Nadie se hubiese imaginado hace 10 años que Bioware pudiese llegar a estar en una situación complicada. El prestigioso estudio canadiense acababa de ser comprado por Electronic Arts cuando estaba a punto de lanzar Mass Effect, una saga que se convertiría en una de las más importantes de la generación. También preparaba Dragon Age, y venía de éxitos como Baldur’s Gate o Caballeros de la Antigua República. Pensar que diez años después Bioware se fuese a jugar su futuro por el éxito de un solo juego resultaba impensable, pero la vida da muchas vueltas.
Por suerte para la compañía fundada por los ya desvinculados doctores Muzyka y Zeschuk y también para los fans del videojuego, parece que Anthem va a ser un grandísimo título. Por lo que hemos podido probar en el E3, Bioware ha logrado una atractiva combinación de acción, rol y ciencia ficción tomando elementos de numerosos juegos y añadiendo otros propios. Habrá que ver si las ventas le hacen justicia a un título que será lanzado el día de la muerte, el 22 de febrero de 2019, cuando también debutan Crackdown 3, Days Gone y Metro Exodus, tres superproducciones que no merecen diferente fortuna.
Probando Anthem con un equipo inmejorable
Electronic Arts solo hizo su evento EA Play y no estaba en el E3, pero sí Nvidia, y gracias a una colaboración entre ellos pudimos jugar a Anthem de manera inmejorable: con un PC con dos tarjetas gráficas GeForce GTX 1080 Ti SLI. El título se movía a las mil maravillas, con la misma calidad visual que vimos en la presentación de Electronic Arts y cuando salga se convertirá sin ninguna duda en uno de los referentes gráficos. El título impacta visualmente por su escala pero también por su ambientación. El peculiar planeta en el que transcurre la acción de Anthem es exuberante, y el mundo del juego no solo es extenso sino también muy vertical. Al contar con un jetpack en todo momento, los diseñadores han creado un mundo con muchas alturas. La sensación es de enormidad y la cantidad de detalle abrumadora.
Influencias de muchos juegos y géneros
Como si del juego de los chupitos se tratase, cuando se enseñó la demostración jugable en el E3 la gente empezó a pensar en obvios referentes a los que se parece Anthem. Las inspiraciones son muchas y bastante evidentes: una mezcla de The Division y Destiny, con toques de Titanfall y hasta de Borderlands… pero en realidad, cuando lo jugamos lo que sentíamos era que éramos Iron Man. El jetpack es un elemento jugable perfectamente integrado y que no nos cansaremos de usar. Sabiéndolo, lo han limitado. El sistema se va sobrecalentando y tendremos que volver a poner los pies en la tierra y esperar a que se enfríe. Pulsando el stick analógico derecho flotamos, y pulsando el izquierdo iniciamos el modo vuelo. Es especialmente útil para huir de los enemigos en situaciones complicadas y también para flanquearlos, pero sobre todo mola. Mola una barbaridad. Es genial.
Tiroteos, habilidades y looteo
En la demostración jugábamos en cooperativo en una fase muy temprana del juego y junto con nuestros compañeros avanzábamos haciendo frente a los enemigos. El sistema de tiroteos se parece mucho a The Division y es menos exigente que el de Destiny, pero notamos que el daño que hacemos en el enemigo depende muchísimo de dónde les impactemos, y el juego aprovecha esto para ofrecernos un reto adicional, algo que notamos especialmente en el jefe final de después, una especie de insecto gigante, a lo Starship Troopers.
Además de un sistema de tiroteos que se beneficia a su vez de un sistema de armas con diferentes tipos y rarezas, contamos también con habilidades especiales que se recargan con el tiempo, algo que parece la nueva moda de los videojuegos. Nuestro soldado podía lanzar una descarga de energía bastante dañina, o bien una bomba de área que hacía daño y paralizaba a los enemigos. Pero lo que más nos gustaba era su ataque especial pulsando LB y RB. Fijaba blancos y soltaba un montón de pequeños misiles teledirigidos. Como Iron Man.
Sobre todo nos llamó la atención la variedad de enemigos a la que hicimos frente y la gran escala del juego. Los escenarios son abiertos en horizontal y en vertical, la presencia de jetpacks hace que los desarrolladores hayan podido hacer niveles con seis grados de libertad que se notan enormes y muy libres. Incluso en las batallas se notaba esto. Veíamos cómo nuestros aliados podían estar flotando, en el suelo, a gran distancia, y todos formábamos parte de una gran escaramuza. Si en un título como The Division la defensa y la táctica la proporcionan las coberturas, en Anthem es el movimiento libre y rápido por un escenario completamente abierto el que cumple esta función.
Muy ambicioso y prometedor
Hay mucho escepticismo con Anthem, una especie de intento de profecía autocumplida: como hemos visto muy poco del juego y ha habido rumores de que ha tenido problemas en su desarrollo y de que Bioware depende de su éxito, entonces no debe de ser muy bueno. A la demostración del EA Play se le han buscado peros y pegas, pero lo cierto es que jugarlo es una delicia. Puede no ser demasiado original y rozar el plagio en ciertos elementos, pero es realmente divertido y la sensación de movernos con nuestro jetpack, volando, flotando y usando habilidades de ciencia ficción es absolutamente satisfactoria. Merece mucha suerte y esperemos que BioWare supere este desafío.