Si de algo se ha acusado a la serie Call of Duty en los últimos tiempos es de continuista, y de un año tras otro ofrecer más de lo mismo, sin grandes novedades entre las diferentes entregas. Si bien en la campaña para un jugador sí se han tomado ciertos riesgos conceptuales, que no jugables, el modo multijugador lleva siendo muy continuista desde que dieron el campanazo con Call of Duty 4: Modern Warfare, un título tan importante que ha influenciado a todos los juegos de acción multijugador de los últimos 7 años.
Pese a que la saga se sigue vendiendo como pan caliente cada año, con la llegada de la nueva generación hay ganas de probar cosas nuevas, un momento perfecto para renovarse y experimentar, y tras el decepcionante Call of Duty: Ghosts, que ni era de las mejores entregas que hemos podido jugar en Xbox 360 y PlayStation 3, ni aprovechaba las características de las nuevas consolas, Xbox One y PlayStation 4, este año toca un salto de gigante en cuanto a incorporación de novedades. Tras haberlo podido probar esta mañana en un evento celebrado por Activision en Colonia, podemos decir sin miedo que Call of Duty: Advanced Warfare es posiblemente la entrega más revolucionaria desde el primer Modern Warfare.
La saga ya viene desde hace tiempo coqueteando con la guerra del futuro, y en esta ocasión da un salto de consideración, al año 2054. Como vimos en el primer tráiler del modo historia, esto se aprovecha para incluir armamento y tecnología del futuro, lo más llamativo de todo los exoesqueletos, un esqueleto externo a modo de armadura que otorga a su portador un gran poder, pudiendo dar enormes saltos, golpes de fuerza sobrehumana o incluso planear por el aire. Podíamos tener la sospecha de que toda esta tecnología se vería trasladada también al multijugador, pero también nos extrañaba que fuera a ser tan rompedor, sabiendo que las novedades en el multi se introducen con cuentagotas, por miedo a romper la fórmula que tan bien les ha funcionado durante toda una generación.
Y sí, Activision y Sledgehammer Games se han atrevido, y los exoesqueletos son el centro de la experiencia del nuevo multijugador, o mejor dicho, la novedad más significativa, y que cambia completamente la dinámica de las partidas. El hecho de poder dar enormes saltos, de poder realizar pequeños y rápidos impulsos laterales o hacía atrás gracias al jetpack, o incluso planear si tenemos equipado el perk adecuado, hace que las partidas se sientan bien distintas, más frenéticas y alocadas si cabe, ganando mucho protagonismo la verticalidad de los escenarios, ya que ahora en un par de segundos podemos colocarnos en una posición elevada.
Hay ejecuciones especiales si damos al botón de golpe/cuchillo cuando estamos en el aire, cayendo rápidamente al suelo con una fuerza enorme, y si nos quedamos al borde de una cornisa y volvemos a pulsar el botón de salto, ahora nos agarramos y subimos. Hemos evitado mencionarlo hasta ahora pero sí, esto recuerda y mucho a Titanfall, el genial juego de acción multijugador que se lanzó este pasado mes de marzo, y que comparte con el nuevo Call of Duty la agilidad de los soldados para subirse por cualquier lugar de los escenarios.
Nos vamos a entrar en la polémica de hasta qué punto se han podido inspirar en el juego de Respawn Entertainment, pero sí vamos a decir que cuando juegas en profundidad, y nosotros hemos estado prácticamente 3 horas haciéndolo, las diferencias son mayores de lo que parecen. Para empezar en Call of Duty: Advanced Warfare no puedes correr por las paredes, y el doble salto funciona bien distinto, ya que más bien es un salto enorme. También podemos hacer movimientos que en Titanfall no son posibles, como los impulsos laterales, muy útiles para cambiar de manera improvisada de dirección, esquivando un proyectil por ejemplo o resguardándonos en un instante, algo que se puede hacer tanto en el aire como en el suelo. Hay que pulsar el stick izquierdo y a la vez en este una dirección –izquierda, derecha o atrás-, y aunque es una combinación extraña del mando y cuesta un poco acostumbrarse, ya que no recordamos ningún otro juego en el que lo hagamos, una vez te habitúas no hay mayores problemas, y es muy práctico.
Hay que cambiar bastante el chip en las primeras partidas de Call of Duty: Advanced Warfare, tenemos un montón de posibilidades nuevas y hay que aprender a usarlas, para empezar que la acción ya no se limita al suelo, y hay que mirar mucho por encima de nuestra cabeza, si no queremos que los jugadores contrarios nos sorprendan por el aire. La tecnología futurista ha impregnado todos los aspectos del juego, y aunque hay perks, rachas de puntos y otros elementos que recuerdan y están rescatados de entregas anteriores, todos y cada uno de los apartados del multijugador han recibido cambios de consideración gracias a la ambientación futurista.
