Análisis Marvel's Midnight Suns, uno de los mejores juegos jamás realizados de Marvel (PC, PS4, Xbox One, PS5, Xbox Series X/S)
La década de los 90 fue bastante peculiar tanto para la industria del cómic americano en general como para Marvel en particular. Debido a numerosos motivos, la Casa de las Ideas y otras grandes editoriales como DC sufrieron una de sus mayores crisis, inundando el mercado de nuevas series, cabeceras y grandes eventos que rara vez alcanzaban los mínimos de calidad exigibles. Esto, sumado a otros factores y a la burbuja en la que se había convertido el noveno arte tras la edad de oro que vivió en los 80, provocó que el público acabase por darle la espalda al mundo de los tebeos.
Por ello, resulta muy curioso que Firaxis haya apostado por hacer un videojuego basado en Rise of the Midnight Sons, un peculiar y frecuentemente olvidado crossover de principios de los 90 que juntó a muchos de los personajes sobrenaturales de Marvel para combatir a la mismísima Lilith, la Madre de los Demonios. El resultado no es otro que Marvel’s Midnight Suns, un nuevo juego de rol y estrategia por turnos con el que los creadores de XCOM firman el que es, desde ya, uno de los mejores títulos que se han hecho jamás bajo el sello de la Casa de las Ideas.
La guerra contra la Madre de los Demonios
Al igual que en el cómic en el que se basa, esta nueva producción toma como punto de partida la resurrección de Lilith, quien asola el mundo con sus huestes demoniacas, algo que, por supuesto, tendremos que evitar dirigiendo a un grupo de superhéroes en numerosas batallas y misiones. A pesar de su fuente de inspiración y de lo similar de la premisa argumental, tenemos que destacar que la historia y su desarrollo son completamente nuevos.
Esto es algo que queda muy claro desde el mismísimo principio, ya que nos tocará controlar a Hunter, un personaje creado en exclusiva para la ocasión cuya apariencia y sexo podremos personalizar con un limitadísimo editor. Lo realmente interesante es que, en realidad, se trata del hijo o hija de Lilith, algo que da muchísimo juego a lo largo de la aventura y que propicia una buena cantidad de dilemas.
Si bien el guion como tal no nos ha terminado de entusiasmar, sí que nos ha gustado el ritmo que tiene y el fantástico trabajo que hace a la hora de sorprendernos con una enorme variedad de situaciones, animándonos constantemente a continuar jugando solo por la curiosidad de descubrir qué nuevos peligros tendremos que enfrentar y cómo nuestros héroes se las ingenian para contrarrestar las trampas y planes de los grandes villanos de la función. Esto, al final, consigue transmitirnos la sensación de estar librando una guerra a gran escala contra un poderoso enemigo que siempre parece ir varios pasos por delante, lo que resulta muy estimulante.
Uno de sus grandes aciertos es que no se centra únicamente en los héroes más populares de Marvel, dando como resultado un plantel muy variado en el que hay espacio para grandes iconos como Spider-Man, Iron Man o el Capitán América y para otros menos conocidos por el gran público y que poco a poco se están labrando su hueco, como Magik, Nico Minoru o Robbie Reyes (Ghost Rider). Lo mejor es que Firaxis ha captado a la perfección la esencia y el espíritu de todos ellos, por lo que mantienen su carisma habitual intacto y es muy interesante verlos interactuar entre ellos, algo importantísimo en una obra de estas características. Y ojo, ya que todo esto también se aplica a los villanos.
La vida en la Abadía
En lo que respecta a su jugabilidad, esta se divide en dos partes muy bien diferenciadas. La primera de ellas es la Abadía, la base de operaciones por la que nos podremos mover entre misión y misión para hacer nuestras gestiones, prepararnos para la batalla, participar en numerosos eventos, aceptar tareas secundarias y charlar con el resto de personajes para aumentar nuestro nivel de amistad con ellos. Además, también es posible explorar sus alrededores, un gigantesco bosque con multitud de pequeños puzles, pruebas y secretos que nos ayudarán a profundizar en la historia del juego.
Como podréis intuir, aquí podremos acceder a multitud de servicios, como una zona de entrenamiento donde reforzar nuestras habilidades, una forja donde realizar investigaciones para adquirir nuevas ventajas y mejorar nuestras instalaciones o un centro de mando desde el que enviar a nuestros héroes a misiones, por mencionar tan solo unos poquísimos ejemplos de todo lo que iremos desbloqueando a medida que avancemos.
Algo a tener en cuenta es que el juego nos da completa libertad para que marquemos nuestro ritmo y podamos decidir lo que queremos hacer en cada momento, por lo que casi todas las actividades disponibles en la Abadía son opcionales. De este modo, si el componente social que se ha introducido no nos llama la atención y preferimos centrarnos en las batallas y en avanzar en la aventura, podremos hacerlo, algo también aplicable a todo lo relacionado con la exploración de la base y sus alrededores. No creemos que sea recomendable jugar de esta manera, ya que invertir tiempo con nuestros compañeros siempre acaba dando sus frutos y recompensándonos con nuevas pasivas que nos vendrán muy bien a la hora de repartir tortas (entre otras muchas cosas), pero se agradece que el título no nos fuerce a pasar por sistemas que podrían no gustarnos.
