Los finlandeses Remedy Entertainment son uno de esos estudios muy queridos por los jugadores, que se han ganado el respeto de la industria en sus más de 20 años de historia. Creadores de juegos como Max Payne, Alan Wake y Quantum Break, después de más de una década trabajando codo con codo con Microsoft se embarcan en una nueva aventura esta vez de la mano de 505 Games, para crear una nueva saga, que esta vez será multiplataforma: Control.
Presentado en la conferencia de Sony durante el E3 2018, a todos nos llamó la atención el parecido con su último juego, Quantum Break, y viendo la demo a puerta cerrada que enseñaban a la prensa esta sensación no se disipa, parece una expansión o secuela del título lanzado en 2016, con un apartado técnico y una dirección de arte muy parecidos, e incluso su jugabilidad es idéntica, tiroteos en tercera persona mezclados con el uso de poderes especiales.
En Control nos ponen en la piel de Jesse Faden, la nueva directora de la Oficina Federal de Control, una agencia secreta de los Estados Unidos que se dedica a la investigación y desarrollo de técnicas paranormales. Ubicada en un edificio secreto de Nueva York, como podéis imaginar algo sale mal, y una amenaza de otro mundo invade las instalaciones, eliminado o poseyendo a todos sus empleados, siendo nuestro objetivo resolver la situación y descubrir qué está ocurriendo, tomar el control de la situación.
Dirigido por Mikael Kasurinen (codirector de Quantum Break) y escrito por Sam Lake (quien ya realizó esta tarea en los dos primeros Max Payne y en Alan Wake) estamos ante una aventura de acción marca de la casa, que mezcla espectaculares y creativos tiroteos con una historia elaborada y un apartado gráfico muy vistoso.
La protagonista utiliza un arma muy curiosa, capaz de transformarse en una pistola o una escopeta en tiempo real, e iremos desbloqueando nuevas transformaciones y mejoras para el arma a lo largo de la aventura. Pero el atractivo en los combates lo ponen los poderes especiales que podemos utilizar, como levantar escombros del suelo y generar un escudo protector, que después podemos tirar a los enemigos, o coger cualquier objeto de los escenarios -muy interactivos- y lanzárselo a nuestros rivales.
Una gran parte de estos poderes, con algunos cambios y novedades, están heredados de Quantum Break, y si disfrutasteis de aquel juego ya sabéis lo divertidas y originales que podían llegar a ser sus escenas de acción, aprovechando los poderes en combinación con el entorno y las armas de fuego. Esto se repite en Control, y además de enfrentarnos a enemigos con armas tradicionales, también tendremos que luchar contra entidades sobrenaturales, que vuelan, se teletransportan y utilizan sus poderes sobrenaturales contra nosotros, y que nos brindarán los momentos más desafiantes, habiendo jefes finales.
La característica más distintiva respecto a los anteriores juegos de Remedy es que esta vez el desarrollo de la aventura no será totalmente lineal, y recorreremos un gran escenario que iremos abriendo poco a poco, a lo metroidvania, y que incluirá misiones secundarias y motivos para explorar y perdernos más allá de la historia principal. Por ejemplo, cuando consigamos el poder de levitar, con el que podemos flotar por el aire, accederemos a instancias a las que antes no era posible llegar, y que en muchas ocasiones serán opcionales.
Esta nueva estructura exige también una manera diferente de contar la historia, con una narrativa más fluida y ambiental, que se alejará un poco de lo visto en Quantum Break y sus emails, cinemáticas y capítulos de serie de televisión. Todo el juego transcurrirá dentro del edificio de la Oficina Federal de Control, con una ambientación bastante opresiva, y con momentos desconcertantes, ya que ciertos eventos pueden cambiar de repente el diseño de los escenarios, con escenas un tanto terroríficas, que nos han recordado a algunos de lo momentos más brillantes de Alan Wake.
Gráficamente el juego se ve genial, y utiliza el motor Northlight, lo que hace que se vea tan parecido a Quantum Break, además de contar con una dirección de arte bastante similar. Los momentos en los que los escenarios cambian su aspecto y la ambientación se introduce de lleno en lo sobrenatural son muy interesantes, en cambio otras muchas situaciones por largos pasillos y oficinas con un diseño minimalista y demasiado aséptico nos han parecido un tanto sosos, lo que a la larga puede hacer que la ambientación sea repetitiva, teniendo en cuenta que todo el juego transcurre en un edificio. Habrá que esperar para ver cómo se mezclan los escenarios realistas con los momentos sobrenaturales, y si hay escenas en exteriores.
Siendo un juego de Remedy seguro que estará plagado de sorpresas y de localizaciones sorprendentes que es posible que todavía no nos hayan querido mostrar, al igual que la historia, de la que apenas conocemos unos detalles, su punto de partida, y que siendo de este estudio seguro que resulta interesante.
Un juego de Remedy siempre es interesante
Conocer el pasado de Remedy y ver una demo de 15 minutos es suficiente para hacerse una buena idea de lo que va a ofrecer esta aventura de acción, que la verdad es que parece una continuación de Quantum Break, pero cuya estructura no lineal, más abierta que nunca en un juego de este estudio, puede ser interesante y aportar el punto de frescura necesario.
Se lanzará en 2019 en Xbox One, PS4 y PC, y como a todos los juegos de Remedy Entertainment, lo esperamos con los brazos abiertos.
Asistimos a una demostración a puerta cerrada del juego en el E3 2018, a la que fuimos invitados por 505 Games.