Análisis de Bayonetta 2 (Wii U)

Hablar de perfección en videojuegos es algo muy relativo, pero si hay un hack and slash que realmente se quedó cerca de alcanzar este ideal, ese fue sin duda el primer Bayonetta. La extravagante bruja de Platinum Games supo ofrecernos una aventura que nos dejó sin aliento, rejugable hasta decir basta, espectacular como ella sola y con un sistema de combate capaz de reírse a carcajadas de muchos de sus competidores.

Por desgracia, y al igual que ocurre inexplicablemente con muchos de los juegos de este talentoso estudio, los jugadores no apoyaron el debut de esta bruja exterminadora de ángeles y sus ventas dejaron mucho que desear, lo que llevó a Sega a darle la espalda a la saga y a una posible secuela.

Por suerte, y probablemente en uno de los movimientos más inesperados de la industria, Nintendo decidió darle a Bayonetta la oportunidad de lucirse otra vez en una nueva aventura financiando su secuela, aunque claro, única y exclusivamente en Wii U, algo que ha generado lloros, enfados y todo tipo de reacciones y debates en los foros de internet (resulta curioso de ver cómo tanta gente pasó de su primera parte y ahora que la segunda es exclusiva todo el mundo le presta atención). Pero polémicas aparte, si hay algo que no admite discusión alguna, es que Platinum Games lo ha vuelto a hacer. Dad la bienvenida a Bayonetta 2, la nueva obra maestra de los hack and slash.

"No toleraré que una mascota no obedezca a su ama"

La historia de esta secuela nos sitúa un tiempo después de la aventura original, con Bayonetta haciendo sus compras navideñas justo antes de que aparezca un grupo de ángeles con ganas de guerra. Sin embargo, no todo sale como estaba previsto y cuando nuestra bruja realiza una de sus invocaciones más poderosas, esta se sale de control y acaba matando a Jeanne. Como bien sabemos, el alma de una bruja va al infierno cuando muere, motivo por el cual nuestra protagonista no se lo pensará dos veces antes de embarcarse en un viaje hacia el mismísimo averno para salvar a su mejor amiga y compañera de matanzas.

Evidentemente, esto no es más que el comienzo de algo mucho más grande, un conflicto que va bastante más allá y que vuelve a poner el mundo en peligro. El guion en sí mismo es una sucesión de locuras y situaciones imposibles que muchas veces nos tendrá más interesados por ver qué será lo próximo que se les ocurre para sorprendernos que por descubrir lo que va a pasar en la historia. Eso sí, los personajes siguen derrochando carisma por todos lados, especialmente Bayonetta, que vuelve a hacer gala de toda su chulería y estilo habitual.

En líneas generales el argumento es más sencillo que el de su primera parte y resulta más fácil de entender y seguir, aunque nos ha encantado la relación que se ha hecho con el juego original, la cual está muy bien pensada y es puro fan service para todos los que lo jugamos en su momento. No vamos a extendernos más en este aspecto para no caer en spoilers, por lo que tendréis que pasároslo para descubrir y entender esto que os decimos.

El placer de combatir con estilo

Entrando ya en lo que es su jugabilidad, nos encontramos con que Bayonetta 2 es un juego muy continuista respecto a lo que vimos en Bayonetta, algo que en otros títulos se tiende a sentir como en algo negativo, pero que en este caso concreto nos ha parecido todo un acierto, ya que rescata su magnífico sistema de combate y lo expande para mejorarlo y hacerlo todavía más profundo si es que eso es posible.

Por lo tanto, volvemos a tener dos botones con los que atacar (puñetazos y patadas) que dependiendo de cómo los combinemos, de si los dejamos pulsados tras cada ataque y de nuestro timing nos permitirán realizar una gigantesca cantidad de combos y golpes diferentes. A esto hay que sumarle una gran lista de armas diferentes, cada una con sus propias características y combos, que podemos equipar tanto en los pies como en las manos (aunque no todas se pueden manejar con las piernas) para crear nuevas combinaciones de ataques.

