Si hay un estudio que se ha ganado una reputación intachable a día de hoy entre los aficionados a los juegos de lucha es Arc System Works, una desarrolladora que ha firmado algunos de los mejores títulos de todo el género. Por eso mismo siempre hemos querido mantener nuestras esperanzas en que Guilty Gear Strive acabe resultando ser un juegazo, incluso a pesar de las malas sensaciones que nos transmitió su beta cerrada. No en vano, sus principales responsables escucharon las críticas de los fans y tomaron la difícil decisión de retrasar su lanzamiento para pulirlo, mejorarlo y convertirlo en una entrega digna de su saga insignia, corrigiendo y cambiando todo aquello que no terminó de convencer.
Ahora, a tan solo un par de meses de que se produzca su estreno final, la compañía nos ha dado la oportunidad de probar con antelación su nueva beta abierta que se celebrará entre el 19 y el 21 de febrero, lo que nos ha servido para comprobar los frutos de todo el trabajo que Arc System Works ha invertido en el juego. Y sí, os traemos muy buenas noticias.
Encontrando el equilibrio perfecto
Así pues, nos encontramos ante un título de lucha 2D centrado en los combate de uno contra uno cuyo principal objetivo es el de encontrar el equilibrio perfecto entre complejidad, profundidad y accesibilidad. Como bien sabréis, los juegos de esta saga siempre han tenido una barrera de entrada muy alta que, por norma general, solía intimidar a aquellos que no tuviesen mucha experiencia con el género, algo que el estudio de desarrollo ha querido cambiar sin renunciar por ello a su esencia.
Esto fue algo que ya pudimos comprobar en su beta cerrada, aunque en aquella versión de prueba se pasaron de frenada y la experiencia general que tuvimos con ella fue algo más cercano a lo que cabría esperar de un Street Fighter que de un Guilty Gear. El número de golpes por combo se redujo muchísimo, la velocidad de juego se ralentizó considerablemente y el daño que podían hacer los personajes era exagerado, por lo que alcanzar la victoria era más cuestión de saber moverse para acertar algún que otro golpe clave que de aprenderse buenos combos.
Sin embargo, se nota que sus desarrolladores han prestado mucha atención a todas las críticas que recibieron y esta vez sí que han sabido encontrar ese equilibrio tan deseado. Por un lado, cabe destacar que el esquema de control sigue apostando por un esquema de cinco botones (puñetazo, patada, Slash, Heavy Slash y Dust) y por unos inputs relativamente sencillos para ejecutar las técnicas que nadie debería tener problemas en aprender. Aquí no existen combos automáticos, así que quedará en nuestra mano aprender cómo podemos enlazar nuestros golpes para así crear nuestros propias combinaciones de ataques, momento en el que nos damos cuenta de lo flexible que resulta este sistema.
Aprendernos pequeños combos de tres o cuatro golpes es algo al alcance de cualquier jugador y hacen el suficiente daño como para que nos permitan defendernos en una batalla real, aunque esto es solo el punto de partida, ya que si somos creativos y muy habilidosos podemos llegar a ampliar nuestras cadenas de ataques de forma más que considerable, momento en el que entran en juego mecánicas más avanzadas como los Roman Cancel, una técnica que nos permitirá ralentizar la caída de nuestro rival durante unos instantes para así crear nuevas oportunidades para seguir golpeándolo antes de que termine de caer al suelo.
Como decimos, crear y ejecutar con éxito buenos combos no es una tarea para nada sencilla y requiere de muchísima precisión, timing y práctica a los mandos, dando como resultado un juego mucho más amigable para novatos, pero también increíblemente satisfactorio para los jugadores más competitivos. Además, ahora es todo mucho más legible, por lo que resulta fácil seguir la acción y comprender qué es lo que está pasando en pantalla, dándole a las batallas un toque muy espectacular cuando los que luchan dominan a sus personajes.
Evidentemente, para conseguir esto se han tenido que reducir los niveles de daño, así que a excepción de personajes como Potemkin no esperéis que los combates se resuelvan en tres o cuatro tortazos. Son muy tensos porque las barras de vida bajan rápido y los errores son increíblemente fáciles de castigar, pero suelen tener una duración adecuada y un ritmo muy bien medido que propicia realizar épicas remontadas si nos lo curramos lo suficiente.
Otras mecánicas que regresan de la anterior beta la tenemos en las nuevas paredes rompibles, de modo que si golpeamos a nuestro enemigo contra ellas podremos acabar por romperlas, lo que limita un tanto los combos de esquina para evitar que nos pasemos un combate entero contra nuestro enemigo acorralado. Eso sí, si conseguimos romper uno de estos extremos nos beneficiaremos de una carga mucho más rápida de nuestro medidor de tensión y aumentaremos el daño de nuestro último golpe, por lo que también tiene su parte positiva para el atacante.
Al principio temíamos que este sistema cobrase demasiada importancia y protagonismo, aunque tras varias horas de combates lo cierto es que dista de ser la norma el que se produzcan este tipo de situaciones, ya que ahora los combatientes reacciones a los golpes de una manera mucho más pesada que dificulta los acorralamientos y evita que vuelen de un lado a otro de la pantalla.
