Sin duda, los jugadores aficionados al género de rol táctico estarán, en su mayoría, de acuerdo en que la serie Disgaea es una de las mejores de su clase. Con la salida del título original de la saga para PlayStation 2, subtitulado Hour of Darkness, se produjo un éxito de crítica y público que pronto acabó traduciéndose (lógicamente) en una serie de secuelas: una segunda parte, Disgaea 2: Cursed Memories, para la misma consola que vio nacer la saga, y una tercera parte para PlayStation 3 que lleva ya unos meses en los mercados nipón y estadounidense. Pero no todo acabó ahí: la compañía desarrolladora del juego, Nippon Ichi Software, apostó por la reedición de la primera parte de la saga en la portátil de Sony, con algunas mejoras y añadidos respecto a la edición original del juego. Y, además, con el tiempo se acabó produciendo una serie de animación de varios capítulos basada en las aventuras de los personajes de la serie, cosa que suele ocurrir con series de videojuegos de gran éxito y aceptación...
Finalmente, un par de años después de la versión para PSP del juego, vemos aparecer el título que hoy nos ocupa: Disgaea DS, un título basado, fundamentalmente, en los preceptos establecidos por la citada versión para la portátil de Sony, manteniendo los añadidos de ésta y ofreciendo, además, algunos extras exclusivos . Si bien el juego sigue, básicamente, los mismos cánones que el juego original para PlayStation 2 -manteniendo, sobre todo, la tónica socarrona y humorística de su argumento-, también es cierto que es un juego que satisfará tanto a los que jugaran al Disgaea original en su momento, como a los que no conozcan en absoluto la serie, ya que ofrece un gran número de horas de juego y una gran multiplicidad de opciones jugables, además de varios elementos exclusivos y un modo multijugador nada despreciable...
Argumento del juego
El argumento de Disgaea DS nos cuenta las aventuras y desventuras del joven demonio Laharl, hijo del rey del inframundo, Krichevskoy. Durante dos largos años, Laharl ha estado dormitando apartado de sus obligaciones en el inframundo, hasta que la joven y aguerrida diablesa Etna lo despierta violentamente del largo sueño. Al despertar, Laharl descubrirá que su padre ha muerto, dejando el inframundo desamparado y sumido en un profundo caos, debido a que todos los demonios se han rebelado y han comenzado a combatir para intentar conseguir el poder absoluto del reino. De esta manera, Laharl se enfrentará a una situación bastante comprometida, gracias a la cual se verá obligado a luchar contra todos y cada uno de los demonios que se opongan a su intención de recuperar el trono perdido, del cual es, claro está, heredero legítimo.
Sin duda, una de las características que más destacan en el guión de tinte fantástico de este juego es el sentido del humor que destila en todo momento. Los mismos personajes principales, sus compañeros y las situaciones que se crean entre ellos dan multitud de ejemplos de la tónica humorística general del juego. Pero, además, tendremos personajes propiamente cómicos, e incluso paródicos, como el grupo de los Prim Rangers (una especie de Power Rangers con un estilo un tanto extraño) o los geniales Prinnies, unos graciosos y torpes monstruitos con forma de pingüino que acompañarán en todo momento a la diablesa Etna.
Sistema de juego y novedades
La jugabilidad de Disgaea DS se basa, básicamente, en los clásicos combates del rol estratégico por turnos, en los cuales primero atacaremos con nuestro equipo para luego recibir los ataques de nuestro contrincante. Pero la saga Disgaea cuenta con algunas diferencias notorias con respecto a otros títulos del género, como la posibilidad de ejecutar las diferentes acciones de cada personaje por separado, sin necesidad de tener que acabar un turno para ver los efectos de las mismas en los contrincantes. Por otro lado, podremos realizar ataques en combo, esto es, ataques grupales en los cuales dos, tres o cuatro personajes a la vez se reunirán para realizar un devastador ataque contra un enemigo en concreto.