Si con todo esto no fuera suficiente, también podremos tener equipado un set secundario, al que podremos cambiar al vuelo incluso dentro de un combo con solo pulsar un botón, lo que duplica nuestras posibilidades de golpeo, permitiéndonos llevar hasta cuatro armas diferentes a la vez con las que dar rienda suelta a nuestra imaginación y habilidad con el mando, aunque bueno, realmente la cifra asciende a cinco, ya que podremos recoger el variado armamento que los enemigos dejen caer al suelo al morir para ejecutar ataques especiales (aunque tienen usos limitados).

Como era de esperar, el Tiempo Brujo ha vuelto para la ocasión, permitiéndonos ralentizar el tiempo siempre y cuando seamos capaces de pulsar el botón de esquiva en el momento justo, convirtiéndose así en uno de los pilares principales de su jugabilidad. La mayor novedad la pone el Clímax de Umbra, un nuevo estado en el que podremos entrar tras recargar una determinada cantidad de nuestra barra de magia (la cual se representa con diversas esferas) y que nos permitirá realizar los combos y movimientos más poderosos del juego, los cuales, obviamente, también variarán según las armas que tengamos equipadas.

Tal y como podéis ver, Bayonetta 2 nos ofrece un sistema de combate muy fácil de entender y jugar con el que podremos hacer cosas muy espectaculares y gratificantes ya desde buen principio, pero que nos llevará horas y horas de juego dominar, ya que su profundidad es prácticamente infinita.

Pura magia

A diferencia de lo que ocurrió con su primera parte, Bayonetta 2 no es un juego que vaya de menos a más con cada nivel que juguemos: es un juego que va de más a más. Tras un preludio y un prólogo de los que dejan sin aliento y donde la escala de los combates no puede ser más grande y épica, lo lógico sería pensar que a partir de ahí el título fuera a bajar el ritmo, pero nada más lejos de la realidad. El juego mantiene constantemente el mismo nivel durante la práctica totalidad de la aventura. Evidentemente hay momentos algo más relajados que solo sirven para permitirnos descansar un poco, distraernos explorando y hacer que lo siguiente que está por venir nos parezca todavía más espectacular si cabe, pero podéis dar por sentado que el nivel de toda la aventura es increíblemente alto, especialmente cuando los jefes finales entran a escena.

Probablemente Platinum Games sea el estudio que mejores jefes sepa hacer a día de hoy. Enfrentamientos largos, espectaculares, únicos, con una burrada de fases distintas cada uno, con mecánicas variadísimas y con una escala que hasta ahora nos parecía impensable. De hecho, aquí todos esos momentos que en otros juegos (incluyendo el primer Bayonetta) veíamos por medio de secuencias cinematográficas, son totalmente jugables, motivo por el cual se han eliminado los QTE (los únicos que hay son de aporrear un botón y solo sirven para conseguir halos extras).

La variedad de enemigos también es digna de mención. Raro es el capítulo en el que no nos presentan a dos o tres nuevos tipos de rivales. Todos ellos tienen multitud de técnicas y patrones de ataques diferentes que tendremos que aprendernos sí o sí para desarrollar nuestras propias estrategias para derrotarles. Además, como hay tantos tipos distintos, las combinaciones de ellos que nos ponen en cada combate es tremendamente amplia, haciendo de cada lucha algo diferente y obligándonos a que nos adaptemos sus circunstancias.

Eso sí, no todo será combatir, ya que si bien los escenarios son más o menos lineales, estos están repletos de secretos en forma de batallas extras con los que aumentar nuestra puntuación, coleccionables ocultos, halos, cofres del tesoro, objetos con los que mejorar nuestra barra de vida y magia, y portales hacia el Muspelheim, una zona donde tendremos que superar una serie de desafíos bajo condiciones especiales. Algunos de ellos están escondidos a conciencia, por lo que tendréis que esforzaros y prestar mucha atención a vuestro entorno para sacaros el 100%.