Mayor personalización que nunca
Advanced Warfare recupera el sistema de equipamiento de Call of Duty: Black Ops II, solo que en lugar de 10 casillas, ahora tenemos 13 para elegir el equipo que queremos llevar: armas, mirillas, accesorios, granadas, perks, wildcards, rachas de puntos (hasta Black Ops II rachas de baja), etcétera. A los clásicos perks se les suma uno nuevo, el perk para el exoesqueleto, una decisión muy importante, ya que esta habilidad nos da una ventaja decisiva. Ser invisibles, crear un escudo, movernos más rápido, planear unos segundos por el aire, curarnos más rápido, un dron que escanea la zona, o la posibilidad de ver a los enemigos a través de las paredes. Todas estas habilidades gastan energía del traje, que se recuperar con el tiempo, y las activamos y desactivamos a voluntad.
En las rachas por puntos se recuperan algunas de anteriores Call of Duty, como el UAV o la torreta, pero lo interesante es que ahora se pueden personalizar. Podemos añadir más potencia de fuego, duración o que nos den más puntos de asistencia, pero a cambio, si añadimos estas mejoras, esa racha se vuelve más cara, más complicada de conseguir, porque somos nosotros los que decidimos qué precio estamos dispuestos a pagar para tener disponible cada racha. También nos ha parecido muy interesante las rachas cooperativas. Aunque no hemos visto muchos ejemplos, en la que nos han enseñado, un dron volador, este puede ser controlado por un único jugador, que dispara, o bien por dos jugadores, uno disparando y el otro localizando blancos.
Ahora en nuestro personaje tenemos muchas más opciones de personalización: cascos, gafas, guantes, camisetas, pantalones, botas, exoesqueletos, etcétera, lo que hacen un sinfín de variantes, y muchos de estos objetos los conseguiremos mediante el nuevo sistema de recompensas Lanzamiento de Suministros/Apoyo Aéreo. Unos cofres que nos entregan al finalizar cada partida, y que tienen regalos sorpresas, como ropa, accesorios, armas personalizadas o equipamiento único, con diferentes niveles, no sabemos nunca qué nos encontraremos dentro de cada uno de estos cofres. Toda esta personalización tan completa no solo la apreciamos en las partidas, donde ya es casi imposible encontrarse dos jugadores, iguales, sino además en el nuevo lobby virtual. En este vemos el personaje de cada uno de los jugadores que va a participar en la partida, con todo lujo de detalles, y sabemos todo el equipamiento que llevan encima, incluso sus estadísticas; todas las cartas están encima de la mesa y al descubierto antes de cada partida.
Y lo que es interesantísimo, un nuevo Campo de tiro virtual al que se accede desde el lobby, en la pantalla de equipamiento. Basta pulsar un botón y de manera inmediata seremos trasladados a una galería de tiro donde podemos probar las armas que acabamos de equipar, disparando a unas dianas futuristas. Se acabó aquello de equipar armas y accesorios, entrar en una partida, y darte cuenta de que no te gustan. Ahora puedes probar tu equipo de manera inmediata desde la pantalla de personalización, sin tiempos de carga y antes de cada partida, una idea que nos ha encantado y que funciona fenomenal, muy útil.
Y sobre las armas, aunque no se les ha ido tanto de las manos con el futurismo, y la mayoría recuerdan a las de otras entregas, sí hay un nuevo tipo, las armas de energía. Estas no consumen munición, sino como su nombre indica energía, y una de la que hemos probado en un rayo láser que dispara de manera continuada hasta que se recalienta, momento en el que no puedes seguir disparando y tienes que esperar a que se enfríe. Bastante y potente y letal, veremos cómo lo equilibran, nos ha parecido demasiado poderoso.
En el apartado granadas sí que le han echado imaginación, y además de las clásicas tenemos algunas bastante peculiares, como unas que se transforman en un dron volador y se ponen a perseguir al enemigo más cercano, disparándole. También es curiosa la manera de lanzar las granadas, ya no es con la mano, sino que la expulsa el exoesqueleto hacia delante con gran fuerza, sin apenas modificación de la trayectoria.
Nuevos modos de juego, y otros que regresan
Tendremos 12 modos de juego, desde habituales que no pueden faltar como Duelo a muerte por equipos, Dominio y Buscar y Destruir, a otros que regresan demandados por los fans como el clásico Captura la bandera y el divertido Hardpoint (Punto caliente), ausente en Call of Duty: Ghost tras la buena acogida que tuvo en Black Ops II. Y también habrá otros nuevos, como Impulso, una nueva versión del clásico modo Guerra, y en especial uno que ya hemos podido probar y que intuimos se va a convertir en un éxito: Enlace ascendente (Uplink).