Estos ataques en combo se realizarán únicamente cuando los diferentes personajes implicados en el mismo tengan una disposición determinada en el mapa, y sólo en caso de que entre ellos exista una relación de afinidad concreta. Por otra parte, podremos también lanzar (literalmente) a nuestros compañeros hacia zonas alejadas del mapa, aumentando así nuestras posibilidades de movimiento en cada zona y permitiendonos atacar a enemigos que, de otra manera, estarían fuera de nuestro alcance.
Pero además de estas peculiaridades, conocidas de sobras por todos los seguidores de la saga, se añaden las particularidades de las que hace gala la versión específica para Nintendo DS, algunas de las cuales, como ya hemos apuntado, provienen de la edición para PSP del mismo título. Entre ellas contaremos, por ejemplo, con la posibilidad de volver a jugar todo el juego, una vez hayamos completado la totalidad del mismo, desde el punto de vista de la diablesa Etna, en el llamado Etna Mode. En él, veremos al inicio de la historia cómo la compañera inseparable de nuestro héroe principal se deshace de él para hacerse con el control del reino del inframundo, con lo que la historia, ciertamente, adquirirá otra perspectiva. Contaremos también con la posibilidad de desbloquear algunos personajes del Disgaea original, así como de sus secuelas, para hacer uso de ellos en sucesivas partidas. Entre los personajes que podremos obtener encontraremos a Adell, Plenair, Zetta y Rozalin.
Las diferencias más evidentes respecto a la edición de PSP están en el apartado gráfico, ya que, si bien la saga Disgaea nunca ha destacado especialmente en este sentido, la resolución en la portátil de Sony era un poco mayor que en la del título original. En esta ocasión, no encontraremos esta mejora, aunque, ciertamente, los gráficos lucen fantásticamente en la portátil, aparte del hecho que la doble pantalla mejore considerablemente la experiencia jugable, gracias al aporte de una segunda pantalla para el mapa del juego y, por supuesto, las ventajas que ofrece la funcionalidad táctl de la pantalla inferior.
Encontraremos de nuevo las geo stones dentro de nuestros combates, elementos que modificarán algunas características y atributos de nuestros personajes (así como de sus adversarios) según su posición en el terreno, dividido en una cuadrícula, como es de costumbre en los juegos de este género. Así, según nuestra posición en el terreno respecto a las diferentes geo stones que encontremos, podremos obtener invencibilidad, mejoras a nivel de defensa, ataque, etc. El problema es que nuestros enemigos también podrán disponer de estas mejoras, según sea su posición en el mapa.
Encontraremos algunas novedades significativas en el sistema de combate tanto en el modo para un único jugador como en el multijugador del título, al cual podremos acceder a través de la conexión local de nuestra consola. Encontraremos también elementos diversos que nos ayudarán en batalla, como los Demon Gadgets, ítems que se generarán aleatoriamente en diferentes zonas del campo de batalla. Adquiriéndolos, podremos fortalecer a nuestras unidades de diferentes maneras, por ejemplo subiendo treinta niveles de golpe a parte de nuestro equipo.
Conclusiones
En definitiva, nos encontramos, fundamentalmente, ante un Disgaea muy similar a la versión de PSP, basado, cómo no, en la edición original del juego para PlayStation 2, aunque con un número considerable de añadidos y mejoras. Por otra parte, Nippon Ichi ha cumplido finalmente su promesa de editar un juego de la saga en Nintendo DS, lo que, ciertamente, es una alegría para todos los usuarios de la portátil, ya que es un añadido sensacional al catálogo de juegos de rol táctico para la portátil (que, por cierto, no es nada desdeñable). Sin duda, parece un juego muy recomendado para iniciarse en la saga, aunque también es muy interesante para los seguidores acérrimos de la misma por sus añadidos exclusivos... De momento, paciencia: aún tendremos que esperar unas cuantas semanas hasta descubrir toda la magia del inframundo en nuestra portátil.
