Análisis de Monument Valley III, los puzles más bonitos de 2024 (Android, iPhone)
En un mercado tan saturado como el de los juegos móviles -más todavía, si cabe, que el de los juegos para consolas y ordenador-, no es nada fácil hacerse un nombre desde cero siendo un título de pago pero, de vez en cuando, alguno es capaz de sorprender a propios y extraños con algo especial y memorable. Eso hizo Monument Valley allá por 2014, y más de diez años después, llega la tercera entrega, Monument Valley III, y esta vez lo hace, además, con la promesa de seguir creciendo con el tiempo.
Puzles conocidos, nuevas mecánicas
Monument Valley III es un juego de puzles desde una perspectiva isométrica, que juegan con las ilusiones ópticas para invitarnos a encontrar el camino hasta la salida de cada nivel. Si habéis jugado a los anteriores, aquí os espera una experiencia muy similar.
Si no, os invitamos a hacerlo. Ambas antregas también están disponibles con Netflix, y creemos que merece la pena jugarlas, sobre todo, teniendo en cuenta que son muy cortitas y pueden terminarse, cada una, en menos de un par de horas.
Eso sí, no es necesaria jugarlas por la historia. Monument Valley III nos cuenta algo completamente independiente, una aventura en la que controlamos a Noor, aprendiz de farero, que tendrá que superar multitud de desafíos para asegurarse de que la luz del faro sigue brillando y guiando a los viajeros a través de la oscuridad y unas mareas que siguen subiendo y consumiéndolo todo. La narrativa es tan minimalista como en sus predecesores y, aunque parece que se hace un esfuerzo por potenciarla un poco más en esta entrega, con algunos diálogos, no es la prioridad de la aventura.
Pasando a los aspectos jugables, la inmensa mayoría del tiempo simplemente vamos a tener que tocar la pantalla para guiar a Noor hacia donde queremos ir, girar unas manivelas o mover vertical u horizontalmente unos bloques. Las reglas son sencillas: si hay un camino, Noor puede recorrerlo; los segmentos que modificamos con las manivelas no pueden moverse si Noor está en ellos, y los bloques que movemos vertical y horizontalmente pueden moverse en cualquier momento.
En los diez capítulos que conforman Monument Valley III, iremos descubriendo nuevas mecánicas que funcionan siempre en base a esas reglas. Cada capítulo suele girar en torno a una de ellas y, sin reinventar la rueda, es digno de elogio la variedad que ofrecen. La única pega que le podemos poner es que los puzles son muy, muy sencillos, y es casi imposible quedarse pillados. Entendemos que va dirigido a un público muy amplio, pero creemos que se podría haber ajustado más la dificultad, incluso si se hacía a través de desafíos opcionales.
Hay una pequeña novedad jugable: el barco. Como decíamos, uno de los temas de esta entrega es la subida del nivel del agua, y hay secciones en las que tendremos que movernos libremente con un pequeño barquito entre puzles. Todo es muy sencillo y recogido; no os esperéis un mundo abierto ni nada por el estilo, pero nos parece un añadido que funciona muy bien y ayuda a aportar variedad entre nivel y nivel.
Uno de los juegos más bonitos de los últimos años
Monument Valley III es, fácilmente, uno de los juegos más bonitos de los últimos años. Prácticamente cada nivel es una obra de arte en lo visual, y es una parte importantísima de la experiencia. No creemos que un juego sea mejor por tener mejores gráficos, pero es innegable que la dirección artística puede ayudarnos a sumergirnos en la aventura, puede conseguir atraparnos y transmitir mejor ciertas sensaciones. Y Monument Valley III es un ejemplo perfecto. Hacía mucho que no pasábamos tanto tiempo seleccionando las capturas de pantalla para un análisis.
Casi igual de importante nos parece el sonido. Es cierto que se queda en un segundo plando en comparación con lo visual, pero juega también un papel muy importante. Sabe ir de la mano con la estética, y si bien lo visual te captura, lo sonoro te mantiene atrapado, con un fantástico trabajo tanto en la música como en los efectos de sonido para aumentar la inmersión. Si unimos todo esto a lo cuidada que está la interfaz, lo bonitas que son las animaciones... Es, sin duda, un auténtico placer para los sentidos.
Comienza la aventura de Monument Valley III
Monument Valley III es exactamente lo que esperábamos de esta tercera entrega. Es un juego increíblemente bonito, inmersivo y muy, muy entretenido, aunque quizás peca un poco de simplista. Siendo un juego relativamente breve (dura unas dos horas, algo que cabía esperar tras las dos primeras entregas), pensamos, se habría beneficiado de aprovechar más las mecánicas jugables que introduce y, o bien hacer puzles algo más complejos, o añadir retos adicionales para jugadores más experimentados.
En cualquier caso, nos parece un título más que recomendable para cualquiera con interés en el género o que haya jugado a los anteriores. Por primera vez en la saga, Monument Valley III va a expandirse regularmente con nuevos niveles, por lo que será interesante ver el rumbo que ustwo Games toma para expandir la aventura de Noor. Es un juego que derrocha cariño y creatividad y, si tenéis una subscripción a Netflix, creemos que tenéis que probarlo.
Hemos realizado este análisis con una subscripción proporcionada por Netflix.