Si decimos esto es porque la parte social es, con diferencia, una de las más flojas. Si bien nos gusta mucho cómo están representados los personajes y lo fieles que son a sus contrapartidas de los cómics, los diálogos no están demasiado bien escritos, resultan redundantes, son poco interesantes y nos dejan con algunas frases un tanto vergonzosas, lo que le resta mucho atractivo a la posibilidad de invertir nuestro tiempo en charlar con nuestros compañeros para conocerlos mejor. Hay varias conversaciones que sí han captado nuestra atención y los guiños para los fans son una constante, pero el nivel suele ser un poco bajo.
Eso sí, aquí nos vemos obligados a destacar la descomunal cantidad de contenidos que tiene la obra. Hay decenas de miles de líneas de diálogos y la mayoría de ellas son totalmente opcionales, por lo que nos perderemos un porcentaje altísimo del juego si omitimos las charlas y eventos con nuestros compañeros. Puede sonar exagerado, pero os aseguramos que se trata de un juego que, por momentos, llega a resultar abrumador e inabarcable ante la cantidad de sistemas interrelacionados que tiene y la de cosas que hay por hacer. De igual modo, los puzles, secretos y actividades que encontraremos al explorar los bosques de la Abadía son muy básicos, aunque cumplen su función de ofrecernos un respiro y un divertimento distinto entre misiones.
Superhéroes, supervillanos, demonios y cartas
Pero, sin duda alguna, el plato fuerte de Marvel’s Midnight Suns lo tenemos en sus combates. Como dijimos antes, estos se desarrollan por turnos, aunque en vez de ofrecernos un clon de XCOM, Firaxis ha apostado por un sistema de juego completamente nuevo basado en cartas. De este modo, formaremos un escuadrón de hasta tres héroes con el que deberemos cumplir los objetivos que nos indiquen en cada misión, como proteger durante varios turnos un dispositivo, robar un artefacto, derrotar a un jefe o destruir una serie de elementos del escenario.
Las arenas son casi siempre muy pequeñas y cerradas y a diferencia de lo que viene siendo habitual en el género, no están divididas en casillas ni tienen forma de tablero, ya que siempre podremos llegar a cualquier punto del mapa con cualquier acción que queramos realizar. De hecho, no hay coberturas ni porcentajes de acierto, ofreciéndonos unas batallas más directas y descarnadas donde la estrategia reside casi por completo en el uso adecuado de nuestros naipes, en saber priorizar blancos y en contrarrestar a nuestros rivales para que, cuando les llegue la hora de atacar, los daños que recibamos sean mínimos.
Para que entendáis cómo sea juega, debéis saber que cada personaje cuenta con un mazo de hasta 8 cartas, las cuales vienen a representar sus habilidades y técnicas especiales, por lo que todos sus naipes son siempre exclusivos de cada uno, algo que ayuda a que haya unas diferencias gigantescas entre héroes. Cuando luchemos, robaremos tarjetas en cada turno de una baraja compuesta por todas las cartas que tengan equipadas los miembros de nuestro escuadrón hasta tener una mano de seis, y siempre tendremos la posibilidad de descartar hasta dos cartas para volver a robar e intentar obtener algo que nos sea más útil.
Por su parte los naipes se dividen en tres tipos distintos: ataque, técnica y heroica. Los primeros sirven para hacer daño, los segundos suelen consistir en potenciadores y efectos beneficiosos de todo tipo mientras que los últimos nos permitirán desatar las habilidades más poderosas de cada uno de nuestros guerreros. Eso sí, estos últimos solo pueden utilizarse consumiendo los puntos de heroísmo que consigamos al usar las cartas de ataque y técnica.
Adicionalmente, en nuestro turno dispondremos de tres jugadas que se irán agotando a medida que usemos nuestras tarjetas, por lo que tendremos que pensar muy bien cuáles queremos utilizar, con quién y en qué orden para así intentar sacarles el máximo provecho. Por si no fuese suficiente, gastando puntos de heroísmo podremos utilizar diferentes elementos del escenario como si fuesen armas sin consumir jugadas.
Con esta base que os acabamos de resumir, Firaxis ha desarrollado un sistema de combate con una profundidad abrumadora, ya que nos tocará tener en cuenta infinidad de pequeños detalles para alzarnos con la victoria, desde las numerosas propiedades de cada carta hasta nuestro posicionamiento en el campo de batalla respecto a los rivales, por no hablar de que existen diferentes categorías de enemigos y que hay una gran variedad de ellos con sus propias mecánicas y particularidades. Sumadle la necesidad de buscar buenas sinergias entre nuestros héroes y la posibilidad de editar mazos con los nuevos naipes que vayamos obteniendo, y entenderéis rápidamente el sinfín de posibilidades tácticas de las que dispondremos para desarrollar nuestras propias estrategias y buscar la mejor forma de resolver cada turno con las tarjetas que nos vayan saliendo.
