Análisis de Little Deviants (PSVITA)
Desde su anuncio, Little Deviants mostró lo que era: simple y llanamente una colección de minijuegos destinados a descubrir todas las posibilidades de tu PS Vita. El juego de Bigbig –estudio que cerró este año- cumple efectivamente ese propósito con mayor o menor acierto sin más pretensiones que entretener con una jugabilidad directa y sin rodeos. Es el mismo propósito que el de Wii Play en su momento, o Rayman Raving Rabbids después. Que Little Deviants consiga el mismo éxito que estos precedentes está por ver, principalmente porque no descubrirás ninguna función completamente revolucionaria si dispones ya de sistemas táctiles como iPhone. Por el contrario, es el mejor embajador de las novedades de la máquina que puedas imaginar si no estás habituado a este tipo de juegos en los que constantemente frotas la pantalla o agitas el sistema. Aquí rara vez vas a tocar los botones.
La ¿historia? de Little Deviants es tan simple como la llegada de unas criaturas, los Deviants, a un planeta cuadrado perseguidos por unos robots con malas intenciones. Los Deviants, de diferentes colores y habilidades, quedan desperdigados por el planeta y nuestra misión es superar 30 pruebas diferentes evitando todos los peligros, que serán muchos y variados, para que nuestros queridos alienígenas consigan reconstruir su nave espacial.
El argumento se explica sin diálogos durante la breve introducción, así que no esperes más chicha en este apartado, es una disculpa para ponerte pegado frente a la pantalla de PS Vita. Las criaturas tienen su gracia aunque aún les falta personalidad para llegar a ser adorables.
Al empezar el modo historia tenemos una de las seis regiones desbloqueada del mundo y dos minijuegos –cada región tiene cinco-. El juego se basa en puntuaciones y tres categorías de premios: bronce, plata y oro. Se requiere al menos bronce para dar por terminada la prueba y desbloquear otra, pero si consigues mejor ranking y llegas a plata y oro, serás obsequiado además con más extras –algunos de los cuales puedes compartir con jugadores mediante Near-. Durante la partida, puedes ver en un indicador lo que te falta para la siguiente medalla y así saber si vas bien o mal. De vez en cuando te toparás con una prueba que no se te dé especialmente bien o con la que no estés muy familiarizado, pero gracias a que siempre hay dos minijuegos desbloqueados, tienes opción a continuar abriendo más minijuegos con facilidad con la otra prueba.
Los minijuegos utilizan todo lo que puedas imaginar de la portátil: pantalla táctil, panel trasero, cámaras –realidad aumentada-, sensor de movimiento y micrófono. A nosotros nos han gustado especialmente las que utilizan las funciones táctiles –las que menos los de sensor de movimiento-, y todas suelen tener una duración breve de unos 10 minutos como mucho -salvo que aspires a oro- para superar las fases en las que están divididos de dificultad creciente, con algunas fases de bonus intercaladas –no en todos los casos- que permiten mejorar tu puntuación sin correr riesgos de perder una de las vidas o intentos de ese minijuego.
Si no consigues llegar a bronce, te tocará repetir la prueba, y eso es algo que harás en muchas ocasiones para subir récord, porque el juego, aunque no tiene multijugador –algo que habría alargado su duración- publica los datos en PlayStation Network. Y no querrás ser menos que tus vecinos, ¿verdad? Desgraciadamente, hay que reconocer que de toda la oferta de juegos, muchos son demasiado similares y meras revisiones más complejas o con alguna nueva regla o ambientación de otro minijuego que ya habías superado, haciendo que en la práctica no sean 30 juegos completamente diferentes.
Una de las primeras misiones será la de deformar terreno con el panel táctil. Guiamos a un Deviant con forma esférica por un pequeño escenario con enemigos que nos dañan. Aquí el objetivo es recoger una llave y estrellas de puntos, ir al portal del siguiente nivel, y listo. Fácil, y no necesitas tocar nada más que la parte trasera de la consola. Después iremos viendo muchas otras ideas, como un muro con ventanas de las que salen robots e inocentes habitantes, y debemos tocar en la pantalla o en el panel -según la posición del enemigo- para tirarlos, algo que nos recuerda a las pruebas tipo caseta de feria de Point Blank. Hay otra que es una caída libre atravesando anillos –sí, como el paracaídas de Pilotwing-, unos con propiedades especiales que deben ser atravesados a gran velocidad, por ejemplo. En otra prueba, debemos huir de una ballena robótica en una carrera guiando nuestro vehículo volador con los sensores como si fuese un volante, recogiendo estrellas y turbos. Hay también laberintos tipo Pac-Man con otro Deviant rodante, y lo controlamos moviendo la portátil mientras evitamos zombis con motosierra, zombis que no dan miedo, son tipo "cartoon".