Hablando de personajes, difícilmente nos podrían haber gustado más los 13 que hemos podido probar en esta beta. Todos ellos están diferenciadísimos y nos proponen unos estilos de combate totalmente únicos y brutalmente espectaculares que hace que el cambio de uno a otro sea casi equivalente al de cambiar de juego. Y ojo tanto con las nuevas incorporaciones como con los cambios que han recibido los veteranos, con multitud de nuevos golpes y trucos que nos obligarán a aprender a jugar con ellos casi desde cero.
El futuro online de los juegos de lucha
Como veis, Guilty Gear Strive nos tiene ahora mismo entusiasmados. Hemos disfrutado muchísimo practicando en el Modo Entrenamiento y librando todo tipo de combates que nos han tenido con el corazón en un puño y sin parpadear hasta que nos alzábamos con la victoria o caíamos derrotados, pero si hay algo que queremos destacar y aplaudir hasta dejarnos las manos es lo que Arc System Works ha hecho con su código de red.
A día de hoy no es ningún secreto que la mayoría de los principales juegos de lucha del mercado no tienen un online a la altura, algo que en 2020, con la pandemia, ha quedado mucho más patente cuando los jugadores profesionales se han visto obligados a tener que competir a través de internet en unas condiciones que han distado de ser las ideales. Una asignatura pendiente que solo unos pocos títulos, como Mortal Kombat 11, han conseguido aprobar.
Por eso, lo que aquí nos hemos encontrado nos ha parecido, como mínimo, brujería. Para empezar, decir que el estudio ha apostado por un código de red de tipo rollback para garantizar unas partidas mucho más fluidas y sin input lag que nos permita tener una experiencia de juego lo más cercana posible a cuando jugamos offline. Esto es algo que ya hemos visto en otros títulos, pero en esta ocasión nos ha parecido simplemente impresionante lo bien que funciona.
Gracias a que la desarrolladora ha incluido en la interfaz unos contadores que nos indican tanto nuestros milisegundos de retraso como los frames de rollback (decid adiós a las típicas barras similares a las de las coberturas de los móviles para medir el estado de la conexión con nuestro oponente), hemos podido confirmar que jugando en salas europeas hemos tenido una media de 30 ms y entre 0 y 1 frames, lo que es una auténtica pasada y a los mandos nos ha resultado técnicamente indistinguible de estar luchando contra alguien en local. Es más, en salas de otros continentes hemos podido disputar partidas contra jugadores americanos y japoneses con una media de 120 m y entre 2 y 3 frames de rollback, obteniendo una experiencia prácticamente igual de buena. No exageramos si decimos que nunca hemos jugado con tantísima fluidez y estabilidad a un juego de lucha a través de internet, lo que nos ha devuelto la fe en el género y en lo que está por venir.
Si esto es indicativo de lo que vamos a tener en el producto final, estamos convencidos de que va a marcar un nuevo estándar a seguir y que va a obligar a que la competencia se tenga que poner las pilas en estas lides, algo que, al final, acabará por beneficiarnos a todos los jugadores, tanto casuales como profesionales.
El espectáculo de Arc System Works a la enésima potencia
Por supuesto, otro aspecto en el que no falla este estudio es en sus apartados audiovisuales y en esta ocasión tenemos el que es, sin duda alguna, el juego más espectacular de todos los que han hecho, lo que no es decir precisamente poco con ejemplos tan recientes como Dragon Ball FighterZ o Granblue Fantasy Vs. Los gráficos son 3D con ese aspecto cel shading tan particular con el que suelen dotar a sus producciones, pero ahora los personajes están más detallados, las animaciones más pulidas, los escenarios están mucho más recargados, la iluminación más conseguida y la puesta en escena es simplemente magistral. Sumadle un maravilloso diseño artístico con muchísima personalidad y tendréis un juego que os dejará con la boca abierta de manera constante. La única pega que tenemos aquí sería en su interfaz, excesivamente recargada y con unos letreros gigantescos que resultan muy invasivos.
Finalmente, no podemos terminar este texto sin destacar su increíble banda sonora, más cañera y roquera que nunca y con un buen número de temas que, por lo que hemos escuchado, son todos vocales, ambientando de lujo nuestros enfrentamientos para elevar la adrenalina al máximo. Los efectos son tan contundentes como cabría esperar y el doblaje japonés cuenta con los actores habituales que vuelven a hacer un gran trabajo encarnando a sus personajes.
Conclusiones
Ahora sí que sí: Guilty Gear Strive está llamado a ser uno de los grandes juegos de lucha de este y de los próximos años. Teníamos nuestras dudas, pero esta beta ha terminado de convencernos por completo y no vemos el momento de que llegue el 9 de abril para descubrir todos sus contenidos y seguir librando emocionantes combates. Un juego que parece tenerlo todo y que ha encontrado un equilibrio muy dulce entre accesibilidad y profundidad, haciéndolo igual de disfrutable para cualquier tipo de jugador, ya seas nuevo en esto de los tortazos virtuales o lleves décadas participando en torneos. Todavía nos queda mucho por jugar y descubrir para poder terminar de valorarlo adecuadamente, pero ahora mismo se ha convertido, sin duda alguna, en uno de nuestros lanzamientos más esperados de este 2021.
Hemos realizado estas impresiones gracias a un código de beta para PS5 que nos ha proporcionado Bandai Namco.