. Desde luego, sean quien sean los responsables, parecen haber acertado.
*Hemos realizado estas impresiones tras acudir a un evento presencial invitados por Nintendo España.