Hay decenas de ejemplos de este tipo. Nos gustó mucho un combate de boxeo en el que pellizcamos pantalla y panel táctil para estirar el ring y hacer que el Deviant rebote en el cuadrilátero, derrotando a los no-muertos de esa parte del planeta. O la que es un matamarcianos donde debemos disparar a las naves enemigas en realidad aumentada, girando la PS Vita en todas direcciones para ver por dónde vienen, mientras ves de fondo lo que graba una de las cámaras de la consola. Y no todos los minijuegos se limitan a una única característica, en un vuelo de globo hay de todo: panel táctil para encender el fuego, sensor de movimiento para evitar las minas aéreas en el vuelo y pantalla táctil para matar pájaros que amenazan la integridad de la tela –si hacen agujeros, los podemos tapar con los dedos, o parchear haciendo una cruz-. Esta misión además transcurre girada 90º, de manera vertical –giras la consola como si fuese un teléfono-. De vez en cuando encontrarás algún minijuego que te costará, en concreto el de canto es traumático –debes alcanzar un tono concreto con la voz o sonidos-, pero no se puede negar que Bigbig ha pensado en exprimir todas las características de Vita de muchas formas.
Como hemos mencionado en varias ocasiones, Little Deviants recuerda mucho a una recopilación de "juegos de la App Store" de 0,99 euros, algunos adictivos y otros que quizás no te interese repetir una vez completados. De hecho, nos salen las cuentas: tres decenas de minijuegos, y el título sale a un precio de unos 30 euros. El precio es razonable y te puede entretener durante unas semanas, además que parece el juego que siempre querrás llevar en cualquier viaje para entretenerte. El único problema que le vemos es que, una vez superado el modo historia, en el que sí estás interesado por ir abriendo más pruebas aunque sea por mera curiosidad, te queda únicamente el valor de la rejugabilidad para perfeccionar récords –el juego te pica para superar a tus amigos-, y no todos los usuarios tienen la paciencia de repetir un minijuego una y otra vez para conseguir el oro. Además la ausencia de un multijugador real es un punto negativo; sabemos que muchos minijuegos están pensados y únicamente se pueden jugar en solitario, pero añadir un puñado de estos ejercicios para cooperativo o competitivo daría más interés al lanzamiento. Lo más parecido es un modo "Pass Around" para ocho jugadores, consistente en ir pasando la PS Vita a los participantes para que sucesivamente vayan jugando, que no entra exactamente en nuestra definición de multijugador.
Lo que sí que diferencia a Little Deviants de las producciones de iOS es que el acabado técnico es más que satisfactorio y no da sensación de "juego Flash hecho con cuatro duros". Nítido, colorido y con un apartado artístico bastante llamativo. Todo funciona de manera fluida, y la pantalla OLED de Vita no muestra dientes de sierra ni ningún defecto, por lo que es un juego sólido. No es el máximo exponente técnico del sistema pero no está descuidado, es agradable de ver. Además tiene músicas variadas y siempre alegres, ambientadas para cada localización o tipo de acción. En cambio se echa en falta alguna voz, aunque fuese para explicar las reglas de la prueba –te informan de ella en la pantalla de carga-, porque en los efectos de sonido básicamente tenemos los gruñidos de los Deviants.
Conclusiones
¿Se trata de una demostración técnica de los gadgets de PS Vita? Sin duda. Pero es entretenido en la mayoría de ocasiones, con la única pega de dar un vistazo a todo lo que ofrece el juego en pocas horas: tan rápido te engancharás a su jugabilidad y diversión como lo dejarás de lado ante títulos más "completos" o de mayor recorrido una vez hayas superado la sorpresa inicial de interactuar con el panel táctil y las otras funciones.
Accesible para todas las edades, incluyendo aquellos no muy acostumbrados a los botones, y recomendable para los interesados en sacar partido de las funciones –potencia aparte- que diferencia a Vita de PSP y PlayStation 3.