Análisis Project Zero: Maiden of Black Water, vuelve a sentir el terror en Halloween (PS5, Switch, Xbox Series X/S, PC, Xbox One, PS4)
El terror goza de buena salud. En los últimos años tenemos varios títulos de terror puro, survival horror, walking simulator de mal rollo y todas sus variantes con suficiente oferta para contentar a todo el público. Es cierto que si queremos superproducciones esto nos limita casi a Resident Evil, pero en el mercado indie existen propuestas 2D, 3D, inspirados en clásicos de los 90 e ideas arriesgadas. Si además sumamos los rumores de nuevos Silent Hill y la continuidad de los estilos de Resident Evil –nuevos más los remakes, por ejemplo el filtrado Resident Evil 4-, los fans del horror tienen motivos para "pasarlo bien pasándolo mal" durante una temporada.
Otra de las sagas veteranas del terror es Fatal Frame o Project Zero, como se conocía a la serie de Koei Tecmo en España y el resto de Europa. Debutó algo más tarde que Resident Evil y Silent Hill, en 2001 y ya en PlayStation 2, pero incluso con las buenas críticas que han cosechado en general sus episodios da la sensación de que nunca llegó a destapar todo su potencial. Puede ser en parte por su estilo de fantasía sobrenatural muy del gusto nipón –menos grotesco que otras series, favoreciendo el miedo psicológico, aunque no anda escasa de sangre y temas escabrosos- o un ritmo de secuelas bastante irregular tras Project Zero 3: apenas hay tenemos cinco entregas principales, un spin-off -Spirit Camera- y una adaptación -Project Zero 2: Wii Edition-.
Durante el E3 2021 Koei Tecmo anunció la remasterización del juego más reciente, Project Zero: Maiden of Black Water de 2014 lanzado originalmente en Wii U. Era una sorpresa y no tanto por ver el retorno de la cámara esotérica, que también, sino por el acuerdo que mantenían Koei Tecmo y Nintendo desde Project Zero 4 por el cual la saga estaba editada por Nintendo y en ocasiones se compartía desarrollo –algo que también sucedió con Maiden of Black Water-. Inesperado, aunque en unos tiempos en los que Sony publica sus juegos en PC y Nintendo permite ver The Wonderful 101 en otras consolas y ordenadores parece que se han derribado tabúes intocables.
Sonríe a la cámara y di patata
Project Zero: Maiden of Black Water de Wii U llegó a España en 2015 y su remasterización traslada el original a nuevas plataformas, con algunos pequeños retoques en gráficos y control. Maiden of Black Water fue analizado en su momento así que recomendamos el artículo original para más información de esta entrega, pero resumiremos lo que ofrece.
La historia nos habla de un monte ficticio que se puede considerar como un lugar maldito, famoso por los suicidios y los espíritus que lo guardan. Es decir, el lugar ideal para un Project Zero, una saga que se apoya en el uso de una cámara especial, la Camera Obscura, con la que exorcizamos a los espíritus vengativos; en la práctica, esto supone que nuestra arma es la puntería con el objetivo, momento en el cual la vista en tercera persona pasa a la subjetiva. Esta ha sido la base de los Project Zero y para bien o para mal apenas ha evolucionado en el gameplay; los fans adorarán que se mantengan los puzles y mecánicas con ese inconfundible estilo de 128 bits, pero las nuevas generaciones encontrarán la exploración y el combate un poco tosco, una impresión que ya nos dio en su momento y no ha cambiado demasiado en la remasterización.
Maiden of Black Water introdujo algunas novedades para hacer el "disparo" de la cámara menos monótono, como los numerosos puntos débiles de los espectros repartidos por todo su cuerpo o flotando a su alrededor, y la necesidad de girar el encuadre en una posición que cause el máximo de daño. También en los primeros pasos comprobaremos que hay ciertos objetos invisibles al ojo que solo se materializan cuando son fotografiados en un ángulo concreto.
Otro de los temas centrales de la entrega y que da sentido al título es la importancia del agua, por las zonas inundadas que frenarán nuestro avance y por tanto darán una mayor sensación de indefensión. Como ayuda opcional una visión especial del rastro de los espíritus nos servirá para guiar nuestros pasos, una herramienta útil para aquellos que tengan tendencia a perderse en estos escenarios pero, a cambio, no revela las recompensas ocultas que premian a los más curiosos y hace el juego más lineal de lo que ya es.
Project Zero: Maiden of Black Water sufrió algunos problemas en el ritmo de la exploración, poca variedad en gameplay –aunque era suficientemente divertido- y los personajes jugables no estaban suficientemente desarrollados para importar demasiado; además, el fan service en atuendos de las jóvenes suele restar algo de impacto a una ambientación que por otra parte es una de sus grandes virtudes. En la parte más positiva tenemos el sistema de puntuaciones y secretos, o los fantasmas no ofensivos, que lo hacía más rejugable que otras aventuras del estilo. Unas 15 horas de partida, más todo lo que se puede exprimir después, parece una duración por encima de la media en el género.
La remasterización
Sin duda el gran interés del remaster es su salida en múltiples plataformas, no solo Nintendo Switch que entraba dentro de las quinielas sino también en PC, PS4, Xbox One, PS5 y Xbox Series X|S. El trabajo de remasterización cumple y está centrado especialmente en la resolución y una tasa de imágenes por segundo más fluida –el original sufría algunos problemas en este sentido, sin tampoco exprimir las posibilidades de su hardware-.
Hemos jugado a la versión de PS5 y aunque no aprovecha totalmente las posibilidades del DualSense al menos sí hace uso del sensor de movimientos del mando para controlar la Camera Obscura de manera similar al Gamepad de Wii U, realizar giros para enfocar más puntos débiles de los enemigos y en definitiva, sentir que realmente estás sosteniendo la cámara en tus manos.
Además de este pulido gráfico y los cambios necesarios en el control, la revisión de Project Zero: Maiden of Black Water añade un modo foto similar al que encontramos hoy día en la mayoría de juegos –y tiene todo el sentido tratándose de un juego con el tema principal de la fotografía-, nuevos aspectos y accesorios y otros pequeños cambios. Es, como suele suceder en estos casos, la mejor manera de disfrutar el juego gracias a un rendimiento más fluido y mayor nitidez, aunque entendemos que las diferencias de control entre plataformas pueden alejar la experiencia más o menos de la seña de identidad original, pensada para GamePad.
Conclusiones
Project Zero: Maiden of Black Water podría ser la primera remasterización de la saga si se cumplen los deseos de su director. Sería una buena noticia, y aún más si esto sirve para ver un nuevo Project Zero que sepa sacar partido a las plataformas actuales.
En cualquier caso, la remasterización es bastante correcta y con el mínimo habitual en estos casos: no justifica una nueva vuelta a no ser que adores el juego, pero si te lo habías perdido por alguna razón –entre ellas que sólo se estrenó en Wii U-, este es un buen momento para jugarlo. Un control algo desfasado se compensa con la estupenda ambientación, sobre todo si el tema de los espíritus es tu punto débil, y siempre es de agradecer que el juego aún mantenga un diseño clásico, sin contaminación de otras propuestas modernas con más sobresaltos pero sin alma.
Hemos realizado este análisis en PS5 con un código proporcionado por Koch Media.