Sabemos que puede sonar raro que hablemos de sorpresa con un juego de Firaxis, un veterano estudio que se ha labrado una reputación intachable con Civilization y XCOM, pero mentiríamos si os dijésemos que no teníamos nuestras reservas con Marvel’s Midnight Suns, un título que ha sufrido varios retrasos considerables y cuya premisa de combinar batallas tácticas por turnos con un sistema de combate basado en cartas no pintaba demasiado bien sobre el papel. Por suerte, no podíamos estar más equivocados y tras haberle dedicado más de 20 horas a su versión final podemos confirmar no solo que se trata de la última gran sorpresa de 2022, sino también de un auténtico juegazo que apunta a ser uno de los mejores juegos de Marvel jamás hechos.
Los Midnight Suns contra Lilith
A diferencia de lo que viene siendo habitual en otras producciones basadas en las licencias de la Casa de las Ideas, la historia se centra en el lado más oscuro y sobrenatural de Marvel para llevarnos a librar una guerra a gran escala contra Lilith, quien está causando el caos en todo el mundo corrompiendo tanto a héroes como villanos para convertirlos en demonios a sus órdenes.
A nosotros nos tocará encarnar a Hunter, un nuevo personaje creado en exclusiva para la ocasión a quien podremos personalizar y que resulta ser el hijo o hija de la poderosa hechicera a la que tendremos que abatir, aunque tal y como podréis suponer, no estaremos solos y contaremos con la ayuda de otros superhéroes como Spider-Man, el Capitán América, Iron Man, Wolverine, Blade o Ghost Rider, por mencionar tan solo unos pocos ejemplos.
Por ahora, la trama principal no nos está entusiasmando demasiado, pero el guion hace muy buen trabajo a la hora de crear nuevas situaciones constantemente, ya sea introduciendo nuevas amenazas, enemigos o giros que invitan a avanzar por el simple placer de descubrir qué nuevos peligros nos aguardan a continuación. Tan pronto estaremos combatiendo a Venom en la azotea de un rascacielos que intentando capturar a un agente de Hydra o protegiendo la Torre de los Vengadores de un asalto sorpresa, por lo que nunca hay tiempo para aburrirse.
Eso sí, la parte que más nos ha gustado de su narrativa son los propios personajes y las relaciones que tienen entre ellos, ya que están bastante trabajados, captan muy bien su esencia de los cómics y las múltiples conversaciones que mantendremos con nuestros compañeros de armas nos permitirán profundizar en sus personalidades, miedos, conflictos internos y pasiones. Además, siempre reaccionan de forma coherente a los giros que se van produciendo y los roces que surgen entre un grupo de héroes tan dispares crea momentos muy interesantes que les da credibilidad.
Los ases de Marvel
En lo puramente jugable, estamos ante una aventura de rol táctico que se divide en dos partes bien diferenciadas. Por un lado, tenemos la abadía, el lugar que usaremos como nuestra base de operaciones. Su función es similar a lo visto en el monasterio de Fire Emblem: Three Houses, por lo que podremos movernos con total libertad para explorar sus alrededores, recoger recursos e ingredientes, charlar con el resto de personajes para subir nuestro nivel de amistad con ellos, participar en distintos de eventos y, por supuesto, prepararnos para la batalla organizando entrenamientos diarios, mejorando nuestras instalaciones y cartas, creando objetos, enviando héroes a misiones y gestionando nuestros mazos.
Se trata de una parte muy entretenida y de carácter aparentemente opcional, pero invertir tiempo aquí merece mucho la pena, ya que casi siempre nos recompensan con cosas muy útiles que nos facilitarán las batallas, dando lugar a una sinergia fantástica entre todos los sistemas que funciona genial, resulta gratificante y nos transmite una sensación de progreso constante. Además, a nivel argumental hay eventos y conversaciones muy interesantes.
Evidentemente, el otro pilar de la aventura lo tenemos en los combates. Si bien lo fácil para Firaxis podría haber sido hacer un clon de XCOM con los personajes de Marvel, aquí han querido apostar por algo completamente nuevo y diferente. Sí, los enfrentamientos tienen lugar por turnos y son muy estratégicos, pero la forma en la que están planteados no tiene nada que ver. No hay grandes mapas divididos en casillas por los que movernos, coberturas, frustrantes porcentajes ni comandos clásicos para dar órdenes, sino que todo tiene lugar en unas arenas cerradas en las que deberemos usar cartas para cumplir los objetivos de cada misión mientras no paran de llegar nuevos enemigos a cada turno que pasa.