Para rematar, cuenta con un diseño de misiones brillante y variadísimo que siempre nos está sorprendiendo con nuevas situaciones, retos y objetivos a cumplir, obligándonos a salir de nuestra zona de confort para hacer frente a los desafíos que se nos plantean. Es más, hasta las batallas secundarias se las apañan para pillarnos desprevenidos con algunos eventos que tienen lugar de forma aleatoria, como que en mitad de una misión aparentemente normal aparezca un supervillano para ponernos las cosas mucho más difíciles, impidiendo que nos podamos relajar para conseguir que siempre estemos alerta ante lo que pueda ocurrir.
Es posible que esta explicación os haya intimidado, pero os podemos asegurar que sus mecánicas y conceptos se pillan al vuelo. Además, el título hace muy buen trabajo con sus tutoriales, introduciendo sus sistemas poco a poco para que tengamos tiempo de aclimatarnos a todos ellos antes de dar paso al siguiente.
Como veis, se trata de un juego profundísimo y con un bucle tremendamente divertido y muy adictivo que siempre nos está recompensando por todo lo que hacemos. El ejercicio de diseño que hay detrás es soberbio y una vez empiezas a jugar, las horas pasan a convertirse en minutos. Es una obra que nos pide, más que ninguna otra, que nos tomemos nuestro tiempo para saborearla y que la disfrutemos a nuestro ritmo, sin prisas, por lo que hablar de una duración aproximada es algo muy complicado, ya que depende de infinidad de factores.
Si vais al grano, pasáis de la parte social y no subís demasiado la dificultad, debería duraros entre 50 y 60 horas, aunque si pensáis disfrutar de todo lo que el juego tiene por ofrecer y os atrevéis con las dificultades superiores, dudamos muchísimo que vuestra primera partida vaya a bajar de las 80 horas. Y aun así, os quedarán bastantes cosas por ver.
Una espectacular puesta en escena
A nivel gráfico se trata de un título muy resultón que destaca, sobre todo, por una puesta en escena que recuerda inevitablemente a lo que solemos ver en las películas de Marvel. Gracias a esto, ver a nuestros héroes en acción es un espectáculo que consigue transmitirnos toda su fuerza con cada golpe o técnica que ponen en práctica. Además, las arenas de combate están repletas de detalles, la iluminación es muy buena y los diseños de los trajes nos han gustado bastante.
Por desgracia, en la abadía baja el nivel con un bosque que no sorprende y unos personajes cuyas caras no nos han terminado de convencer, algo que podemos extender también a sus expresiones faciales y animaciones en general durante los diálogos, lo que se acaba traduciendo en unas conversaciones con una presentación muy desangelada y mejorable.
Finalmente, el sonido nos regala una banda sonora muy épica que acompaña perfectamente a la acción, realzando la intensidad de cada batalla y aportando un toque de misterio cuando tiene que hacerlo. Eso sí, el juego es tan largo que muchas de sus melodías de combate acaban por repetirse demasiado, aunque se trata de un apartado que cumple de sobra. Los efectos también son variados y de mucha calidad y el doblaje nos llega completamente en español, un trabajo titánico si tenemos en cuenta que no hay ni una sola línea de texto sin su correspondiente interpretación de voz. La mala noticia es que tiene una calidad muy irregular y no todos los actores están al mismo nivel, aunque se agradece mucho el esfuerzo y el hecho de que personajes como Spider-Man o Wolverine mantengan sus voces habituales de la gran pantalla. Desgraciadamente, no incluye un selector de idioma, así que para jugar en versión original (cuyo reparto es impecable) tendremos que cambiar todo el juego al inglés desde la configuración de la consola o desde el menú de propiedades de Steam.
Conclusiones
Marvel’s Midnight Suns es todo un juegazo. Un título gigantesco, genialmente diseñado y con montones de sistemas interconectados que funcionan de lujo. Los combates son, sin duda alguna, su gran fortaleza, ofreciéndonos unas batallas apasionantes, profundas, repletas de posibilidades tácticas, variadas, desafiantes y muy espectaculares que nos tendrán totalmente absortos mientras nos estrujamos el cerebro para resolver cada turno, algo a lo que debemos sumarle un diseño de misiones exquisito que nunca deja de sorprender. Quizá la parte social y la exploración de la Abadía no sean tan interesantes, pero suponen un agradecido respiro entre un encuentro y otro y sus recompensas merecen mucho la pena, lo que termina de redondear un producto diferente y con mucha personalidad que ya puede presumir de ser uno de los mejores juegos de superhéroes que se han hecho jamás.
Hemos realizado este análisis jugando en PC gracias a un código de descarga que nos ha facilitado 2K Games.