Análisis Skate Story, una espectacular aventura que sorprende, para bien y para mal, de principio a fin (PC, PS5, Switch 2)
Hacer juegos no es fácil. Lo hemos dicho muchísimas veces y lo volvemos a repetir. Para muestra, un botón. Skate Story es un juego relativamente pequeño, que se anunció en 2022 con lanzamiento previsto para 2023... y se ha ido retrasando casi hasta 2026. Jugándolo, vemos que ha sido un desarrollo complicado, y aunque el resultado no es malo en absoluto, podría haber sido mucho mejor.
La ambiciosa misión de devorar la luna
Skate Story es un juego que hace honor a su nombre: 50% skate, 50% story. Se trata de una aventura en tercera persona sobre un monopatín, en la que encarnamos a un demonio de cristal al que el Diablo le da un monopatín y un contrato: cómete la luna y serás libre.
Como cualquier contrato –y más con el diablo–, las cláusulas no van a ser tan sencillas como parece, y la misión se irá complicando poco a poco.
A nivel jugable, es una aventura dividida, en general, en dos partes. Las partes abiertas, en las que buscamos y completamos misiones, y zonas lineales en las que tenemos que llegar al final sin chocarnos. Estas últimas son, generalmente, las más espectaculares y satisfactorias, y suelen enlazarse al ritmo de la música para ofrecernos una experiencia audiovisual que bien podría firmar Mizuguchi, y que recuerda inevitablemente a Tetris Effect o Lumines Arise. Es, de verdad, increíble.
El resto es un poco más flojito. Hay algunas misiones muy buenas, pero la mayoría son simplemente correctas, y se hacen más difíciles de disfrutar porque el diseño de escenario no es bueno. No sabemos si es intencional, pero estos niveles abiertos nos parecen más una serie de obstáculos que un skate park. Para gustos los colores, pero para nosotros el skateboarding tiene que ser fluido, y un juego de skateboarding debería dejarte fluir, algo que estos niveles no consiguen hacer.
Es una pena y un tanto extraño, porque se nota el cariño por el monopatín en el juego. Cómo nos explican los trucos cuando los desbloqueamos, la importancia que se le da a la tabla, o incluso las animaciones del demonio. Como decimos, se ve que ha sido un desarrollo complicado, y no nos extrañaría que estos niveles abiertos no estuvieran en el plan original y se hayan acabado implementando para darle más chicha al juego sin saber muy bien cómo hacerlo.
Un viaje muy largo
Antes explicábamos que el juego es 50% skate y 50% story. Skate Story aborda temas personales, filosóficos y metafísicos, aunque todo desde un punto de vista cómico y absurdo. La historia y la narrativa nos ha gustado, aunque creemos que no está muy bien integrada e interrumpe la acción constantemente. El juego nos quita el control en demasiadas ocasiones y durante demasiado tiempo, lo que genera un contraste demasiado fuerte entre la acción y la pasividad.
Creemos que hay una mejor manera de contar esta historia que, de verdad, es interesante, y que disfrutamos intentando interpretar, pero al final lo que nos queda es un juego muy dividido, donde pasas de estar patinando a toda velocidad con una mezcla perfecta de estética y música que te abraza los sentidos a leer una pantalla de texto antes de pasar al siguiente capítulo. De nuevo, lo mismo era la intención de la artista, pero nos ha resultado un tanto chocante.
Aun así, es un juego con momentos muy, muy buenos, que, además, sabe ofrecer un sistema de control curioso y único para el monopatín, y que deja un buen sabor de boca. Lo único es que podría haber acabado siendo un imprescindible de este año, y se queda un poco lejos de ese podio por una selección de decisiones que, al menos con nosotros, no han encajado.
Audiovisualmente espectacular
Si hay algo en lo que Skate Story no falla es en lo audiovisual. Ya os lo hemos comentado, pero cuando el juego despliega todo su potencial, con su estilo artístico tan particular y la magnífica banda sonora de Blood Cultures y John Fio, es absolutamente increíble. Es uno de esos juegos que hay que experimentar, porque es algo único. A riesgo de repetirnos, en las secuencias de exploración y diálogo no impacta tanto, pero al menos sigue manteniendo esa personalidad tan única.
Como nota sobre el rendimiento, no hemos tenido ningún problema en el ordenador que veis bajo estas líneas, a 4K y con todo al máximo, superando regularmente las 100 imágenes por segundo. Estando además verificado para Steam Deck, creemos que va a funcionar sobradamente y sin problemas en casi cualquier dispositivo. Por último, destacar una muy buena traducción al castellano; sólo textos ya que no hay voces en el juego.
La separación del skate y la historia
Skate Story nos parece un juego al que es difícil ponerle una nota. Tiene algunas secuencias inolvidables, su concepto e historia son muy interesantes, y se disfruta mucho cuando patinamos... o cuando nos deja patinar. Las constantes interrupciones y un diseño de niveles que parecen más una pista de obstáculos que un skate park lo hacen algo frustrante, y evitan que pueda ser esa experiencia redonda que podría haber sido. A poco que os llame la atención os animamos a probarlo –y más estando en PS Plus–, porque es un título único, y eso ya es más de lo que podemos decir de la mayoría de juegos actuales.
Hemos realizado este análisis en PC (RTX 5070 Ti, Ryzen 7 7800X3D, 32 GB RAM) con un código de descarga proporcionado por Cosmocover.

NOTA
Puntos positivos
Puntos negativos
En resumen
Últimos análisis de PC, PS5 y Switch 2