A esto también hay que sumarle varios momentos que rompen con la tónica habitual del juego, como batallas subacuáticas, breves fases sobre raíles (un tanto desaprovechadas estas últimas, aunque entre todas no llegan a los 10 minutos de juego) y alguna que otra sorpresa que no os vamos a desvelar para que podáis descubrirlas por vosotros mismos.

Como en cualquier juego de Platinum Games que se precie de serlo, tras cada combate se nos otorgará un rango diferente dependiendo de nuestra puntuación de combo, el tiempo que hayamos tardado en terminarlo y el daño que hayamos recibido. Estas clasificaciones van desde Piedra hasta Platino Puro y mientras mejor sea más halos recibiremos al final, los cuales podremos invertir en comprar todo tipo de cosas en la tienda del juego, como objetos consumibles, duplicados de armas, técnicas, accesorios (ojo, que estos varían nuestra forma de jugar) o trajes, por mencionar solo algunos.

La cantidad de contenidos desbloqueables que tiene el juego es enorme, algo que eleva su rejugabilidad hasta niveles insospechados, ya que podremos acceder a cosas como personajes secretos con sus propias características y particularidades. Hasta cosas que en apariencia parecen tan de "relleno" como son los trajes de sagas de Nintendo están cuidados hasta el extremo, permitiéndonos acceder a armas únicas y cambiando diferentes elementos del juego (el de Fox, por ejemplo, convierte los aviones del juego en Arwings, mientras que con el de Peach podemos invocar a Bowser).

En cuanto a la duración de la aventura, completarla por primera vez en Clímax 3 (el máximo de los tres niveles de dificultad que hay desbloqueados al principio) nos ha llevado unas 12 horas, aunque esta cifra es muy relativa, ya que el título es rejugable como él solo. Y no nos referimos solo al desafío de superar el juego en Clímax ∞ (que por cierto ya os avisamos que tiene una dificultad solo apta para los mejores), conseguir todos los Platinos Puros, obtener todos los logros, pasarnos las pantallas secretas, encontrar todos los coleccionables o comprar todo lo que haya en la tienda, sino a que querremos volver a jugar la aventura una y otra vez solo por pura diversión, lo que dice muchísimo de lo que ha vuelto a conseguir Platinum Games.

Clímax Múltiple

Si a estas alturas todavía no habéis salido a comprar el juego y seguís aquí leyendo, sabed que existe un nuevo modo para dos jugadores: Clímax Múltiple. Aquí nuestro objetivo será superar seis arenas seguidas entre una amplia lista que iremos desbloqueando a medida que avancemos en la historia principal. Lo realmente interesante, es que no se trata solo de un modo cooperativo, sino que también añade un componente competitivo, ya que antes de cada combate tendremos que apostar un determinado número de halos. Mientras mayor sea la cifra, más difícil será terminar la batalla con vida, aunque si la superamos y somos el jugador con más puntos nos llevaremos una bonificación de halos bastante importante.

De esta forma, será tan importante colaborar para que no nos maten como ser mejores que nuestro compañero en el arte de destrozar ángeles y demonios. Además, existe cierto toque estratégico, ya que hasta que no nos pasemos los seis combates no recibiremos ni un solo halo, así que quizás no querréis arriesgar demasiado cuando llevéis ya varios completados para asegurar la victoria y las ganancias. Mencionar que a veces pueden aparecer de forma aleatoria arenas especiales más difíciles de lo habitual, pero mucho más jugosas en cuanto a sus recompensas. Eso sí, no sabremos sus contenidos hasta que decidamos aceptarlas.

Si no os apetece jugar en línea, siempre podréis recurrir a un personaje controlado por la IA que podréis configurar a vuestro gusto y que se comporta de una forma bastante digna, aunque en las dificultades más altas tiende a morirse a veces en el momento más inoportuno y revivirla puede ser toda una proeza (para hacer esto basta con acercarse a ella y mantener pulsado un botón).

