En la serie Zelda hay muchos títulos memorables que poseen una calidad incuestionable, y aunque a partir de Ocarina of Time la saga se puso aquel título como el listón a superar (al menos para muchos jugadores), y las entregas principales se centraron en seguir su estela, muchos jugadores recuerdan con especial cariño la entrega de Super Nintendo, A Link to the Past, un juego que tanto por calidad como por contenido tiene muy poco que envidiar a entregas posteriores.
Es por esto que no sorprendió la buena acogida que tuvo en general el anuncio de que el nuevo Zelda de Nintendo 3DS sería una continuación de aquella entrega, conservado muchas de sus señas de identidad. Con motivo de la celebración del E3 de este hemos tenido la oportunidad de probar una nueva demo que traía una zona exterior y que ha hecho que la nostalgia nos ataque de nuevo.
Queremos aclarar que aunque en la demo había dos niveles disponibles, nos hemos centrado en la campiña, pues la mazmorra era la demo que pudimos jugar hace unos meses y cuyas impresiones podéis leer aquí. La demo en cuestión nos ponía frente a la casa de Link con la misión de llegar a un punto rojo hacia el noreste del mapa. Enseguida vimos que el juego es totalmente fiel al original, tanto por el mapeado como por el diseño de los escenarios y los enemigos.
Ya no tendrás que contar flechas
De la primera demo habíamos visto ya el arco y el martillo, que como comentamos dependerán de una barra de energía que se recargará poco a poco (ya no habrá flechas, por tanto), y en esta nueva versión hemos podido probar dos objetos nuevos: las bombas que nos permitirán destruir paredes agrietadas y el bastón de fuego, que lanzará una poderosa columna de fuego que acabará con los enemigos y con nosotros si no tenemos cuidado. Para equipar los distintos objetos deberemos abrir el inventario en la pantalla táctil y arrastrarlo hasta el botón que corresponda (X e Y).
La demo en sí no era difícil, ya que tan sólo debíamos llegar desde el punto A hasta el punto B teniendo disponibles cinco corazones para ello, pero lo cierto es que quisimos explorar tanto el escenario que no se nos acabó el tiempo de la demo y tuvimos que volver a empezar. Desafortunadamente la zona estaba bastante limitada por piedras gigantes y aunque pudimos ver unas cuantas pantallas, nos quedamos con ganas de mucho más.
Sin duda todo en A Link Between Worlds recuerda poderosamente al original, pues se han recreado numerosos elementos. Así, nos encontramos con el mismo tipo de árboles, la misma casa, el castillo a lo lejos (aunque no podíamos pasar), y enemigos que son viejos conocidos, como los pulpos que escupen piedras, los zoras o los cuervos. Sin duda todos los elementos del juego están preparados para atacar a nuestra nostalgia, aunque las novedades que hemos visto pueden cambiar bastante las cosas.
Antes os comentamos que los consumibles como flechas o bombas ahora dependerán de la barra de energía, pero sin duda la mayor novedad es la posibilidad de convertir en papel a Link y hacer que se pegue a las paredes. Esta habilidad, a pesar de no ser obligatoria en ningún momento de la demo, sí nos daba acceso a ciertos objetos muy preciados, como cachos de corazón o rupias de gran valor. Lo que nos ha gustado es que las posibilidades de esta habilidad a la hora de usarla para encontrar los secretos tiene muchísimo potencial y nos ha encantado. Ya os comentamos en la primera demo que probamos que aunque pueda parecer una mera curiosidad, el poder pegarnos por las paredes abre un mundo de posibilidades jugables, y después de esta otra demo, nos han convencido del todo.
Apartado visual cumplidor pero poco inspirado
Donde nos ha dejado un poquito fríos es en el apartado visual, al recrear un escenario que ya conocíamos no hemos podido evitar hacer comparaciones con el título del que es continuación. Trata de ser muy fiel al original, pero lo cierto es que el diseño no termina de encajar, ya que los enemigos, por ejemplo, son demasiado redondeados y llegan incluso a resultar extraños y hasta feos. Por otra parte, el efecto 3D que nos encantó en la otra demo, en esta pasa desapercibido, aunque es algo totalmente normal teniendo en cuenta que no se juega tanto con alturas. En general los gráficos no están mal, pero nos parece que no están del todo inspirados y no recrean del todo bien la esencia del juego en el que se inspiran.
Si la primera vez que lo probamos nos gustó, esta segunda demo no ha hecho más que mejorar nuestra opinión de A Link Between Worlds, sólo hay que decir que se nos acabó el tiempo de la demo por recorrer todos los recovecos que tenía. Además del factor nostalgia, creemos que las nuevas mecánicas son muy acertadas, tanto el cambio de consumibles por magia como, sobre todo, la habilidad de meternos en las paredes, algo que estamos seguros de que dará muchísimo juego a lo largo de la aventura. Sin duda el regreso de Link al mundo oscuro es muy prometedor.