Para que entendáis cómo funcionan, debéis saber que cada héroe cuenta con un mazo editable de 8 naipes que representan sus habilidades y que siempre son exclusivas de cada uno de ellos, por lo que no hay cartas comunes o globales. De este modo, se ha conseguido diferenciarlos muchísimo para que cuenten con sus propios estilos de juego, algo que nos tocará tener muy en cuenta a la hora de formar nuestros escuadrones de hasta tres personajes.
Las tarjetas se dividen en tres tipos: ataque, técnica y heroica. Las primeras, como su propio nombre indica, sirven para hacer daño, mientras que las segundas suelen conllevar numerosos efectos distintos para potenciarnos o manipular la baraja. Por su parte, las cartas heroicas son las más poderosas y útiles de todas, pero para usarlas tendremos que gastar la cantidad de puntos de heroísmo que nos señalen, los cuales se consiguen utilizando los naipes de ataque y técnica.
De este modo, en cada turno robaremos cartas de un mazo formado por todos los naipes que tengan equipados los tres personajes que hayamos llevado a la misión hasta tener una mano de seis tarjetas, momento en el que tendremos que empezar a decidir qué queremos hacer. En total, contamos con un máximo de tres jugadas, lo que equivale a que solo podremos usar tres cartas antes de pasar turno, aunque también contamos con algunas acciones gratuitas que nos dan una mayor versatilidad.
Si nuestra mano no nos termina de convencer, podemos descartar hasta dos naipes por turno para cambiarlos por otros de la baraja, existen ítems consumibles que podemos usar en cualquier momento y los escenarios están repletos de elementos con los que podemos interactuar a cambio de puntos de heroísmo para provocar daños adicionales, tanto individuales como de área. Además, en cada turno se nos da la posibilidad de mover una vez a un solo héroe a cualquier punto del mapa que queramos.
Como podréis suponer, las cartas tienen infinidad de efectos diferentes que deberemos aprovechar en nuestro favor y hay que tener en cuenta que el uso de muchas de ellas hará que nuestros héroes se reposicionen en el campo de batalla, lo que nos puede servir, por ejemplo, para quitarnos de una zona en la que haya caído una granada o que vaya a ser bombardeada por un helicóptero. Evidentemente, el posicionamiento es clave también a la hora de utilizar ciertas habilidades, como un rayo de energía que se dispara en línea recta y que golpea a todo lo que se interponga en su camino o que podamos embestir a un rival para que salga volando hacia atrás y choque contra otro enemigo o un barril explosivo.
Por si no fuese suficiente, los enemigos se dividen en esbirros, élites y jefes. Los esbirros son muy débiles y solo tienen un punto de vida, por lo que siempre morirán al recibir daño, mientras que los élites son rivales más fuertes con habilidades únicas y su correspondiente barra de salud. Por su parte, los jefes son capaces de realizar más de una acción por turno, son extremadamente poderosos y resistentes, cuentan con varias barras de vida en las misiones de la historia principal y, a diferencia de los esbirros y élites, no nos indican a quiénes van a atacar. Obviamente, también tienen mecánicas exclusivas con las que tendremos que aprender a lidiar.
Con todo esto tenemos un sistema de combate sorprendentemente versátil, profundo y completo que nos obliga a tener muchísimas cosas en cuenta en cada turno. Tan importante es realizar las acciones correctas como ejecutarlas en el orden adecuado, hay que saber cuándo guardarse algunos ases para los próximos turnos y cuándo descartar, cómo queremos colocarnos en el escenario respecto a nuestros rivales, cuándo priorizar los blancos más débiles, cuándo centrar nuestra ofensiva en el objetivo de la misión...
Cada batalla es un gigantesco rompecabezas que está consiguiendo que nos devanemos los sesos pensando cada jugada, configurando mazos y buscando las mejores sinergias entre personajes para aprovechar al máximo todas nuestras herramientas y posibilidades de acción, lo que no podría resultar más estimulante, divertido y absorbente. Quizás os preocupe el componente de aleatoriedad que implica el hecho de que haya una baraja de la que debemos ir robando, pero un mazo bien construido suele minimizar esto muchísimo, algo a lo que también ayuda que nuestra mano admita un buen número de cartas de un total bastante reducido. Tanto es así que nos parece un juego donde el factor "suerte" es muchísimo menor que lo visto en las dos entregas de XCOM, ya que, salvo excepciones, no hay desquiciantes porcentajes de acierto que puedan echar por tierra una misión en el peor momento.