En general, es un modo que nos ha gustado mucho, ya que nos ofrece combates igual de divertidos y desafiantes que en la historia, pero con el añadido de poder medirnos con otras personas para superarlos y ver quién juega mejor. Además, merece la pena destacar que es el modo por excelencia para conseguir halos, que ya os avisamos que necesitaréis toneladas de ellos para comprarlo todo.

Moon River

Gráficamente tampoco estamos ante un juego que se quede precisamente corto, más bien todo lo contrario. Los escenarios tienen mucho color y están recargadísimos y repletos de elementos y detalles, los efectos tienen una calidad buenísima y se suceden uno detrás de otro sin parar, la escala de las batallas y de los enemigos es enorme, y no serán pocas las veces en las que nos matarán por quedarnos embobados mirando algo espectacular de las cientos de múltiples cosas que ocurren en pantalla (hay cierto combate en el Capítulo 4 que es un ejemplo perfecto de esto, probablemente nuestro favorito de todo el juego).

Los modelados de los personajes también es digno de mención, ya que están muy detallados y sus diseños son simplemente geniales, con un apartado artístico muy conseguido y que encaja perfectamente con el universo de Bayonetta (mención especial para los Demonios a los que nos enfrentaremos). Tampoco podemos olvidarnos de mencionar lo buenas y variadas que son todas y cada una de las animaciones del juego, tanto las de nuestra protagonista como la de los enemigos y jefes.

Sumadle que todo funciona a 60 imágenes por segundo y que el ritmo del título difícilmente puede ser más frenético, y tendréis ante vosotros probablemente el juego más puntero de Wii U. Eso sí, hemos detectado unos pequeños errores de clipping en algún que otro momento muy concreto y los dientes de sierra a veces se hacen algo visibles, aunque nada que empañe el resultado general.

En cuanto al aprovechamiento de las características especiales de Wii U, tenemos la posibilidad de jugar en Off-TV, donde el juego se ve bastante bien, aunque os recomendamos jugar en vuestro televisor siempre que podáis, que es donde más se luce, y a ser posible con un mando Pro Controller. También se ha añadido un sistema de control táctil para novatos, aunque probablemente querréis evitarlo a toda costa, ya que se nos ha hecho bastante innecesario y poco práctico.

Finalmente, del sonido solo podemos decir cosas buenas, con una banda sonora fantástica capaz de adaptarse a cada situación de forma dinámica y que nos ofrece temas que van desde el pop hasta los coros más épicos, haciendo de cada batalla algo digno de ver y escuchar ante el conjunto tan peculiar y con tanta personalidad que se ha conseguido. Los efectos son variadísimos y suenan con mucha contundencia, y el doblaje nos permite escoger entre las voces inglesas y japonesas, siendo ambas opciones igual de buenas y recomendables. Evidentemente, todos los textos están en español.

Conclusiones

Puede que Bayonetta 2 no traiga consigo ninguna revolución al género ni a la propia saga, pero tampoco lo pretende. En vez de eso, hereda una jugabilidad que en su momento ya nos pareció difícilmente superable y la lleva más allá, con todo tipo de situaciones imposibles que no dejarán de sorprendernos, impactarnos y, sobre todo, hacernos disfrutar cada minuto que pasemos en compañía de nuestra bruja favorita.

Si a todo esto le sumamos la enorme lista de contenidos que hay para desbloquear, lo tremendamente rejugable que resulta, su espectacular apartado gráfico y sonoro, el carisma de su protagonista, lo sorprendentemente variado que es y algunos de los mejores jefes finales jamás creados para un videojuego (así como otra lista de virtudes demasiado larga para enumerar nuevamente), ya os podréis hacer una idea de la calidad que desborda.

Bayonetta 2 es el refinamiento y el perfeccionamiento de un género con ya muchos años a sus espaldas, y si bien no dudamos que pueda llegar alguien en un futuro y superar lo que aquí se ha hecho, el listón ha quedado tan alto que hasta la propia Platinum Games lo va a pasar realmente mal para superar su nueva aventura. Toda una obra maestra que más os vale no dejar escapar.