Este es como una especie de partido de rugby en el que tenemos que meter una pelota metálica en la "portería" enemiga, una esfera de energía flotante. En todo momento sabemos dónde está la portería de nuestro equipo, la del rival, y dónde se encuentra la pelota, si está en el suelo, o si la lleva alguien. Cuando coges la pelota no puedes disparar, estás indefenso, por lo que el juego en equipo es imprescindible, y tus compañeros te tienen que proteger hasta la portería enemiga. Una vez allí tienes que lanzarla y acertar, aunque este movimiento también se puede realizar para dar pases a los compañeros.
También a veces la hemos tirado al suelo aposta, porque veíamos venir enemigos, estábamos solos, y necesitábamos un arma en las manos, y las estrategias van apareciendo al cabo de las partidas. Es un modo que promete ofrecer momentos muy espectaculares y divertidos, y veremos cómo lo acoge la comunidad, a nosotros nos ha encantado, y es bastante original dentro de la saga.
Los mapas
De momento se han presentado y hemos podido probar cuatro mapas, que imaginamos son una buena maestra de todos los que encontraremos en el juego final. Empezamos con Biolab, una laboratorio científico que es un laberinto de estructuras que tenemos que usar a nuestro favor escalando, y por el que se mueven unos contenedores de ácido que podemos disparar para que exploten y dañen a los enemigos, hemos hecho más de una muerte de esta manera. Aunque sin llegar a los niveles de destrucción de Battlefield, en este Call of Duty hay más elementos que nunca en los escenarios que podemos destruir, por ejemplo ventanas de cristal, que abren nuevos caminos al romperse. También hay una zona exterior nevada donde se producen interesantes tiroteos, y en algunas ventanas unas torretas que podemos utilizar para hacer mucho daño a los más incautos.
Riot es una prisión abandonada situada en Bagdad, con muchas salas y pasillos y unos patios exteriores con grandes distancias y apenas elementos donde escondernos. Como elemento curioso tenemos un sistema informático de localización que podemos piratear para que ayude a nuestro equipo a localizar a los enemigos en el mapa y mostrarlos. Ascend es la terminal de un ascensor espacial, y es el más vertical de todos, donde mejor tienes que aprender a utilizar los movimientos del exoesqueleto. También hay una torreta especial que si dominamos, causa un enorme poder de destrucción.
Y por último tenemos Defender, uno de los más curiosos, que se desarrolla en San Francisco, en los bajos del puente Golden Gate, y que en un momento de la partida es azotado por una ola gigante proveniente del mar, que modifica todo un lateral del escenario, y que si te pilla, evidentemente te mata. Muy abierto, con interesantes posiciones para los francotiradores, en este Call of Duty quien domine los rifles de precisión, al poder situarte rápidamente en posiciones elevadas, va a causar auténticas escabechinas. En cualquier caso es meritorio acertar en el aire a los jugadores con sus enormes saltos, trayectoria que incluso pueden modificar en cualquier momento.
Jugando a la versión de One
Hemos podido probar la versión de Xbox One y como ya pudisteis apreciar desde los primeros tráilers, esto sí parece ya un juego más propio de la nueva generación. No esperéis un cambio brutal y un referente gráfico en las nuevas consolas, pero hay efectos gráficos destacables, las texturas está moderadamente bien, los escenarios tienen un montón de elementos, y al menos en los mapas que hemos jugado, los 60fps se mantienen totalmente estables, no titubean en ningún momento, algo con lo que sí tenía ciertos problemas Ghotst. Se ve realmente bien la verdad, y lo que es muy importante, lo técnico no lastra nunca lo jugable. Seguro que tienen para dar mucho más de sí las nuevas consolas, pero en este ya se aprecia una evidente evolución gráfica respecto a la "antigua" generación.
Un decidido y enorme salto dentro de la saga
Hay muchísimas novedades y buenas ideas en Advanced Warfare, y se nota que se han puesto las pilas para crear un Call of Duty que se sienta verdaderamente distinto, de nueva generación, no sabemos si mejor o peor, pero sí diferente. Puede que incluso demasiado diferente para sus más fieles seguidores, pero la saga necesitaba urgentemente una renovación como esta, tras la entrega del año pasado, que parecía totalmente agotada en cuanto a nuevas ideas.
Con el mercado navideño a su merced en cuando a shooters bélicos y multijugador, tras la inesperada baja de su rival directo, Activision no quiere desaprovechar la ocasión y va a dar un golpe encima de la mesa, con un nuevo Call of Duty lleno de novedades, como todo el mundo venía pidiendo. Se lanzará el 4 de noviembre para PlayStation 4, Xbox One, PC, PlayStation 3 y Xbox 360, y en este primer contacto nos ha dejado un gran sabor de boca, sintiéndose como algo nuevo, pero a la vez manteniendo su esencia y señas de identidad, que lo han llevado a ser una de las sagas más vendidas de la historia.