El broche de todo esto que acabamos de comentar lo ponen unas misiones fantásticamente diseñadas que siempre se las apañan para presentarnos nuevos tipos de desafíos, retos y objetivos a cumplir. Llevamos 20 horas de juego y todavía siguen sorprendiéndonos con enfrentamientos muy diferentes que, además, se permiten el lujo de introducir giros de todo tipo, como que aparezca un supervillano de forma inesperada para tendernos una emboscada mientras intentamos destruir un dispositivo, lo que consigue que siempre estemos alerta y nunca nos relajemos.
Sabemos que así explicado puede parecer todo muy denso, extraño y complicado, pero el juego hace muy buen trabajo a la hora de enseñarnos a jugar con infinidad de tutoriales que van apareciendo poco a poco y héroes que se van incorporando a nuestras fuerzas paulatinamente, por lo que siempre nos dan margen para que asimilemos mecánicas y conceptos sin saturarnos por el camino.
Quizá lo único que no nos está terminando de convencer es que la inmensa mayoría de enemigos que estamos encontrando son soldados de Hydra. Sí, los hay de muchos tipos y con numerosas habilidades diferentes, pero el universo de Marvel da para mucho más y en un juego como este con una trama que apuesta por lo sobrenatural nos gustaría batallar con una mayor variedad de rivales.
Quitando esto, el bucle jugable nos tiene totalmente atrapados y desde que iniciamos el programa hasta que lo cerramos pasan horas que nos parecen minutos, lo que habla muy bien del trabajo que ha hecho aquí Firaxis. Sumadle el enorme atractivo y carisma que tiene de por sí al tratarse de un juego de Marvel, y entenderéis fácilmente lo tremendamente disfrutable que resulta y lo bien que nos lo estamos pasando con él.
Una gran puesta en escena
Respecto a sus gráficos, decir que se trata de un apartado con muchos aciertos, pero también con muchas costuras. Durante los combates, los escenarios y las texturas tienen un buen nivel, algo que se ve reforzado por una puesta en escena espectacular que bebe mucho de lo que solemos ver en las películas del UCM. El uso de los planos, la dirección de las secuencias de vídeo y la ejecución de los ataques es puro Marvel, dejándonos para el recuerdo unos enfrentamientos muy vistosos que captan a la perfección el poder y la personalidad tanto de los héroes como de los villanos. Sin embargo, todo lo relacionado con la abadía nos parece peor llevado, con unos personajes muy inexpresivos y unos modelados que podrían dar mucho más de sí, especialmente en lo referente a las caras y la textura de la piel. De igual modo, las animaciones solo destacan a la hora de pelear.
Finalmente, comentar que la banda sonora nos está sorprendiendo muy gratamente, ya que sabe aportar un toque épico, tenso y superheroico que le sienta de maravilla y que acompaña a la perfección todo lo que vemos en pantalla con una buena variedad de composiciones de mucha calidad. Los efectos también están a la altura y suenan con una contundencia que consigue hacer que los golpes que damos duelan de verdad, mientras que el doblaje nos llega totalmente en español, un trabajo digno de mención ante la abrumadora cantidad de líneas de diálogo que hay. Eso sí, el resultado es algo irregular, con un buen número de personajes cuyas voces e interpretaciones no nos están convenciendo lo más mínimo, mientras que otros, como Spider-Man o Wolverine, destacan para bien al mantener a los actores de doblaje habituales de sus contrapartidas cinematográficas, quienes vuelven a bordar sus papeles.
¿La última gran sorpresa de 2022?
Como veis, nos lo estamos pasando en grande con Marvel’s Midnight Suns, un juego que hace gala de un bucle divertidísimo, que siempre nos está recompensando por todo lo que hacemos, que hace un buen uso de las licencias de la Casa de las Ideas y que sabe cómo desafiarnos con unos combates profundos, bien diseñados y tremendamente estimulantes. Todavía nos queda muchísimo juego por delante y está por ver si la historia como tal consigue arrancar y si su propuesta se mantiene fresca hasta el final, pero si sois fans de Marvel y os gusta el rol táctico por turnos, haríais bien en no perderle la pista, pues apunta muy alto.
Hemos realizado estas impresiones gracias a un código de descarga que nos ha facilitado 2K Games para Steam.