Análisis de Captain Toad: Treasure Tracker (Wii U)

Puede que Wii U no esté teniendo el éxito que Nintendo esperaba y que las compañías externas le hayan dado la espalda, pero resulta innegable que poco a poco se está haciendo con un catálogo realmente interesante a golpe de grandes exclusivos con toda la calidad a la que la Gran N nos ha habituado a lo largo de los años. Tras un genial 2014 que nos ha regalado juegazos como Donkey Kong Country: Tropical Freeze, Mario Kart 8, Hyrule Warriors, Bayonetta 2 o Super Smash Bros., ahora el 2015 abre con un divertidísimo título de puzles protagonizado por el Capitán Toad, que si bien puede que no vaya a vender consolas por sí mismo, suma muy positivamente al catálogo de Wii U. Si queréis descubrir por qué nos ha gustado tanto, no tenéis más que seguir leyendo.
De aventuras con el Capitán Toad
Como muchos sabréis, este nuevo juego se basa en uno de los minijuegos más aclamados de Super Mario 3D World, en el que controlábamos al Capitán Toad por una serie de niveles en los que primaba el pensar sobre nuestras habilidades de salto (las cuales ni existían). Este concepto se ha expandido y desarrollado tanto que ha permitido a Nintendo crear con él un juego propio e independiente que a pesar de su extrema sencillez consigue sorprender nivel tras nivel con nuevas mecánicas y desafíos a cada cual más original, pero vayamos por partes.

Tal y como era de esperar de un título de este tipo, la historia es prácticamente inexistente. Al comienzo del juego un pájaro llamado Wingo aparece y secuestra a Toadette, motivo por el cual nuestro intrépido Capitán Toad se embarca en una aventura para rescatarla. Nada demasiado original ni especialmente apasionante, pero tampoco es que lo necesite. Eso sí, hay un detalle con el final que nos ha hecho entornar una sonrisa de complicidad, el cual os dejaremos que lo descubráis vosotros mismos.
Entrando ya en lo que es su apartado jugable, decir que el juego nos plantea superar una serie de niveles en los que nuestro objetivo será alcanzar la ansiada estrella de cada uno. Para ello tendremos que hacer uso de nuestro ingenio y dotes de observación mientras giramos y movemos la cámara para mostrar todos los ángulos posibles de cada fase y así encontrar secretos, caminos ocultos que solo pueden verse desde una posición concreta, etcétera.
Nuestro protagonista solo puede moverse, correr y arrancar hierbas del suelo, las cuales pueden contener monedas, setas, nabos para arrojar a los enemigos, vidas, picos o una llave con la que abrir una puerta. Al igual que sucedía en el minijuego de Super Mario 3D World, aquí tampoco podremos saltar, por lo que nuestro rango de movimientos vuelve a estar limitadísimo.

Para compensar esto, cada nivel del título es algo totalmente único y nos propone unos desafíos y mecánicas nuevas que nos obligarán a adaptarnos a ellas, como tener que tocar el GamePad para mover unos bloques especiales, disparar nabos desde un cañón mientras una vagoneta avanza a toda velocidad, infiltrarnos para que no nos vean los enemigos, duplicarnos varias veces con las Duplicerezas y tener que controlar a varios Capitanes a la vez o enfrentarnos a gigantescos jefes finales (por desgracia solo hay dos tipos diferentes de jefes, aunque los combates siempre son distintos e introducen nuevas mecánicas), por citar solo unos pocos de los más de 70 ejemplos que encontraréis a lo largo de la aventura.
Resulta increíble lo mucho que Nintendo ha sido capaz de hacer con tan poco y con algo que en apariencia parece tan limitado y carente de posibilidades. Un logro que nos recompensa con un título muy variado, repleto de sorpresas jugables y que en ningún momento nos hará sentir esa temida sensación de monotonía y poca variedad de la que sí adolecen otros juegos del género, por lo que siempre estaremos deseando ver lo que nos espera en la siguiente fase.

Lo que no nos ha gustado demasiado es lo fácil que resulta toda la aventura. Se trata de un título muy asequible de principio a fin y en ningún momento nos hemos llegado a topar con algún nivel que nos haya hecho pensar demasiado. Eso sí, está todo tan bien diseñado que siempre consigue transmitir esa sensación de satisfacción tan característica del género cuando damos con la resolución de las pantallas, especialmente cuando encontramos la forma de acceder a un secreto que no veíamos al principio.

Últimos análisis





